viernes 22 de noviembre de 2024 11:33:35

POLITICA: Carrió presentó su plataforma de gobierno para las presidenciales y critcó al líder de la CGT

Elisa Carrió tomó la delantera en la carrera presidencial y presentó el programa de gobierno que implementará si gana en las elecciones de este año.

Durante dos horas, en el Paseo La Plaza, la jefa de la Coalición Cívica apostó a un pacto con la clase media y desgranó sus iniciativas más novedosas junto a su candidato a vicepresidente, Adrián Pérez, y a los que presentó como sus futuros ministros: Alfonso Prat-Gay (Economía), Patricia Bullrich (Seguridad) y el dirigente social Héctor «Toti» Flores (Desarrollo Social), señala la crónica de La Nación.

Dijo que su meta es que «los hijos de los pobres de hoy tienen que llegar a ser de clase media». Así, Carrió reivindicó a los que se encuentran en la mitad de la pirámide social, y dijo que, junto con los asalariados, «son los que soportan la fiesta de la derecha que es este gobierno».

También le apuntó al jefe de la CGT, Hugo Moyano: «La gente lo ve como un poder extorsivo que no deja gobernar a otro», y dijo que lo combatirá «sin boxeo, pero con Interpol y la Justicia».

Bronceada, con un vestido negro acampanado y un pañuelo rojo a tono con sus zapatos, Carrió avisó que en un mes presentará al resto de su eventual gabinete y trató de mostrarse lista para gobernar.

«Si pudimos liderar este año una oposición fragmentada, ¡cómo no vamos a poder conducir un gobierno con recursos!», se autoelogió.

Enseguida dijo que un sector del establishment adhiere a sus propuestas, pero tiene miedo de que llegue al poder. «Los asusta la decencia», fue su conclusión.

Más cómoda con las definiciones políticas, Carrió dejó que sus colaboradores explicaran el plan de gobierno, pero primero reivindicó la figura de Arturo Frondizi, pidió entender que crecimiento no es lo mismo que desarrollo y prometió prosperidad a la clase media y ascenso social a los pobres. «Las escuelas modelo tienen que estar en las villas; eso es moral», definió.

Después pareció aludir a sus ex socios radicales y habló del «gatopardismo que muestra lo nuevo para que permanezca lo viejo», y de los que predican el consenso en sus discursos pero no lo pueden mostrar.

Ya en los temas concretos de su propuesta, la batuta estuvo a cargo de Prat-Gay, el economista que coordinó la elaboración del plan.

Muy crítico con el Gobierno, Prat-Gay explicó que prevé un nuevo acuerdo fiscal y modificar el régimen de coparticipación, para que las provincias pasen a recibir 6 puntos más de PBI que les cedería la Nación. El economista también anunció que piensa gravar la renta financiera, recortar subsidios, crear un impuesto a la renta extraordinaria y eliminar progresivamente el impuesto al cheque, empezando por las pymes, las mimadas del programa.

Además prometió bajar la inflación como en 2002, (cuando presidía el Banco Central y ese índice pasó de 40% a menos de 4%), fortalecer la moneda y eliminar las retenciones, salvo en el caso de la soja (la reduciría 10 puntos) y la actividad minera. Tan irónico como su jefa política, no se privó de acusar al Gobierno de enriquecerse gracias a la inflación y consideró que «buena parte del aumento salarial que conseguirá Moyano se lo llevará su socia, Cristina Kirchner».

Consciente de que el tema es la preocupación central en la clase media, el otro eje de la propuesta fue la seguridad. En esa materia, Bullrich propuso unificar la formación policial en todo el país mediante un Instituto de Seguridad Pública y elegir a las cúpulas de las fuerzas mediante un mecanismo público similar al que se usa para nombrar a los jueces de la Corte Suprema, con acuerdo del Congreso.

La otra pata será una Agencia Federal de Investigaciones que priorice el combate al tráfico de drogas, armas y personas. Bullrich también propuso involucrar a la comunidad (y especialmente a las universidades) en la seguridad, mediante pasantías de futuros médicos, asistentes sociales y abogados en comisarías, y una cárcel «que devuelva ciudadanos y no delincuentes exacerbados».
De la villa al barrio

Pero tal vez una de las ideas más novedosas sea en materia de desarrollo social, donde el dirigente social «Toti» Flores pidió convertir las villas en barrios, mediante un shock de presencia de instituciones públicas y privadas, desde escuelas y universidades hasta correos, empresas de servicios y comisarías.

Flores siempre vivió y trabajó en las villas y denunció el armado de un sistema nacional de dádivas y planes sociales que busca mantener a los pobres en esa condición.

«El clientelismo no es ingenuo y es muy eficiente», se quejó. Para combatirlo pidió salir de la cultura de la sobrevivencia y volver a la cultura del trabajo «que no fue totalmente derrotada». Con ese objetivo habló de mejorar los planes universales, pero también de otros focalizados, sobre todo en los jóvenes.

El otro orador fue Pérez, que explicó que su partido venía «a dar certezas en medio del desorden político» . Preocupados por el inminente colapso del aire acondicionado, lo escuchaban los principales candidatos de la CC: María Eugenia Estenssoro (Capital), Juan Carlos Morán (Buenos Aires) y Carlos Comi (Santa Fe), y casi todos los legisladores del partido.

Para el final, Carrió se guardaba una sorpresa. «Les pido disculpas pero soy como Schumacher, parece que voy a chocar y al final doblo. Teníamos que torcer el rumbo para que la mediocridad no nos torciera a nosotros», dijo, en relación con su divorcio de la UCR. Aplausos, risas y a seguir de campaña.