DEPORTES: A Gimnasia no le alcanzó el empate y deberá jugar en la B nacional
El fútbol argentino volvió a dar otra demostración de emoción en el deselance de otra Promoción. Unos días atrás, había escrito historia Belgrano de Córdoba al ascender a la Primera División y condenar a River, por primera vez en su historia. Esta jornada el golpe lo dio San Martín de San Juan, que igualó 1 a 1 con Gimnasia en La Plata y logró la ansiada vuelta a la elite.
«El Lobo», como a lo largo de todo el campeonato, sufrió serias dificultades para encontrar un funcionamiento aceitado y poner en aprietos a su rival desde el minuto cero. Para colmo de males, la defensa entró dormida, y un pelotazo de Federico Poggihabilitó a Sebastián Penco, el gran goleador de la visita, quien visualizó a Fernando Monetti adelantado y lo sentenció por arriba. Iban 2 minutos de partido y el elenco de Daniel Garnero ya ganaba, y contaba con la tranquilidad del 1-0 en la ida.
Desde ese momento, «El Verdinegro» se dedicó a cuidar la ventaja y pararse bien en el fondo. Los de Hernán Darío Ortiz carecieron de profundidad y los intentos eran sólo arrestos individuales, con un Fabián Rinaudo que tomó la lanza y trató de guiar a sus compañeros.
Todo parecía listo cuando Héctor Baldassi expulsó a los 22 minutos, correctamente, a Milton Casco por doble amonestación. Sin embargo, y caprichos del destino, José Vizcarra encontró la paridad un minuto después con un bombazo desde afuera del área, que fue inatajable para Luciano Pocrnjic.
Más tarde, a los 32, vio la tarjeta roja Penco y alimentó el sueño de permanencia de Gimnasia. Todo el mundo se acordó de la heroica tarde de Franco Niell en la Promoción 2009 ante Atlético Rafaela, en la que decretó la salvación en el descuento. Pero nada de eso sucedió, el 1 a 1 fue final y los platenses se transformaron en el cuarto elenco que perdió la categoría esta temporada, junto a Quilmes, Huracán y River.
La figura del encuentro fue Federico Poggi, el volante sanjuanino, quien puso una deliciosa asistencia para la apertura del marcador. Además, a puro lujo y regate fue imparable para los defensores contrarios.