miércoles 10 de diciembre de 2025 18:23:48

LA CGT ENDURECIÓ SU POSTURA CONTRA LA REFORMA LABORAL DEL GOBIERNO Y ADVIRTIÓ QUE PREPARA UN PLAN DE ACCIÓN

El cosecretario general, Cristian Jerónimo, aseguró que van a «actuar con todas las acciones que sean necesarias». El Ejecutivo avanza con la medida en el Congreso.

008dd2ae-4880-4e2e-8705-60871919dcda_16-9-discover-aspect-ratio_default_0_x1456y1114

La relación entre la Confederación General del Trabajo (CGT) y el gobierno de Javier Milei volvió a tensarse tras la difusión del borrador de la reforma laboral impulsada por el oficialismo. El desencuentro se profundizó con la ausencia de la central sindical en la reunión del Consejo de Mayo, luego de confirmar que el texto no modificaba ninguno de los puntos más cuestionados por el sindicalismo.

En este clima, el cosecretario general Cristian Jerónimo expuso con crudeza la posición de la central obrera y adelantó que la respuesta sindical se definirá en las próximas horas.

El rechazo de la CGT a la propuesta del Gobierno

La difusión del plan de «Modernización Laboral«, redactado por el ministro Federico Sturzenegger, dejó en evidencia que el Gobierno no retiró los artículos que atacaban directamente la estructura sindical. La CGT afirmó que el borrador replicó todos los puntos que habían generado alarma semanas atrás.

En declaraciones radiales, Cristian Jerónimo fue tajante: «Rechazamos la reforma laboral porque entendemos que esto no va a incorporar nuevos trabajadores al sector formal. Solamente plantea una quita de derechos colectiva e individual».

El dirigente remarcó que la raíz del problema no está en la legislación laboral sino en la situación macroeconómica del país: «Lo que no funciona es la economía, están buscando excusas a la vista de todos«.

«La indemnización no es un premio, es el esfuerzo del trabajador en la fuerza productiva de la empresa. El problema del mundo del trabajo no es ese, sino que no funciona la economía», subrayó en relación a la importancia de la protección al trabajador en casos de despido.

Los puntos críticos para la CGT: ultraactividad, convenios y financiamiento sindical

El sindicalismo alertó que el Gobierno pretendía eliminar la ultraactividad de los convenios colectivos, reducir su alcance nacional y avanzar contra la cuota solidaria, un aporte obligatorio que financia la actividad gremial. La CGT advirtió que estos cambios afectarían su capacidad de negociación y debilitarían a los sindicatos.

La preocupación surgió, además, porque el Gobierno obtuvo mayor margen político tras la renovación parlamentaria y se mostró dispuesto a negociar con bloques dialoguistas para aprobar la reforma.

Según reconocieron desde la central obrera, «el proyecto es terrible» y la discusión legislativa será cuesta arriba.

El mensaje político detrás del conflicto interno del Consejo de Mayo

La ausencia de la CGT en la última reunión del Consejo de Mayo operó como un gesto de protesta. Desde la sede de Azopardo 802, señalaron: «Más que un endurecimiento, la ausencia es un mensaje de rechazo de la CGT y no convalidar el documento final del Consejo de Mayo».

Jerónimo detalló cómo se desarrollaron los diálogos internos: «El Consejo de Mayo recibió propuesta de distintos sectores, y desde el primer momento Gerardo Martínez nos planteó lo que estaban proponiendo. No estuvimos de acuerdo y no firmamos el documento final«.

El dirigente sindical insistió en que el Gobierno no abrió canales formales de diálogo: «No existe ningún contacto con nadie que está en Casa Rosada. Hay charlas, pero no sobre la reforma. Nadie nos llamó para hablar puntualmente de este tema«.

La mirada gremial sobre derechos laborales en riesgo

El cosecretario general remarcó que la reforma avanzaba sobre derechos consolidados: «Todo lo que sea regresivo, que no signifique más derechos, estamos en desacuerdo. Los convenios colectivos de trabajo existen para eso».

«En Argentina, nadie se toma los 30 días de vacaciones. Si mañana la patronal va a venir a imponer cómo un trabajador tiene que tomarse vacaciones, es un problema«, agregó cuestionando artículos sobre la organización de las vacaciones.

Y agregó que eventuales regímenes especiales no pueden unilateralizarse desde el Ejecutivo: «Tiene que ser un acuerdo entre el capital y el trabajo, no desde una lógica ideológica«.

Plan de acción y advertencia de la CGT

La central se reunirá en las próximas horas para definir su estrategia: «Mañana la CGT convocó a su consejo directivo y se tomarán las decisiones para construir un plan de acción en contra de la reforma», afirmó Jerónimo.

El dirigente señaló que el objetivo es fortalecer la representatividad sindical: «Tenemos que volver a construir una central sindical que sea muy representativa en el país, y que cubra las demandas de los sectores más postergados».

Y anticipó que la CGT no descarta ninguna medida: «Vamos a actuar con todas las acciones que sean necesarias, tenemos las herramientas para hacerlo. Si todo se resolviera con un paro, hubiéramos hecho todos los necesarios, pero eso no pasa».

El Gobierno busca evitar un choque abierto con la central obrera

Mientras crecía la tensión, dentro del Ejecutivo se produjo una discusión interna. Finalmente, el Gobierno decidió retirar del proyecto el punto referido a la cuota solidaria, uno de los más resistidos.

Una fuente del oficialismo sintetizó el giro político: “Es una reforma que tiene por objetivo generar trabajo. Todo lo que no vaya en esa dirección quedará para ser discutido más adelante”.

Sectores moderados del gobierno, como el asesor Santiago Caputo, presionaron para evitar una confrontación directa con la CGT y ganar tiempo antes de que el Congreso debata el texto definitivo.

Aunque no participó de la última reunión del Consejo de Mayo, el Gobierno espera que la central sindical no active medidas inmediatas. Desde Balcarce 50 reconocen que algún tipo de protesta es probable: «Es lo esperable. Es lo que tienen que hacer«, admitieron.

La discusión parlamentaria

Los gremios, junto a diputados de extracción sindical, ya elaboraron una contrapropuesta. La legisladora Vanesa Siley enumeró puntos para actualizar la legislación: aumento del salario mínimo al valor de la canasta básica, reducción de la jornada laboral a 6 horas, igualdad de licencias parentales, desconexión digital y nuevas normas de seguridad e higiene.

La CGT coincide en que la creación de empleo depende del rumbo económico y no de flexibilizar normas laborales. Una fuente sindical sintetizó la preocupación: «Hasta que no esté ingresado a la Cámara nada es oficial para mí«, sostuvo al conocerse el borrador.

El Gobierno avanza con una reforma estructural mientras la CGT busca rearticularse para enfrentar una propuesta que percibe como un retroceso histórico. Las declaraciones de Cristian Jerónimo reflejan el clima de confrontación: defensa cerrada de derechos laborales, reclamo de diálogo y advertencia sobre la capacidad de movilización sindical.

Con un Congreso dividido, un Ejecutivo decidido y una central obrera al borde de activar medidas, el próximo capítulo dependerá de un delicado equilibrio entre política, economía y representatividad social.

Fte.á