sábado 23 de noviembre de 2024 14:54:03

POLITICA: Autorizan aumentos de alimentos entre 3,5 y 9% y benefician a empresas líderes en alimentos, tocador y limpieza

Después de dos meses de vacaciones, la Secretaría de Comercio Interior volvió a autorizar varios aumentos de precios en rubros de consumo masivo. En los últimos diez días, catorce compañías líderes en alimentos, bebidas, artículos de tocador y limpieza obtuvieron el visto bueno de Guillermo Moreno para actualizar sus precios, mientras que durante los meses de enero y febrero sólo una empresa (Papelera del Plata) había logrado la aprobación oficial.

La lista de beneficiarios incluye desde las filiales locales de multinacionales como Danone, Unilever, Kraft Foods, Procter & Gamble y Colgate Palmolive y grandes compañías nacionales como Molinos Río de la Plata o SanCor, hasta algunas pymes como la productora de licores Dellepiane, la fabricante de artículos de limpieza Díaz y Quirino y las yerbateras Demirol (La Hoja) y Gerula (Romance).

En la mayoría de los casos, se trata de las empresas líderes en su rubro y en algunas categorías -como polvos para lavar la ropa, yogures, pasta dental, alimentos congelados o pastas- juntas controlan más del 50 o 60% de las ventas.

Las malas noticias para los consumidores no se terminan acá. En muchos casos las subas ya están aprobadas por Moreno pero recién entrarán en vigor en las próximas dos semanas, como de hecho sucede con SanCor y la bodega Fecovita, cuyas nuevas listas de precios llegarán a las góndolas el jueves 22 de este mes.

Como viene sucediendo desde hace más de dos años, los aumentos autorizados por Moreno no son iguales para todos los productos.

Los distintos artículos y marcas que fabrica cada empresa son clasificados en tres categorías: masivos, selectivos y premium, y cada grupo recibe la autorización para un incremento diferente. En el caso de los productos masivos las subas oscilan entre 3,5 y 4%; en los selectivos trepan a 7%, y en los premium llegan hasta el 9 por ciento.

PREMIUM PARA TODOS

Claro que las empresas le fueron tomando la mano a este esquema y en el último tiempo se multiplicaron los lanzamientos al mercado de productos «premium» con propuestas como los aceite de oliva para chicos, el dulce de leche de estilo colonial, la manteca con vitamina E o las ediciones especiales de marcas de detergente.

Junto con la multiplicación de la oferta premium, la otra consecuencia del esquema de controles de precios y subas autorizadas son los problemas en el abastecimiento que se registraron en aquellos productos a los que la Secretaría de Comercio Interior es más reacia a autorizar alguna suba. El caso emblemático es el de los aceites. En las últimas semanas volvieron los carteles en los que los supermercados informan a sus clientes que no pueden comprar más de dos unidades por grupo familiar. Los fabricantes sostienen que los cupos son una consecuencia directa de la decisión de Moreno de obligar a estampar el precio de venta al público en los envases.

«Las entregas que estamos haciendo son las normales, pero muchas veces el producto no llega al consumidor final porque se desvía de los grandes supermercados a los negocios más pequeños, en los que los controles son más laxos y los comerciantes venden el aceite a un precio más alto que el que figura en el envase», explicaron en una empresa líder del rubro.

FALTANTES

Los problemas en el abastecimiento no se terminan en el aceite. En las últimas semanas también se registraron faltantes en otros rubros como pañales, toallas femeninas y fiambres.

En los primeros dos casos, la causa hay que buscarla en las trabas a las importaciones que afectaron el ingreso de la pulpa de papel que se utiliza en su fabricación.

Algo parecido pasó con los fiambres, tras la decisión de impedir la llegada al país de la carne porcina brasileña, que provee el 40% de la pulpa que utiliza la industria local para elaborar los jamones y otros subproductos del cerdo. El faltante de materia prima tuvo como primera consecuencia el aumento en el precio del cerdo en pie -en lo que va del mes, el kilo de capón subió 50 centavos- y en los últimos días los problemas en el abastecimiento empezaron a llegar a las góndolas. «Tenemos problemas para abastecernos de jamón cocido y algunos de sus derivados», explicaron en una cadena de supermercados.

En otra empresa precisaron que los faltantes no son mayores debido a que la demanda muestra señales de agotamiento. «Los problemas en la entrega de parte de los proveedores son cada vez más comunes y van rotando por rubro. Si no se ven más vacías las góndolas es porque la ventas aflojaron mucho», se sinceró otro referente del sector.Fte.lanacion