Alberto Fernandez afirmó que un ministro «no puede hablar como si estuviera en un bar»
Evitó los nombres. Pero quedó claro a quién dirigió las críticas. Consultado por la preocupación por la Argentina, y en particular por la salud de Cristina Kirchner, que surge de los cables confidenciales del Departamento de Estado de los Estados Unidos filtrados por WikiLeaks, Alberto Fernández fue terminante.
«La preocupación por la salud entre comillas psiquiátrica de la Presidenta surge de la estupidez que alguna vez escribió una revista. De allí se construye todo esto», comenzó el ex jefe de Gabinete. Enseguida aclaró que hablaba de la revista Noticias, que en 2006 publicó una nota sobre la supuesta bipolaridad de la Presidenta.
Entonces, apuntó todos los cañones a Sergio Massa que, según un cable de noviembre de 2009, publicado ayer por el diario francés <em> Le Monde, </em> «trató a Néstor de psicópata, de monstruo y de cobarde, en quien la búsqueda de enfrentamiento político disimula una profunda inseguridad y un sentimiento de inferioridad». También, siempre según la publicación gala, habría dicho cuando ya no integraba el Gobierno: «Kirchner no es un genio perverso, sino tan sólo un perverso».
Alberto Fernandez afirmó que un ministro «no puede hablar como si estuviera en un bar»; según los cables filtrados, el ex jefe de Gabinete le dijo «monstruo» y «cobarde» al ex presidente
«Cuando uno está en funciones, está en funciones las 24 horas. No puede hablar un ratito como si estuviera en el bar de le esquina olvidando la función que tiene. Y allí [en los documentos revelados por WikiLeaks] hay expresiones que por ahí el que las dice, las dice en un ámbito de confianza, como el que generalmente construyen quienes buscan información, pero quien la recibe la recibe de parte de un funcionario del gobierno», argumentó Fernández en declaraciones a radio Belgrano.
No se detuvo allí: «Muchas veces se dice lo que el otro quiere escuchar y no lo que efectivamente es. Muchas veces se siente que uno tiene más posibilidades de quedar bien frente a su interlocutor diciendo lo que quiere escuchar que diciendo lo que corresponde decir», remató.
Sin embargo, aclaró que no quería «abrir juicio» sobre los dichos que el Departamento de Estado le adjudica a Massa. «No abro juicio sobre lo que haya dicho nadie en particular por que no tengo constancia de que haya sido así», concluyó.
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