POLITICA: La fórmula Radical Alfonsin Gonzalez Fraga ya está en marcha
Con un ambiente casi futbolístico, el radicalismo lanzó oficialmente la fórmula Ricardo Alfonsín-Javier González Fraga para presidente y vice de cara a las elecciones del 23 de octubre. En un acto en el Comité Nacional de la Unión Cívica Radical, el diputado nacional, cabeza del binomio, brindó un discurso enfocado en cinco puntos centrales de sus promesas de campaña: terminar con la pobreza, concretar una «revolución educativa», atacar la inflación, la inseguridad, y «recuperar las instituciones».
Los candidatos, acompañados de otros dirigentes, ingresaron al auditorio en fila, a través de un pasillo que bien podría ser la salida del túnel desde los vestuarios para cualquier equipo de fútbol. En las tribunas banderas y cánticos daban el clima que se completaba con una lluvia de papelitos rojos y blancos.
El eje central del discurso del candidato radical giró en torno a la economía. Prometió «austeridad en el gasto público», atacar la inflación, generar empleo, incrementar la matriz energética y mejorar la red de transportes, en particular el sistema ferroviario. «Las asignaciones de recursos deben superar esta pregunta: ¿De qué manera este gasto contribuye a la baja de la pobreza y la inclusión social?», expresó.
Durante varios puntos de su discurso, Alfonsín insistió en que de ganar las elecciones llevará adelante un gobierno de apertura al diálogo con otras fuerzas. De hecho, convocó «a todos los argentinos a que acompañen» a la UCR sean del partido que sean. «Nadie es enemigo de nadie por el solo hecho de pensar diferente», sostuvo. Y agregó: «Vamos a trabajar pensando en el interés general, nos vamos a poner por delante para gobernar el interés personal o del partido, nos vamos a inspirar en lo mejor de la política». No faltó el recuerdo a los «bronces» radicales como Leandro N. Alem, Hipólito Yrigoyen, Arturo Frondizi y Raúl Alfonsín, pero sumó también a Juan Domingo y Eva Perón.
En el marco institucional, el candidato de la UCR prometió que si gana en octubre «se acaban los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU), y los superpoderes que son abusivos del Gobierno».
Durante el acto en Alsina al 1700, habló también González Fraga, quien agradeció la convocatoria del radicalismo «a esta epopeya que va a terminar en la Casa Rosada». Además, el titular de la UCR a nivel nacional, Ángel Rozas, aseguró que no le cabe duda de que Alfonsín será el próximo presidente del país.
Altas fuentes radicales confirmaron a ámbito.com que la fórmula Alfonsín-González Fraga se inscribirá como Lista 3-UCR, aquella que no se utiliza desde 2003 cuando Leopoldo Moreau representó al centenario partido en las primeras elecciones presidenciales tras la debacle del gobierno de la Alianza. Esto, explican, tiene un especial significado ya que, entiende, se trata de una cuestión simbólica de recuperación de un espacio que estuvo «a metros de su desaparición».
Así, y tras la ruptura del acuerdo nacional con el socialismo del gobernador de Santa Fe Hermes Binner, el radicalismo no se presentará como frente. Creen que una boleta bajo la denominación de la UCR y con el nombre de Alfonsín a la cabeza evita cualquier tipo de fuga de partidarios, pese a que se encuentren desencantados por el acuerdo en la provincia de Buenos Aires con el diputado de Unión-PRO Francisco De Narváez.
Las mismas fuentes señalaron a este medio que mantendrán su estrategia de armar frentes distritales con el fin de sumar votos no radicales a la fórmula Alfonsín-González Fraga, principalmente desde el peronismo. Pero quienes se acoplen al binomio radical deberán «adherir el programa» y les exigirán acoplar al tope de su boleta la de la Lista 3.
En ese marco, uno de los puntos centrales de la estrategia electoral es Santa Fe. Luego de que el PS y la UCR rompieron sus lazos, el armado de ambos en esa provincia quedó en un complicado equilibrio. Desde el radicalismo aseguran que no harán «nada que pueda romper el frente» porque pretenden evitar que el peronismo vuelva a gobernar los territorios que hoy comanda el socialismo. Sin embargo, Alfonsín no hará campaña a favor del delfín de Binner, su ministro de Gobierno Antonio Bonfatti, para quien serán clave los votos radicales que le permitirán derrotar en las urnas al kirchnerismo y el PRO. El diputado sólo visitará a sus propios candidatos a intendentes, senadores y diputados, para hacer campaña pensando en la cita nacional.
La disidencia de un histórico armador radical en territorio bonaerense le puso otro condimento a la novela electoral. Federico Storani, quien rechaza de plano el acuerdo electoral con De Narváez, está a un paso de correr bajo el ala socialista de Binner. Entre los principales dirigentes del partido, sin embargo, rechazan la posibilidad de que «Fredy» se aleje.
«Estamos unidos, como pocas veces lo hemos estado detrás de una propuesta», lanzó presidente del Comité Provincial de la UCR, Miguel Bazze, aunque reconoció que existen «algunas voces que nos están de acuerdo». Al volver sobre la posible disidencia de Storani, agregó que «es un dirigente del partido y seguramente se va a quedar dentro del partido». Cargó también duro contra Binner y dijo que «trata de mostrar que se lleva algo del radicalismo y creo que no es así». Además acusó al socialismo de ser «funcional» al Gobierno de la presidente Cristina de Kirchner.
Por ahora, la UCR irá a la pelea presidencial con De Narváez como principal aliado. La cantidad de puntos que pueda aportar el empresario diputado en la provincia de Buenos Aires, que representa casi el 40% del padrón nacional, puede ser clave para acceder a la segunda vuelta. En ese marco de eventual balotaje el radicalismo no descarta que otras fuerzas puedan acoplarse, siempre y cuando adhieran a su propuesta programática. Circula, por lo bajo, la posibilidad de que el duhaldismo, e incluso el macrismo, terminen apoyando a Alfonsín frente a quien sea la propuesta del oficialismo.Fte.ambito.com