SOCIEDAD: Tania Luna se convirtió en la primera persona de Latinoamérica en conseguir un documento de mujer pese a nacer varón, sin someterse a una operación.
Una buena noticia más para la comunidad homosexual en el 2010 se plasmó hoy en el Salón Cabezas de la Cámara de Diputados, cuando la Comunidad Homosexual Argentina (CHA) le entregó su nuevo DNI de mujer a un transexual, acto que fue considerado un hecho histórico por las organizaciones de lucha de derechos civiles.
Tania Luna, de 27 años, se convirtió en la primera persona de América Latina en conseguir un documento que reconoce su identidad de mujer habiendo nacido varón, sin haber sido obligada a someterse a una operación de reasignación sexual de acuerdo con un fallo del 2008, del juez marplatense Pedro Hooft.
«La mía es una situación de privilegio», expresó Tania en el Congreso, donde agradeció a su familia y a las organizaciones que la ayudaron con su reclamo. Además, defendió la sanción de una ley para que lo que ella logró vía judicial tenga un alcance popular.
Once años atrás, Tania se rebautizó con el nombre que hoy vio plasmado en su nuevo DNI. La actriz, -profesión a la que se dedica Luna- debutará el día 7 del corriente en un espectáculo de revista junto a Reina Reech
En la ceremonia del Congreso participaron César Cigliutti, presidente de la CHA; Pedro Paradiso Sottile, coordinador del área jurídica de esa organización; el titular del Inadi, Claudio Morgado; la activista Claudia Puccini y Lohana Berkins, referente de la Asociación de Lucha por la Identidad Travesti y Transexual (ALITT).
«El DNI es la puerta de entrada a la ciudadanía, el reconocimiento a la elección sexual de cada uno y el acceso a planes sociales, de salud, al derecho a votar», manifestó Morgado a la agencia de noticias Télam.
Un proyecto de ley presentado el mes pasado fija cuatro ejes para entender las identidades trans. Promueve: la despatologización (no considerar enfermedades a las identidades trans); la desjudicialización (que el trámite de reconocimiento sea administrativo ante el Registro Civil); la desestigmatización (incorpora la no discriminación); y la descriminalización de las identidades trans.
Hasta el 2008 la jurisprudencia argentina admitía que los transexuales se realizaran cirugías «para adecuar su sexo externo a su sexo real» o que, ya sometidos a intervenciones quirúrgicas, adecuaran sus documentos a su identidad real».
Eso cambió a partir de la presentación de Tania y del fallo del juez Hooft, quien argumentó que supeditar la sustitución del nombre a la previa realización de una intervención quirúrgica «implicaría una seria incongruencia» y una «visión reduccionista».
(Fuente: Télam)