sábado 27 de abril de 2024 00:42:18

Muchas veces, al mentiroso se lo advierte por la abundancia de explicaciones que proporciona.

De allí la destreza del investigador judicial para establecer con certeza, y agudeza la existencia de una falsa denuncia, de un obstáculo para la administración de justicia.

La falsa denuncia, constituye nada menos que un grosero aprovechamiento de la labor del investigador, por parte del aquel que denuncia sabiendo que el hecho narrado no ha existido, o que ha sucedido de manera notoriamente diferente.

Muchas personas han permanecido encerradas en unidades carcelarias por varios años, sobre la base de una falsa denuncia. A veces la denuncia mentirosa logra desvanecerse con el juicio oral, otras veces sobrevive, y el acusado es condenado a un conjunto de años de penitencia en la prisión, para pagar cuentas que les son ajenas, o peor aun para pagar un delito que jamás cometió e incluso jamás existió.

Todos los delitos deben ser sancionados. Pero uno de ellos, la falsa denuncia requiere de una sanción ejemplar. Ninguna sociedad debe admitir o tolerar la judicialización de la mentira.

Este delito consiste en denunciar falsamente la comisión de un delito ante la autoridad, policial o judicial. Lo que equivale, básicamente, a que se ponga de manifiesto, como cierto, un suceso que en realidad no se ha producido o que, al menos, no se ha producido en la forma denunciada. En este sentido, la investigación del delito de falsa denuncia excede el interés privado de la parte damnificada y el legislador previó su persecución penal de oficio. Para la comisión del delito de falsa denuncia es necesario que la imputación efectuada sea a persona indeterminada, pues si aquella está dirigida contra persona particular, en principio, se estaría bajo la órbita del delito de calumnias.

Como no podía ser de otra manera la ley penal sanciona con una pena que oscila entre los dos meses y un año de prisión, al que denunciare falsamente un delito ante la autoridad.

A todas luces resulta un delito impregnado de audacia, pero también de cobardía, una conducta miserable destinada a perjudicar la correcta administración de justicia, en pos de un bienestar propio o ajenos, pero siempre con un propósito espurio, y repudiable.

Esto es poner en marcha el mecanismo jurisdiccional, es poner en marcha una investigación, burlándose de la tarea investigativa del personal policial, y de los jueces y fiscales. Es aprovechar el dinero del Estado para despreciar la búsqueda de la verdad, en el marco de una pesquisa judicial que se sabe estéril desde su inicio. Bañada de mala fe.

Ante una falsa denuncia efectuada ante la autoridad policial, la culpa del denunciante quedará evidenciada cuando se advierta que se excedieron los fines en cuyo interés se ha acordado la posibilidad de acusar. Tal transgresión se pondrá de manifiesto ante una incriminación formulada sobre bases inconsistentes, o con omisión de elementales actos de comprobación de la verdad de los hechos o cuando la denuncia o querella se revela como un mero instrumento para denigrar o menoscabar al afectado. De allí lo miserable de la acción.

No toda falsa imputación constituye el delito de falsa denuncia. Sin embargo, casi supletoriamente aparcaren delitos que afectan diferentes bienes jurídicos, como el honor por ejemplo.

No debe confundirse la falsa denuncia, con los delitos de calumnia e injuria, pues la doctrina los ha diferenciado muy claramente.

Abogado penalista Hugo López Carribero

Desde ya, pues entonces, que el delito de falsa denuncia y el de calumnias e injurias protegen bienes jurídicos totalmente distintos, pues el interés de evitar trabas, molestias o gastos inútiles de la administración en general, nada tiene que ver con el honor de las personas. La investigación del delito de falsa denuncia excede el interés privado de la parte damnificada y el legislador previó su persecución penal de oficio, extremo éste que resulta imposible con relación al delito
de calumnia e injuria, cuya querella de realizarse, puede coexistir con la investigación de la falsa denuncia en forma ideal.

Es así como la falsa denuncia afecta gravemente a la administración de justicia. Mientras que el honor se observa afectado en las calumnias y las injurias.

Dr. HUGO LOPEZ CARRIBERO
Abogado penalista

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