viernes 9 de mayo de 2025 11:04:26

EL PAPA LEÓN XIV DIO SU PRIMER MENSAJE DE LA IGLESIA CATÓLICA «LA HUMANIDAD NECESITA UNA VÍA HACIA DÍOS»

«Quisiera que este saludo de paz, llegue hasta sus corazones, les alcance a sus familias, a todas las personas, donde quieran que se encuentren», expresó el sumo pontífice norteamericano

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Desde el balcón de la Basílica de San Pedro, el Papa León XIV pronunció el primer discurso como sumo pontífice de la Iglesia Católica, en una ceremonia colmada de emoción y esperanza. Frente a miles de fieles reunidos en las afueras del Vaticano y millones que seguían la transmisión en todo el mundo, el nuevo sucesor ofreció un mensaje centrado en la paz, la unidad y el compromiso misionero.

«La paz esté con todos ustedes. Queridos hermanos y hermanas. Este es el primer saludo de Cristo resucitado y buen pastor que ha dado la vida por el rebaño de Dios», inició León XIV. «También quisiera que este saludo de paz, llegue hasta sus corazones, les alcance a sus familias, a todas las personas, donde quieran que se encuentren, a todos los pueblos, a toda la tierra. La paz esté con ustedes».

León XIV agradeció al Papa Francisco
Con lágrimas visibles en el rostro, el papa se detuvo por unos instantes antes de continuar. «Esta es la paz de Cristo resucitado: una paz desarmada y desarmante, humilde y perseverante, que proviene de Dios, Dios que nos ama a todos incondicionalmente». Enseguida, rindió homenaje a su antecesor: «Todavía conservamos en nuestros oídos a esa voz débil, pero siempre valiente, del Papa Francisco, que bendecía a Roma y al mundo entero aquella mañana de Pascua».

«Hoy me piden dar seguimiento a esa bendición. Dios nos ama. El mal no prevalecerá. Todos estamos en manos de Dios. Por tanto, sin miedo, unidos, de la mano con Dios y entre nosotros, sigamos adelante». Luego agregó: «Somos discípulos de Cristo. Cristo va delante de nosotros. El mundo necesita su luz. La humanidad necesita una vía hacia Él, un puente para ser alcanzados por Dios y su amor. Ayudémonos los unos a los otros a construir puentes, a través del diálogo y el encuentro».

«Unámonos todos para ser un solo pueblo», pidió, y expresó nuevamente su gratitud a Francisco. «Agradezco a los hermanos cardenales que me han elegido para ser sucesor de Pedro y caminar con ustedes como una Iglesia unida, buscando siempre la unidad, la paz y la justicia, buscando trabajar como hombres y mujeres fieles a Jesucristo, sin miedo para proclamar el Evangelio y para ser misioneros».

León XIV recordó su raíz espiritual: «Soy hijo de San Agustín, agustino. Él dijo: ‘Con ustedes soy cristiano, para ustedes soy obispo.’ Creo que todos podemos caminar juntos hacia la patria que Dios nos ha preparado. Un saludo especial a Roma. Debemos buscar juntos cómo ser una Iglesia misionera, una Iglesia que construye puentes, con los brazos abiertos para todos, especialmente hacia quienes necesitan nuestra caridad, nuestra presencia, el diálogo y el amor».

En su mensaje final, el pontífice recordó sus años en Perú: «Un saludo también a todos aquellos que me han pedido que recuerde a Dios en el Perú, donde un pueblo fiel ha acompañado a su obispo, ha compartido su fe y ha entregado tanto por seguir a Cristo. Todos ustedes, hermanos y hermanas de Roma, de Italia, del mundo: una Iglesia sinodal, una Iglesia que camina, una Iglesia que siempre busca la paz, la caridad, que busca estar con los más frágiles». Luego, invitó a todos a rezar juntos el Ave María y concedió la bendición apostólica, con indulgencia plenaria. «Que el Papa guíe a la Iglesia y que se conceda paz y unidad a la Iglesia en todo el mundo. Amén»