LA PAMPA: Trata de blanca, vìnculos con la Policía y desaparición de personas
Un lugar y muchas sospechas: “Good Night”, una whiskeria que oculta el funcionamiento de un prostíbulo, en donde su dueño mantiene lazos de amistad con un subcomisario ahora denunciado por tal hecho, y en el que –según un cliente- pudo ver a la joven entrerriana Fernanda Aguirre, quien fuera desaparecida hace más de cinco años y se sospecha fue víctima de una red de trata
La Justicia Federal ya investiga al subcomisario de Lonquimay Carlos Adrián Alanis, quien mantendría una amistad con Carlos Fernández, dueño del cabaret “Good Night”, donde se sospecha existen condiciones de trata y son ofertadas sexualmente mujeres provenientes de distintos puntos, tales como la provincia de Salta o bien de República Dominicana.
Según la denuncia contra el subcomisario, por parte de una funcionaria policial, también está acusado de sus fuertes vínculos con dueños de whiskerías, presuntos prostíbulos, ubicados en la localidad pampeana de Colonia Barón. Incluso, la pareja de Alanis trabaja como encargada en uno de ellos.
Incluso –según esa misma denuncia- sería amigo del intendente de Lonquimay, Luis Rogers, quien en público se opuso al cierre de “Good Night”, y adujo que el mismo es un lugar de “contención espiritual”.
Además, la denuncia da cuenta que entre octubre y noviembre de 2007 en un sector de la comisaría, al que sólo tenía acceso Alanis, había un acta con la declaración de un camionero quien aseguró que en “Good Night” pudo ver a la menor Fernanda Aguirre.
Fernanda Aguirre desapareció cuando tenía 13 años de la localidad entrerriana de San Benito, y sobre quien se sospecha cayó en manos de una red de tratantes.
Ahora, la causa contra el comisario está paralizada porque ni el juzgado en lo correccional Nº 7 de Santa Rosa ni el del fuero federal asumen la competencia del caso.
No obstante, el Procurador General de la Nación, Esteban Righi, ya se pronunció a favor de que la causa quede en manos de la Justicia Federal, al considerar que hay indicios sobre la presunta existencia del delito de trata.
Por ello, Righi entendió que el juez federal debía profundizar la pesquisa en torno a conocer las condiciones en que fueron encontradas las mujeres en el local nocturno, cómo llegaron a ese lugar, y la supuesta connivencia policial y/o política. Por Luis Sangiorgio