jueves 6 de noviembre de 2025 20:22:43

LA CLASE MEDIA EN CRISIS: 6 DE CADA 10 ARGENTINOS AFIRMAN QUE SU TRABAJO SOLO LES PERMITE «SUBSISTIR»

La restricción constante del consumo está generando cambios profundos en un sector identitario de la sociedad argentina. Un fenómeno emblemático es el del “consumidor sacrificial” en lugar del «consumidor aspiracional». Se resigna más de lo que se espera mejorar.

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La delicada situación económica que atraviesa el país está golpeando a la clase media, uno de los símbolos de la Argentina. Más de la mitad (55%) de los argentinos cree que este sector se está achicando y 6 de cada 10 que su empleo sólo le permite «subsistir». A esto se suma que la expectativa de ascenso social a través de la educación es cada vez menor.

Estos datos desalentadores surgen del informe “Esperando la Carroza: la ‘clase media Mafalda’ se diluye” de la Fundación Pensar, think tank del PRO. Un fenómeno emblemático es el del “consumidor sacrificial” en lugar del «consumidor aspiracional». Históricamente, según el informe, el consumo era asociado en la clase media al bienestar y la idea de progreso. Hoy es un espacio de tensión y sacrificio. Lo que crece es la resignación de consumos para mantener los gastos esenciales, como la educación y la salud.

Lo que se percibe es una pérdida de movilidad ascendente y un crecimiento en el sentimiento de retroceso generacional. El 41% de los argentinos piensa que vive peor que sus padres, y solo uno de cada cuatro cree estar mejor. Se entiende por la caída del poder adquisitivo y de los empleos registrados. El trabajo solo permite “subsistir, pero no progresar”, creen 6 de cada 10 argentinos.

La clase media fue históricamente el corazón del imaginario nacional. Hoy vive un proceso de mutación: sigue siendo aspiracional, pero sufre la pérdida de seguridad y previsibilidad que la definían”, explicó Guillermo Oliveto, fundador de Consultora W.

Creciendo de la percepción como clase media baja

Otro dato ilustrativo de este momento es la percepción sobre en qué lugar de la pirámide social una persona se encuentra. Dos de cada tres argentinos se perciben en el último escalón de la clase media, según el informe de Pensar. En detalle, el 34% dice pertenecer a la clase media baja y otro 34% a la clase baja alta.

«Para la clase media, estar bien se vincula de modo directo y lineal con la disponibilidad, con la capacidad de concretar sus deseos«, dice el informe. En una sociedad que cada vez restringe sus consumos, pone en crisis esta identidad de clase media. «Los objetos de consumo se transforman en señales que indican la solidez de su posición en la estructura social», agregan. Hoy eso está en crisis.

Ante este escenario, la incertidumbre crece. “El consumo se volvió un espejo de la fragilidad: de disfrutar a resistir, de la ilusión al esfuerzo sin premio”, afirma Oliveto, pero cree que la clase media resiste y muestra su capacidad de no abandonar tan fácil su lugar.

Así lo deja claro el informe: «el estudio muestra que la clase media argentina resiste y se reinventa, defendiendo sus símbolos de pertenencia —la educación, el trabajo y la viviendacomo últimos bastiones de identidad colectiva«.

Fte.á