A MENOS DE UN DÍA DE LA RENUNCIA DE ESPERT, EL PRESIDENTE CONVIRTIÓ EL MOVIESTAR ARENA EN SU PROPIO ESCENARIO POLÍTICO-MUSICAL
El presidente combinó música, libro y agradecimientos a su “triángulo de hierro” frente a 14 mil militantes, mientras los cuestionamientos judiciales quedaron afuera.

A menos de 24 horas de que José Luis Espert renunciara a su candidatura por la Provincia de Buenos Aires, Javier Milei eligió aferrarse a su escenario más cómodo: el del espectáculo. Este viernes por la noche encabezó en el Movistar Arena la presentación de su libro La construcción del milagro, convertida en un show musical con 14 mil militantes, luces, guitarras eléctricas y una banda integrada por sus propios funcionarios.
El presidente llegó al estadio pasadas las 19.15, recibido por una ovación militante y un operativo de seguridad desproporcionado, más parecido al de un recital internacional que al de un acto institucional. Afuera, mientras tanto, las calles del barrio de Villa Crespo eran escenario de otro tipo de “show”: Fuera del estadio, se registraron momentos de tensión entre asistentes al acto y manifestantes que expresaban su rechazo al Presidente.
Pasadas las 20.30, Milei irrumpió en el escenario atravesando la multitud, repitiendo el ritual de campaña que lo llevó a la presidencia. Su primera canción fue “Demoliendo Hoteles”, el clásico de Charly García, que rápidamente se puede interpretar como una metáfora involuntaria de su propio gobierno. Luego presentó a “La banda presidencial”, con la diputada Lilia Lemoine y el legislador Alberto “Bertie” Benegas Lynch entre los guitarristas, y continuó con “El Rock del Gato”, de Ratones Paranoicos; “No me arrepiento de este amor” de Gilda, y “Dame el fuego de tu amor”, de Sandro.
En medio del repertorio, Milei aprovechó el micrófono para agradecer al “triángulo de hierro”, integrado por su hermana Karina Milei y su asesor Santiago Caputo, a quienes definió como “la fuerza espiritual” de su gestión. “La victoria en la batalla no depende de la cantidad de soldados, sino de las fuerzas que vienen del cielo”, lanzó el mandatario, fiel a su misticismo característico.
El acto duró poco más de media hora y combinó política, rock y devoción personalista. Entre los asistentes se destacaron Patricia Bullrich, Luis Petri y Diego Santilli, recientemente incorporado en reemplazo de Espert. Ninguno pareció inmutarse ante la crisis interna del espacio ni por los cuestionamientos judiciales que envuelven a dirigentes cercanos.
Mientras la economía no repunta y los conflictos sociales se multiplican, el Presidente parece encontrar refugio en la performance. Ajeno a los problemas cotidianos, Milei volvió a cantar frente a un público reducido pero fervoroso, convencido de que aún puede convertir la gestión en un espectáculo. Afuera, la realidad sonaba en otro tono.
Fte.ic