POLÍTICA: GUERRA DE ALTARES: LA INTERNA ENTRE MILEI Y VILLARRUEL SE TRASLADA AL TERRENO RELIGIOSO
El Presidente profundiza su alianza con las iglesias evangélicas mientras la Vicepresidenta se posiciona como el nexo con el catolicismo. Un quiebre simbólico que marca la agenda de cara al 2026.
La distancia entre Javier Milei y Victoria Villarruel ha sumado un nuevo capítulo de diferenciación pública. En vísperas de Año Nuevo, el Presidente volvió a mostrar su sintonía con la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas (ACIERA), recibiendo a pastores en la Casa Rosada y evitando, por segundo año consecutivo, el saludo tradicional a los obispos de la Conferencia Episcopal Argentina.
Por su parte, Villarruel ha decidido ocupar ese vacío. La titular del Senado inauguró recientemente un oratorio católico en la Cámara Alta —que lleva el nombre de la primera santa argentina, Mama Antula— y mantiene una relación fluida con sectores del clero que hoy se muestran críticos con el rumbo económico del Gobierno. Para los analistas, este «choque de fe» no es casual: Milei apuesta a un sector religioso con fuerte llegada en los sectores populares, mientras que Villarruel busca consolidar el voto católico tradicionalista y conservador.