viernes 22 de noviembre de 2024 23:27:40

ECONOMIA: Por la crisis Débora Giorgi y Enio Cordeiro buscarán coordinar hoy un encuentro bilateral de secretarios

La ministra de Industria, Débora Giorgi, junto al secretario de Industria, Eduardo Bianchi, se reunirá hoy con el embajador brasileño en Argentina, Enio Cordeiro.

Allí, acordarán un encuentro entre los secretarios, Bianchi y Alessandro Texeira, que se concretará en los próximos días. Luego de ese cónclave, habrá una reunión entre los ministros Fernando Pimentel y Débora Giorgi.

Giorgi y Pimentel hablaron ayer en varias oportunidades y coincidieron en señalar que “la relación comercial entre Brasil y Argentina es de socios estratégicos, por lo que el sector automotriz no se va a ver afectado de un lado ni del otro de la frontera”.

Pimentel reiteró que las medidas impuestas a la compra de automóviles argentinos no son en represalia a la actitud del gobierno de Cristina Kirchner con ciertos productos alimenticios del vecino país

«No hay una ruptura de la conversación con Argentina», dijo Pimentel, en un acto con periodistas en Brasilia, en el que aseguró que se reunirá en breve con Débora Giorgi para discutir el asunto.

«No podemos aceptar o formular condiciones previas para la conversación. Ni por parte de Argentina, ni por nuestra parte», indicó el titular de Comercio, en respuesta a la carta que había girado la semana pasada la funcionaria local.

Según Pimentel, el encuentro entre ambos se producirá probablemente la próxima semana y reiteró que las medidas anunciadas el pasado jueves por las autoridades brasileñas tienen por objetivo defender la industria local y no perjudicar a un país en concreto.

«Ya dije eso antes. La medida no es contra ningún país, sino para proteger nuestra industria. Argentina se ve más afectada debido a la frontera terrestre», agregó el ministro.

Las declaraciones del alto funcionario tienen lugar después de que el gobierno brasileño impusiera restricciones a la importación de vehículos automotores de todo el mundo, aunque la medida fue interpretada en la Argentina como una represalia a las barreras que ese país impone a los alimentos procedentes de Brasil.

La norma establece la implantación de licencias no automáticas para la liberación en los puertos y pasos fronterizos de los vehículos automotores importados.

Pimentel aseguró que cualquier desavenencia entre Brasil y la Argentina puede resolverse con «buena conversación» y reprochó a la Argentina por la falta de cumplimiento de los plazos aduaneros en el caso de licencias no automáticas.

«Los plazos han sido sobrepasados ampliamente en muchos productos, pero confío en la capacidad de negociación y no hay motivos para pensar que habrá una ruptura o una guerra comercial entre los dos países», añadió.