POLÍTICA: SEGUIMOS TENIENDO A MESSI
La política se nutre de decisiones estratégicas apoyadas en certezas operativas. Uno puede tener una idea muy creativa, pero luego no poder instrumentarla. En este punto está el desdoblamiento electoral en la provincia de Buenos Aires

Por Carlos Fara. La semana vaticana dejó debates sobre el legado de Francisco, mientras en la política local los liderazgos tambalean entre fracturas internas y estrategias improvisadas. Con el dólar contenido, apoyo externo y consumo débil, el oficialismo sueña con las legislativas.
La semana se tiñó de púrpura vaticano. A partir de eso hubo bastante unanimidad sobre el rol que cumplió Francisco, alguna polémica sobre por qué no vino a la Argentina y la grieta, y un debate sobre cuán reformador fue el Papa argentino. Dado que esta es una columna de realpolitik, lo relevante es cuánto margen de maniobra tiene un liderazgo sin producir un cisma, más aún en una organización global que tiene más de 2000 años de existencia y es muy tradicionalista.
Si un líder quiere hacer cambios y al mismo tiempo seguir siendo líder de un colectivo sin que se rompa, necesita tener mucha muñeca entre los combativos y los moderados, los ortodoxos y los heterodoxos, entre los reformistas y los conservadores. Eso significa tener un olfato muy fino respecto hasta a dónde puede tirar de la cuerda respecto a cuánto cambio es tolerable por la gran mayoría. Es decir que, puede cambiar todo lo que guste, pero si se rompe el colectivo, al final del día tendrá menos poder. Quienes apuntan que Francisco no hizo todo lo que debía sobre temas sensibles, es porque quizá no comprendan los desafíos de manejar algo tan complejo como la principal organización religiosa del planeta.
En la política argentina tenemos dos grandes ejemplos actuales respecto a liderazgos que quisieron ser juez y parte, y están terminando por quebrar sus propios colectivos. A Macri se le fueron, nada más, ni nade menos, que los dos precandidatos presidenciales de 2023. Si no llega a ganar la elección de CABA, ser presidente de su partido será un dato marginal del tablero político. El otro caso es el de Cristina, a quién le nació una disidencia desde sus propias entrañas por cometer el mismo error de conducción. Querer ser reconocido como inapelable vértice de un triángulo, implica ser todo lo ecuménico posible. Perón podría contar algo sobre los dolores de cabeza que eso implica.
El gobierno lleva 8 ruedas con el dólar controlado y habiendo producido una nueva polémica sobre su valor “deseado” a $ 1000 y su adicción al carry trade. Por las dudas, sigue recibiendo apoyos desde el exterior: 1) el secretario del tesoro americano que dijo que, en caso extremo, podría haber “a little help from my friends”, y 2) Giorgieva que fue muy Kristalina al iniciar la campaña electoral pidiendo el voto para el gobierno (aunque después dijo que no dijo eso, como de costumbre cuando se mete la pata). Como muestra de que la inflación no es solo un fenómeno monetario, Toto pidió mesura a los formadores de precios y a advertir a los sindicatos que las paritarias tienen techo. O sea, el libre mercado no se estaría verificando. No importa: lo único importante es ganar la elección. Realpolitik, como Dios manda (sobre todo en estos días vaticanos). Entre otras cosas porque el índice de confianza del consumidor de la UTD marcó en negativo por tercer mes consecutivo (aunque estabilizándose), y porque el consumo popular tiene una recuperación muy lenta.
Si Trump recoge el barrilete y estabiliza la locura global, con la ayuda recibida, el cambalache de la división kirchnerista y el desangramiento amarillo, el oficialismo puede seguir confiando en ganar las elecciones legislativas, pese a todos los errores políticos cometidos en lo que va de este año. Como venimos comentando en esta columna, la mayoría han sido temas lejanos al cotidiano ciudadano, ergo, de incidencia electoral marginal. Claro, el león tampoco está en su mejor momento.
La política se nutre de decisiones estratégicas apoyadas en certezas operativas. Uno puede tener una idea muy creativa, pero luego no poder instrumentarla. En este punto está el desdoblamiento electoral en la provincia de Buenos Aires. En nuestra última columna del año pasado –“Libertario hiperpolítico”- dimos cuenta que el juez Ramos Padilla dijo algo así como “tenemos un problema Houston” si se pretendía desdoblar los comicios. Es un secreto a voces en La Plata que la provincia no tiene el dinero, el personal de seguridad, ni los empleados judiciales suficientes para hacer frente a semejante reto. Estamos hablando de que esto se sabía hace por lo menos 4 meses atrás. Pero el plan político de Kicillof y aliados siguió avanzando. ¿Cristina se lo aceptó finalmente al gobernador a sabiendas de este “detalle”? Si hay dificultades para organizar una elección, imagínense dos. Por eso, las PASO se van a caer sí o sí.
Pero, el nuevo capítulo se llama “cronograma electoral”, en donde la jefa (a esta altura, solo de un sector) pretende un calendario acomodado a sus maniobras de negociación superpuestas con los tiempos de la elección nacional. En las próximas horas veremos a qué conclusiones llega el juez con los apoderados de los partidos. ¿Axel tendrá que desdecirse de su apuesta? Un comicio provincial el 7 de septiembre, ¿evitará realmente una nacionalización del debate, cuando ya estarán en la cancha los candidatos para octubre que se presentarán el 17 de agosto? ¿A cuál de los dos bandos será más sensible el magistrado? Esto que siempre lució un poco un desmadre, se podría complejizar si el gober además se decide por resucitar el sistema de colectoras. El “gatito mimoso” no se puede quejar: esta parte de la oposición le está haciendo un generoso aporte a la causa libertaria.
Macri sigue batiéndose a duelo con el oficialismo por los soldados que se siguen pasando de bando (el exsenador Kueider tampoco tiene copia de las facturas emitidas). Quedan 3 semanas para la elección en CABA y su lista no repunta. Recuerden: cualquier cosa que no sea un triunfo, será el inicio del ocaso del Pro. La queja política a LLA sobre que van divididos no corre para quien tiene el poder, porque si el que lo tiene no sabe o no puede ordenar…
Por último: ¿se acuerdan del gran debate sobre donde debía instalarse la famosa planta de GNL, si en PBA o en Río Negro? Pues eso naufragó. Hay otras “vacas muertas” en el mundo y más baratas en dólares. Los malayos levantaron campamento porque miran otros lugares.
Se fue Maradona. Se fue el Papa. Pero seguimos teniendo a Messi. ¡Dios salve a la Argentina!