POLITICA: Cristina dijo pasé de ser «un títere de doble comando a deprimida crónica y ahora soy una autoritaria rebanadora de cabezas de utópicos candidatos»
La presidenta Cristina Krichner elevó ayer aún más la tensión con los sectores de la CGT y del PJ que se sienten excluidos por ella de las listas de candidatos del Frente para la Victoria (FPV) para las elecciones de octubre. «En 9 meses pasé de ser un títere de doble comando a deprimida crónica y ahora soy una autoritaria rebanadora de cabezas de utópicos candidatos», dijo la jefa del Estado en un acto oficial.
Su respuesta coincidió con la decisión del dirigente peronista Carlos Verna de renunciar a su candidatura a gobernador de La Pampa en rechazo de las exigencias de la Casa Rosada y llegó pocas horas después de una nueva queja pública de Hugo Moyano por la escasa participación del sindicalismo en las listas kirchneristas.
En un claro mensaje de advertencia a la Presidenta, el líder camionero había dicho al mediodía: «Los trabajadores no estamos sólo para votar, movilizarnos a los actos o discutir paritarias».
Y agregó: «Si encauzamos el voto de los trabajadores seremos invencibles». Moyano reunió a la CGT en una «jornada de reflexión» en el gremio plástico, aliado al duhaldismo, lo que se leyó como una señal de distanciamiento de la Casa Rosada.
Con su respuesta, la Presidenta atacó, también sin nombrarlo, al senador Verna, enojado por la imposición como candidatos a diputados de dos jóvenes de la agrupación La Cámpora, María Luz Alonso y Silvia Bersalli.
El conflicto en el PJ causó visible nerviosismo en la Casa Rosada y un clima enrarecido. Según confiaron a LA NACION fuentes oficiales, «Cristina sigue con mucha preocupación todo esto».
Las muestras de rebeldía en la CGT y del peronismo no tienen un alcance mensurable aún. «Los planes de contención no dieron resultado», se dijo.
La renuncia de Verna fue un gesto de ruptura dentro del peronismo.Sembró interrogantes sobre el futuro de los dos votos pampeanos en el Senado y sobre el apoyo del PJ de esa provincia a la reelección de Cristina Kirchner en las elecciones del 23 de octubre.
En rigor, la Casa Rosada también se pregunta acerca del apoyo real del sindicalismo y de otros desplazados. Los «utópicos candidatos» de los que habló la Presidenta son, entre otros, Julio Piumato y Juan Carlos Schmid, de la CGT, y José Pampuro, Carlos Verna, Patricia Fadel, Agustín Rossi, y Gustavo Marconato, por el PJ.
En medio de la creciente tensión, el jefe del Gabinete, Aníbal Fernández, contraatacó a Verna. «La Presidenta tiene todo el derecho del mundo de incidir en las listas», dijo. «El peronismo no es una federación de partidos municipales y provinciales, es un movimiento nacional que conduce Cristina Fernández de Kirchner», subrayó.
En medio de la inminente ruptura pampeana, el kirchnerismo intentará buscar un candidato a gobernador sustituto. «Seguramente Verna no se sentirá comprendido y tiene todo el derecho del mundo de tomar la decisión que él crea», dijo Aníbal Fernández.
Por su parte, el ministro de Economía, Amado Boudou, buscó poner paños fríos con Moyano. Consultado por LA NACION en la Casa Rosada, señaló: «Comparto: los trabajadores no están para votar, ir a los actos, sino que están formando parte de nuestro espacio». Y destacó «la importancia de Moyano como un gran dirigente obrero y político».
«Estamos orgullosos de que en nuestro movimiento político el sector de los trabajadores tenga una presencia muy importante. Que a veces se refleja en listas, otras en dichos, en acciones, en propuestas, en proyectos», dijo.
Otras voces eran de nerviosismo. Un ministro vinculado con Moyano, cuando fue consultado por LA NACION, señaló: «Es lo que dijo siempre Moyano, seguirá siendo aliado nuestro, lástima para usted: no busque roña».
El «plenario de reflexión» de la CGT, que denunció que el movimiento obrero «no ha sido tenido en cuenta por la Presidenta» se realizó en el Centro de Convenciones del Sindicato de Obreros y Empleados del Plástico, en Esteban Echeverría. El titular del gremio, Vicente Mastroccola, que estaba presente, es antimoyanista y aliado del candidato presidencial Eduardo Duhalde, de Unión Popular, adversario acérrimo del kirchnerismo. Además, milita en la CGT Azul y Blanca de Luis Barrionuevo.
En ese contexto casi pasó inadvertido que Moyano dijo que la CGT seguirá «apoyando el modelo»Fte. por Mariano Obarrio para la nacion.com.ar, textual