POLITICA: El secretario de Seguridad Sergio Berni presentó su renuncia en la Casa Rosada y no fue aceptada
La Corte Suprema ordenó a través de un polémico fallo reajustar los haberes de los miembros activos y retirados de las Fuerzas Armadas y de Seguridad en una proporción menor a lo que había resuelto en marzo de 2011. La ministra de Seguridad, Nilda Garré, ordenó hacer efectiva esa decisión, y su ya tensa relación Sergio Berni terminó por estallar.
En el fallo Zanotti, los magistrados afirman que los aumentos no remunerativos de 2005 a 2009 otorgados por el Gobierno se deben aplicar «no sobre el sueldo bruto sino sobre el haber mensual», que no incluye antigüedad y adicionales. Y que deben calcularse sobre el sueldo vigente en 2005 y no sobre el acumulado de cada año «para evitar una indebida repotenciación de los aumentos otorgados».
De este modo, la Corte da marcha atrás con lo que había dictaminado en el fallo Salas, por medio del cual los haberes del personal retirado debían duplicarse e incluso triplicarse en relación a lo cobrado en la actualidad. Ahora, en cambio, las subas llegarían cómo máximo a un 40%.
Esta decisión también afecta a los efectivos que se encuentran en actividad, porque las sumas no remunerativas, que reciben como suplementos y compensaciones, deberán calcularse con base el sueldo que percibían en junio de 2005 y no sobre el de cada año posterior. Así, muchos podrían terminar cobrando sueldos incluso más bajos que los actuales.
La ministra de Seguridad, Nilda Garré, ordenó a través de una resolución hacer efectivo este fallo, decisión que terminó de quebrar su relación con Sergio Berni. «Así es imposible trabajar en tranquilidad con las fuerzas de Seguridad», habría gritado el secretario de Seguridad en los pasillos del sexto piso del Edificio Centinela de la Gendarmería, donde tiene su oficina.
Furioso, Berni hizo llegar su renuncia a la Presidenta. El mensaje que envío a la Casa Rosada es que nadie podrá conducir a las fuerzas de seguridad, si se acatan estos fallos que recortan sus haberes. Cristina no aceptó su dimisión, pero aún no se sabe cómo avanzará esta interna en el ministerio. La tesión está en su máximo nivel.
Es que el desembarco de Berni al ministerio fue leído por Garré como una virtual intervención, e incluso como la antesala de un posible desplazamiento. Desde entonces, el diálogo entre los funcionarios es prácticamente nulo. Sus formas de trabajo son diametralmente opuestas.
Berni, en contra de lo que todos creían, generó una buena consideración en todas las fuerzas de seguridad. De pasado militar, se concentró en generar un buen vínculo con los efectivos rasos. A los pocos días de asumir, se acercó en medio de la madrugada de incógnito a uno de los operativos cerrojo que efectúan en conjunto la Policía Metropolitana, la Federal y Gendarmería. Se bajó de su auto y conversó con ellos un largo rato.
También apareció sin cámaras en el Hospital Churruca para visitar a policías heridos durante su actividad. Repitió esos gestos en varios oportunidades. Gestos que en la policía valoran, tanto como su operatividad y su capacidad de mando. Muy distinto al vínculo que generaron con Garré.Fte.lapoliticaonline