viernes 26 de abril de 2024 17:54:39

ECONOMIA: El peligroso camino de aumentar el gasto

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ARTICULO PRODUCIDO POR EL DR RODOLFO ROSSI EX PRESIDENTE DEL BCRA PARA EL MULTIMEDIOS PRISMA
El importante y sostenido aumento del gasto público determinó que en los últimos años existiera un expuesto desequilibrio fiscal, aun contando con las transferencias de Utilidades del BCRA (devengadas y no realizadas, haciendo “letra muerta” la Ley de Responsabilidad Fiscal) y de la ANSES, cuyo Fondo de Garantía de Sustentabilidad, da para todo.

Según surge de los Balances del BCRA, el financiamiento fiscal desde el año 2009 a 31 de Diciembre de 2011, alcanzó a $ 85.247 millones en Títulos Públicos y $ 46.200 millones en Adelantos Transitorios al Gobierno nacional, o sea $ 131.447 millones (equivalente a US$ 30.546 millones). Este financiamiento tuvo su repercusión en el aumento de la Base monetaria del 103,7 % y, por consiguiente, en la inflación sufrida.

Es de asumir, que con la modificación de la Carta Orgánica del BCRA, recientemente sancionada – en virtud de la cual se flexibiliza el respaldo legal de las Reservas del 100 % de la Base Monetaria establecido y se autoriza un abultado aumento de los Adelantos Transitorios al Gobierno nacional -, que el crecimiento del financiamiento fiscal, a través de la emisión monetaria continuará o se acentuará notablemente.

El ANSES no se queda atrás en el financiamiento. La Administración Nacional de Seguridad Social se ha constituido, en los últimos años, en el gran financista del Tesoro nacional. Sus superávit presupuestarios y reservas, constituidas para previsión de pagos de compromisos con los jubilados, se utilizan en inversiones en Obras públicas; Asignación Universal por Hijo; pago de pensiones no contributivas; déficits de las Cajas militares, Policía y de Seguridad; subsidios del programa Repro a las empresas en crisis; programa de computadoras para estudiantes y, también para disminuir parcialmente el déficit fiscal nacional. Al 31 de Diciembre de 2011, el financiamiento fiscal por tenencia de Títulos Públicos era de $ 116.141 millones (equivalente a US$ 27.080 millones). Es de estimar, que más del 40 % de los pagos, que hace actualmente el ANSES, no son propios del régimen jubilatorio. El Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), hace uso de los fondos de los jubilados, a través del Fondo de Sustentabilidad y Garantía (FGS) y tiene actualmente el 58,2 % de su total invertido, en los referidos Títulos Públicos.

Pero, innegablemente, el FGS coadyuva no solo al financiamiento fiscal, sino también posiciona su inversión pública en la mayor conveniencia para el Estado. En el mes de Diciembre último, el FGS debía cobrar en efectivo, por su inversión en U.V.P (Utilidades Vinculadas al Producto) US$ 1.400 millones y $ 860,5 millones. Sin embargo, tales montos fueron absorbidos por la emisión de un Bono Discount y un nuevo Bono Bonar (“blanqueados” por la respectiva publicación de la Resolución en el BO., recién el 4 de Abril de 2012). Bueno hubiera sido, que tales montos en efectivo, propiedad del ANSES – en definitiva de los jubilados –, hubieran sido destinados a regularizar, aunque sea parcialmente, las obligaciones adeudadas, con sentencia firme, de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Adicionalmente, es de señalar que entre Enero y Marzo del corriente año, el Fondo de Sustentabilidad y Garantía (FGS) suscribió nuevos Bonos Públicos por US$ 3.759 millones, a vencer en los años 2018 y 2019. Pero, no solamente de inversión se trata. En su “cruzada” para evitar la ampliación de la “brecha cambiaria” (diferencia entre el valor del US$ oficial y el “otro”), el FGS vende en el mercado, Bonos de plazo más corto, en paralelo con la administración de la moneda extranjera, que realiza el Banco Central.

Lo que debe también puntualizarse es, que la preocupación del financiamiento fiscal señalado, cede ante el importante nivel de presión tributaria que sufre el contribuyente argentino – que consolidada – está superando el 38 % del PIB. Tal nivel de presión, se está constituyendo ya, en un disuasorio de la inversión privada. Adicionalmente, el financiamiento vía emisión monetaria – como está previsto para el corriente año – tendría efectos inflacionarios, pero también incidiría, en un menor nivel de actividad económica, por el rezago de los ingresos privados (salarios, jubilaciones, beneficios); en tanto que la vía del endeudamiento externo, nos está prácticamente vedada atento los factores y acontecimientos ampliamente conocidos.

Difícil coyuntura económica, posterior a años de jolgorio y también de imprevisión.

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