SENADO: Por mayoría el Senado aprobó el ascenso de Jueces vinculados a Moyano
“No podemos rechazar pliegos por portación de apellido”, anunció el jefe del bloque UCR, Gerardo Morales, para justificar el aval de su bloque al ascenso de varios magistrados laboralistas ligados al secretario general de la CGT Hugo Moyano, que sumado a la venia del kirchnerismo pasaron sin problemas el filtro la evaluación de la Cámara alta.
Morales se apartó así del peronismo federal, que con el salteño Juan Carlos Romero como vocero optó por rechazar uno a uno los pliegos de los jueces ligados al jefe de la CGT, que en su mayoría permitirían elevar a jueces al grado de camaristas.
Con su bloque, la única salvedad la hizo al adherir al rechazo del ascenso a la jueza de primera instancia del Trabajo 25, Gloria Pasten, quien ayer falló en contra de la asunción de Pablo Michelli al frente de la CTA.
El resto tiene también antecedentes para quedar emparentados a la más vieja central obrera. El caso más llamativo es el de Graciela Craig, jueza laboral de primera instancia y esposa del diputado nacional Héctor Recalde, viejo asesor legal de la CGT.
Fue ascendido además el juez Enrique Brandolino, quien fue jurado junto a Recalde en un concurso para elegir magistrados de primera instancia en el que triunfó la esposa de Piumato, Analía Viganó, en ese entoces secretaria de juzgado.
Otra jueza de primera instancia favorecida es Diana Cañal, una doctora en derecho que había fracasado en varios concursos anteriores pero finalmente logró ubicarse en el quinto puesto de la nómina, aún cuando su examen ante el Consejo de la Magistratura la colocó en el doceavo lugar.
Cañal recibió apoyo expreso de Moyano y de Abuelas de Plaza de Mayo y fue la única objetada en el recinto por toda la oposición, con 12 rechazos y la misma cantidad de abstenciones. Pero las ausencias fueron una vez más el gesto que recibió el kirchnerismo, que pudo aprobar el pliego con 32 votos, cinco menos que la mitad del recinto.
Craig y Brandolino obtuvieron 45 votos positivos y 12 rechazos, al igual que Enrique Arias Gibert, cuyo vínculo al jefe de la CGT, aseguró Romero el recinto, le valió ser nombrado como director de la carrera de Derecho de la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo. Con el mismo apoyo, ascendieron los jueces laborales Graciela Marino y Silvia Pinto Varela.
La llamativa ayuda de los radicales no es casual según los entendidos en las negociaciones del Senado. “Es un canje típico para los nombramientos”, admiten. La excepción fue Pasten, la jueza que intentó ser amedrentar a la CTA (Michelli asumió igual), cuyo pliego no fue puesto a consideración.
Casualidad o no, antes de la sesión se vio al senador y titular del Comité de la UCR, Ernesto Sanz, en una prolongada charla con el kirchnerista Nicolás Fernández, habitual interlocutor de los deseos de la Casa Rosada. La excusa de no penar por los apellidos fue la salida posible.
Los jueces laborales son una de las piezas de poder de Moyano en momentos en que se multiplican los reclamos por personería jurídica. Ahora tendrá a varios afines en puestos más altos.