POLÍTICA Y ECONOMÍA: SE PROFUNDIZA LA GRIETA ENTRE EL GOBIERNO Y LA CITY POR QUÉ EL RIESGO PAÌS, PESE AL PLAN CAPUTO N O BAJA
El índice quedó en 648 puntos, lejos de lo que precisa el Gobierno para salir al mercado voluntario de crédito. Dos visiones antagónicas
La cotización del dólar oficial cerró este miércoles a $1.480 para la venta en el Banco Nación y el mayorista quedó en $1.453, con lo que se mantuvo a 4,1% del techo de la banda cambiaria del Banco Central (BCRA), ubicada en $1.512,5. Mientras que el dólar informal se ubicó en $1.440 para la venta, con lo que recupera parte de la suba de $10 que tuvo el lunes, con el arranque del mes.
En ese contexto, el CCL terminó por debajo del tope de la banda: 1.497 pesos. El MEP, en cambio, lo hizo en 1.470 pesos. Operadores de la City destacan que la escasez en la oferta de divisas es clave para atender la mayor presión sobre el tipo de cambio.
El índice de «riesgo país» se mantuvo en torno de los 648 puntos. Ese escalón implica una suba de 100 puntos respecto del nivel que exhibía a comienzos de este mismo año.
El Gobierno, tras el triunfo en las elecciones de un mes atrás, creyó que el índice descendería rápido, al menos hasta los 500 puntos. Ese era el primer objetivo. Por ahora no se cumplió.
A favor del Gobierno hay un punteo de variables que salieron a favor. Que abrieron las puertas a un descenso del «riesgo país», que aparentemente fue un movimiento que ya encontró un límite.
Los puntos a favor del Gobierno
Acuerdo con el FMI, que incluyó un desembolso inmediato de unos u$s15.000 millones para asegurar los pagos de la deuda.
Apertura parcial del cepo. De manera sorpresiva, el Gobierno dio ese paso, apenas selló el acuerdo con el organismo. Aunque en su momento la medida generó críticas en la City —dada la fuerte demanda de divisas que se produjo tras esa medida—, ahora se aguarda la solución del cepo para las empresas, que continúa vigente.
La intervención directa del Tesoro de los Estados Unidos en el mercado cambiario, a través de la venta de unos u$s2.000 millones. Esa operación, que activó el swap de monedas con EE. UU., fue clave para evitar una disrupción cambiaria.
El triunfo de La Libertad Avanza en las elecciones del 26 de octubre. Un verdadero «cisne blanco» que no estaba en los papeles de nadie, ni siquiera del Gobierno. Este resultado dio lugar a un descenso del «riesgo país» -se encontraba cerca de los 1.000 puntos- pero por ahora no alcanzó a perforar el indicador hasta ubicarlo más cerca de los 500 puntos.
La diferencia no es una cuestión estadística. Si se diera esa baja, el Gobierno quedaría muy cerca de la vuelta a los mercados voluntarios de crédito, algo decisivo en relación con los próximos vencimientos de la deuda pública en moneda dura.
La City vs. Javier Milei: se profundiza la grieta
A la hora de evaluar lo que viene, se produce la grieta entre los economistas de la City y los funcionarios del equipo económico. Y acaso del propio Javier Milei.
Para el Ejecutivo, la clave para lograr una mejora adicional en el riesgo país pasa por los próximos tests políticos que se vienen en el Congreso: busca las aprobaciones del Presupuesto 2026 y la sanción de una reforma laboral.
Sobre este último tema, la idea es que esa discusión arranque, apenas juren los nuevos legisladores, votados en las últimas elecciones.
La hipótesis de la Casa Rosada es que esas aprobaciones habilitarán una mejora en la percepción de los inversores sobre la economía argentina. La desaparición del «riesgo kuka».
En las últimas horas, delegados del oficialismo pusieron en marcha complejas negociaciones en el Congreso, a dos puntas. Por el lado de los gobernadores, en el Senado. Y con legisladores de la oposición en la cámara baja.
«Todavía los votos no están, pero las conversaciones recién comienzan», dice un vocero del oficialismo. Prometen ductilidad en esas negociaciones, que son seguidas de cerca por financistas y por ejecutivos de empresas.
La voz del mercado
En las últimas semanas, hubo un desfile de figuras del mundillo económico que le reclamaron al Gobierno la compra de dólares para las reservas del BCRA.
Desde Domingo Cavallo y Joaquín Cottani a Julie Josack, portavoz del FMI, hasta Juan Carlos de Pablo —amigo personal de Javier Milei—, le reclamaron a Caputo que pronto comience a comprar dólares para el Banco Central.
Ninguno quiere que —como ya sucedió este año— en algún momento el mercado se dé vuelta y la corriente dolarizadora se potencie.
Desde el equipo económico no les salen a responder a esos referentes del mercado. A lo sumo, el ministro de Economía rechazó la idea de ir hacia una flotación del tipo de cambio.
La conjetura de los economistas de la City es que si el Gobierno insiste con la misma receta de todo este 2025, entonces el riesgo país no bajará.