ECONOMIA. Nunca menos ni mas
Existen en el tiempo distintas etapas, que en su continuidad tienen trascendencia en términos de la historia. Algunas etapas son impactante por su vigorisidad política, económico, social. Otras hacen vibrar a todo el país por acontecimientos de singular importancia nacional e internacional. Algunas otras constituyen modelos de transición y de gestación de futuras mutaciones. Todas son importantes y determinan la particular vida de los hombres, su trabajo, su riqueza, su vida social y hasta su carácter y personalidad.
En brevísimo «racconto» se va a repasar la historia económica argentina de estos últimos años.
De la Convertibilidad había que salir de cualquier forma. Pretender tener un tipo de cambio fijo con un simultáneo continuado déficit fiscal y déficit de cuenta corriente del Balance de Pagos, es de una imposibilidad fáctica, que incluso, por lo elemental, ni se la considera materia de análisis en algún Curso de Economía. Producido el desastre -consecuencia de la tozudez prolongada de muchos políticos y economistas, en función pública -, el gravísimo problema era la recuperación del país en su sistema capitalista normal con su actividad económica reestablecida (en el 1° trimestre del año 2002, el PIB había retrocedido, en cómputo interanual, el 16 %), con una política social activa (en el año 2002 más de la mitad de la población tenía una condición de pobre, y la mitad de ello, era de indigencia), con un sector financiero desprestigiado y con los bancos cobijados por las manifestaciones de protesta detrás de chapas protectoras; con un endeudamiento externo en «default» y fundamentalmente, con un espíritu social corroído por el pesimismo y la amargura, erosionado por un futuro francamente oscuro.
Sin embargo, la voluntad de tener una moneda propia y obtener los determinantes precios relativos que permitían al país volver a insertarse en el mundo, en base a un comercio exportador de importancia y superior en monto al importador, para abastecerlo de divisas genuinas para obtener un desarrollo futuro sustentable, contribuyó conjuntamente con otras medidas, a moderar la crisis política, económica y social existente. La industria repuntó. En Diciembre de 2002, el incremento de la actividad industrial (EMI) creció un significativo 9 %, respecto al mes anterior del colapso de la convertibilidad. Los servicios y la construcción, recién en el cuarto trimestre de 2002, empezaron a reaccionar en forma significativa. Los ingresos fiscales demostraban, a través de la recaudación, que las transacciones se incrementaban Las exportaciones del año 2002, disminuyeron un 5 %. Pero en los primeros 7 meses del año 2003, tuvieron un incremento en relación al mismo periodo del año 2002, del 17 %, liderado por el aumento de los precios de las materias primas, que permitió una mejora de los términos de intercambio. El efecto más dinámico de la salida de la convertibilidad y la devaluación consiguiente se notó en la activación de los sectores industriales sustitutivos de las importaciones, los que comenzaron a reemplazar a los productos cuya importación se discontinuaba, tal como fué la caída de las importaciones del 60 %, durante el año 2002. Las reservas del BCRA, que de US$ 15.000 millones, de Diciembre de 2001, habían caído a menos de US$ 9.000 millones, hacia el primer semestre de 2002, se incrementaron a US$ 13.000 millones a fines de Julio de 2003. La desocupación que había alcanzado el 21 %, en Mayo de 2002, disminuyó a Junio de 2003, al 15 %. La inversión bruta fija que se derrumbó en el primer semestre de 2002, se fué recuperando y en el 2° trimestre del 2003, tuvo un aumento del 31,7 % respecto al mismo periodo del año anterior.
En Julio del año 2003, el país era fundamentalmente distinto al existente 12 meses antes. Este periodo debe recordarse como una importante etapa de transformación positiva y de inicio de la recuperación económica del país.
En este marco económico tuvieron lugar las elecciones presidenciales de Abril de 2003. Néstor Kirchner, que se presentaba como la continuación del gobierno de Eduardo Duhalde, fué elegido presidente de la República. El presidente Kirchner, aunque en sdiscurso, defenestraba las ideas liberales, tomó de las mismas, sus principios económicos generales – tales como el superávit fiscal, el superávit de cuenta corriente del Balance de Pagos, una baja o reducida inflación producto de una disciplinada política monetaria, el estímulo del ahorro y el reconocimiento de las obligaciones del país, de muy difícil cumplimiento,sin una amplia refinanciación en monto y plazo, lo que muy corretacmente consiguió. Su administración fué sana (Libertad de Cambios, Libertad de Precios, intervención del Estado medida o ajustada y estímulo de la competencia) , todo ello, con crecimiento económico, aunque desde un nivel sumamente bajo. El tipo de cambio fué libre, pero administrado por el Banco Central, que por necesidad, debía ser forzosamente alto. El crecimiento del país medido en valores constantes fué sostenido y a fines del año 2007, a precios de 1993, estaba un 52,8 % por encima del año 2002. Este periodo merece apreciarse de ser una segunda transformación real, vigorosa y positiva, que merece ser recordada con respeto y aun con admiración.
