domingo 24 de noviembre de 2024 22:21:39

POLITICA SOCIAL: La CGT dice que no hay ni techo ni piso para la discusión salarial

El jefe de la CGT, Hugo Moyano, ratificó públicamente ayer su condicionamiento al Pacto Social y expresó que el diálogo con el Gobierno y los empresarios «requiere un análisis más profundo». Y en otra muestra de presión a la administración de Cristina Kirchner, dijo que el Gobierno debe «evitar que la inflación llegue a mayores».

El sindicalista rechazó inclusive que la CGT que conduce haya aceptado un tope de aumento salarial de entre 18 y 20 por ciento para el año próximo. «No hay techo ni piso», descartó el camionero, al considerar que «recién comenzaron las conversaciones» en materia de sueldos y fue categórico: «Eso lo maneja cada organización gremial». Así se desvinculó de un eventual acuerdo de la central sindical con el oficialismo.

A pesar de las declaraciones, el verdadero disgusto de Moyano pasa por atribuirle al Gobierno la responsabilidad por el supuesto «acoso judicial» contra la obra social de los camioneros en la causa de la mafia de los medicamentos. La gerenciadora de esa obra social es la esposa de Moyano, Liliana Zulet.

Según informó ayer La Nacion, de acuerdo con calificadas fuentes sindicales, el jefe de la CGT se reunió con cuatro dirigentes de su confianza en Mar del Plata y les transmitió su preocupación por el avance de la causa. Culpó al jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, por eso por ser «amigo de Bonadio» (Claudio, uno de los jueces que investiga el caso de los remedios).

El líder de la CGT siente, según les transmitió a sus colegas, que el Gobierno le «soltó la mano».

En la lógica de presionar cuando se siente acorralado, Moyano embistió ayer contra el Diálogo Social, una de las metas que el Gobierno alienta para controlar precios y salarios.

La explicación para suspender el encuentro de consejo directivo sindical previsto para ayer como la participación cegetista en las negociaciones del Pacto Social, fue que «no hay avances» en el diálogo y que éste «debería ampliarse el temario y no limitarse exclusivamente a la discusión de precios y salarios». Esto había sido anticipado por fuentes gremiales a La Nacion y ayer fue confirmado por Moyano, al sostener que se requería de un análisis más profundo.

Los sindicalistas quieren que se incorporen al debate el aumento del mínimo no imponible, la fijación de un mayor tope salarial para otorgar asignaciones salariales y el reclamo del proyecto cegetista sobre participación de los trabajadores en las ganancias empresariales.

En medio de un juego de presiones, Moyano acusó ayer a «los empresarios» de «elevar los costos para obtener mayores ganancias», cuando los últimos encuentros con el sector no presagiaban ese nuevo ataque del camionero. Además, Moyano insistió en que prefiere un «poquito de inflación» y golpeó al Gobierno donde más le duele: «Lo que se trata de evitar es que esta inflación llegue a mayores».

En declaraciones radiales, el dirigente intentó minimizar sus quejas sobre el «acoso judicial» que denunció en privado respecto de las investigaciones a la Obra Social de Camioneros (Oschoca). «No tiene sentido: es un absurdo. Qué acoso de la Justicia. No tengo ninguno. En última instancia, pidieron documentación a cuarenta y pico de obras sociales», respondió el dirigente. En tanto, La Nacion conoció el enojo de varios gremialistas por un procedimiento que consideraban «injusto porque se desprestigiaba a muchas organizaciones que no tienen nada que ver» con la falsificación de remedios.

Previsible, Moyano equilibró su enojo con elogios a la presidenta Cristina Kirchner. «Tiene que ser la candidata en 2011», sostuvo.Por Luis Laugé LA NACION