El 1° periodo de su esposa Cristina F. de Kirchner, iniciado en Diciembre de 2007, tuvo que afrontar variados inconvenientes de envergadura interna (enfrentamiento con el sector agropecuario) e internacional (crisis financiera en EEUU y su «contagio» al mundo) pero, aun superándolos, se distinguió por el dispendio del gasto y la política. El extraordinario crecimiento del gasto público y la vigencia de una «contabilidad creativa» que empezó con el IPC del Indec, siguió lógicamente con la utópica información del crecimiento, continúo con con la deformación de los índices de pobreza e indigencia (Información de Cáritas; el extraordinario aumento de los asistentes a los comedores comunitarios, el incremento de los asentamientos, imposibilidad de acceder a la vivienda digna, etc.), hizo, que los «precios relativos» (cuyo equilibrio es propio de las ideas liberales), estén mayoritariamente trastocados, existiendo regulados, intervenidos, virtuales, subsidiados, para el Indec, para las distintas personas o circunstancias, dependiente siempre de la discrecionalidad «del funcionario». Claro, se perdió el superávit fiscal, el externo y se tuvo que recurrir al sistema de capitalización de la previsión social, que proveyó de US$ 24.695 millones, para evitar el financiamiento extremo del BC, al que finalmente, se recurrió para el pago de las obligaciones externas de 2010 y 2011 y para otras cosas más. El aumento del consumo fue lo prioritario, ayudado por amplios ajustes salariales, que incluso, superaron la inflación «de góndola» y la productividad. Hoy en día, la tasa de interés de Argentina, es la mayor del mundo nominalmente , y ello no ha llamado la atención de la prensa especializada. Claro, recién a la fecha, la tasa de interés pasiva se identifica con la inflación real existente. También, es de recordar que la tasa de interés es reducida, cuando aumenta el nivel de confianza y productividad. Hoy en día la tasa de inflación y la tasa de interés pasiva superan a la desvalorización monetaria y se está sufriendo una descompensación general de los precios relativos. Esta situación particular merece apreciarse como la tercera Transformación económica del país, que se puede sintetizar como de Consumo excesivo y gasto para todos («Bailando por un sueño para todos» o Futbol para todos = $ 825 millones)
Seguramente, el 2° periodo presidencial de Cristina Kirchner, iniciado en Diciembre de 2011, se podría denominar «Moderación y austeridad para Todos y Todas». El déficit fiscal proveniente de los subsidios energéticos es, en este año 2011, de $ 41.000 millones y estará en ascenso, en el año 2012. Se estima un ajuste por tarifas de $ 5.000 millones (de alcanzarse a $ 20.000 millones habría un «tarifazo para todos» y reaparecerían los recuerdos del 9 de Junio de 1975, del ing.. Rodrigo y de Ricardo Zinn, que intentaron aumentar las mismas tarifas en un 180 % y Lorenzo Miguel no lo permitió, con los grandes problemas conocidos). La Moderación para Todos y Todas es abarcativo, seguramente, para los salarios Entonces ¿dónde estaría la inclusión social, si a los trabajadores y a las PYMES, no se les aumenta el salario y el ingreso consecuentemente, después de una inflación, no inferior del 22 % del año 2011 y una previsión de inflación, al menos similar, para el 2012? La caída de salario real sería, casi igual a una necesaria devaluación monetaria. Hoy el $ (Peso) se viene revalorizando, porque la inflación real es superior a la desvalorización nominal del BCRA. El valor actual del US$ , administrado por el BCRA , es una ilusión. Hoy en día, son los fondos en Dólares de las Aseguradoras que debieron repatriar sus inversiones «off-shore», lo que abultó la oferta y la necesidad de $ y el diferimiento del pago de las importaciones, lo que disminuyó la demanda. Y en virtud de ello, el BCRA es repositor de las abultadas reservas caídas. Pero ello, probablemente, sea temporario.¿Qué confianza puede tener la tenencia de $ (Peso), con una inflación persistente del 20 % y sin instrumentos de inversión adecuados existentes? Esta sería la cuarta Transformación económica para el país: Volver a las fuentes racionales: Austeridad y sinceramiento para Todos y Todas. En este ciclo, la Economía debería prevalecer, necesariamente, sobre la Política. También la Confianza en el pais, debería prevalecer sobre los Controles para el «impedimento». Ojala ello, sea así, aunque a todos nos afecte.
Adicionalmente a todo lo que muy sintéticamente se cita, mal predispone a la Inversión imprescindible para el país, la extraordinaria emisión monetaria existente (36 % anual), la veda en la compra de US$, la discrecionalidad de algunos funcionarios, la opinión única, la «creatividad de planes, sin instrumentar, para el año 2020», la obsecuencia y algunas otras cosas más, virtualmente poco claras. .
Es de creer, finalmente que el único bastión que todavía existe en positivo al iniciarse esta nueva etapa, es el endeudamiento externo, aunque dable es señalar, que el Informe al 30 de Setiembre de 2011, de la Oficina de Crédito Público, es una «caterva» (como diría Víctor Hugo Morales) de probables errores y contradicciones, por lo que también, se lo podría poner en duda. Los cracs, en Argentina, generalmente, han sido consecuencia de la inflación persistente y del engrosamiento del endeudamiento público. Este último, por resultado de la carencia de crédito, se ha ido reduciendo notablemente; pero en 1976, el país tenía una muy pequeña deuda externa de US$ 8.000 millones (11,5 % del PIB) y por el déficit general, casi una generación tuvo que pagar las nefastasconsecuencias, de una mala administración pública.
Es de desear y así va a ser, que se preserve la democracia y la República, pero, es de entrever dificultades para la actual gestión económica y sus perspectivas de desenvolvimiento en un concierto de inflación y recesión. Igualmente angustia, la inexistencia fáctica de una oposición, al parecer, carente de ideas y propuestas. Es probable, que estemos en un periodo de cierto oscurantismo, también a nivel mundial. Forjaremos nuestros mejores pensamientos para superarnos en esta circunstancia.