CRISTINA KIRCHNER REAPARECIÓ EN LA UBA Y HABLÓ DE «DESCOMPOSICIÓN INSTITUCIONAL»:»ESTÁ CLARO POR QUÉ Y A QUÉ VIENE EL FONDO»
Durante un acto en la Universidad de Buenos Aires, la expresidenta cargó contra Milei, el Congreso y el FMI.

En el marco del Congreso Educativo Nacional realizado en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, Cristina Fernández de Kirchner reapareció este sábado con fuertes críticas al Gobierno nacional y al Congreso. Lo hizo horas después de que la Justicia rechazara los recursos en su contra en la causa Vialidad y el Gobierno de Estados Unidos le prohibiera el ingreso por corrupción.
Sin embargo, su discurso pareció ignorar el impacto que sus propias gestiones tuvieron en el país: una economía quebrada, índices récord de pobreza, una matriz de corrupción estatal, y un legado institucional que todavía condiciona a la Argentina.
La exmandataria acusó a los tres poderes del Estado de atravesar un proceso de «descomposición institucional», al tiempo que cuestionó el acuerdo del Gobierno con el Fondo Monetario Internacional. «El Congreso le dio un cheque en blanco a este presidente para que haga lo que quiera con el Fondo», sostuvo, sin reparar en que fue su propio gobierno el que dejó al país con un acuerdo millonario con China, deuda con el Club de París y sin reservas en el Banco Central.
También apuntó contra los diputados del peronismo que acompañaron el DNU: «Si los diputados peronistas de Catamarca, Tucumán, Misiones y Salta hubieran votado junto al peronismo, este cheque en blanco no existiría», lanzó, intentando reordenar su espacio, pero sin asumir los costos políticos que su figura representa para gran parte de la sociedad.
La condena judicial y el pasado que vuelve
Mientras llamaba a la reorganización del movimiento nacional y popular, Cristina evitó profundizar sobre el fallo reciente de la Cámara de Casación que ratificó su condena por administración fraudulenta en la causa Vialidad. Se trata de una sentencia que la inhabilita de por vida para ejercer cargos públicos, aunque aún resta la decisión final de la Corte Suprema.
Lejos de un gesto de responsabilidad política, la expresidenta denunció una persecución judicial y consideró que las decisiones de los tribunales federales «son de manual». En simultáneo, criticó al legislador Edgardo Kueider —clave en la votación de la ley bases—, detenido con 250 mil dólares en la frontera con Paraguay. «Permítanme dudar de por qué votan como votan ciertos legisladores», deslizó, aunque su propio espacio ha sido señalado históricamente por negociaciones espurias en el Congreso.
Estados Unidos y la sanción por corrupción
La reaparición de Cristina se dio luego de que el Gobierno de Donald Trump oficializara su inclusión en la lista de funcionarios extranjeros sancionados por corrupción. La medida también afecta a Julio de Vido y a sus respectivos familiares. En el caso de la expresidenta, el Departamento de Estado fundamentó la decisión en las múltiples causas judiciales por fraude, coimas y desvío de fondos públicos.
Lejos de dar explicaciones, Kirchner adjudicó la medida a un pedido del presidente Javier Milei. «Muy a pedido, este hombre no se la banca solo», ironizó.
Un discurso sin responsabilidad histórica
La expresidenta volvió a presentarse como víctima de persecución, sin asumir el impacto que sus mandatos dejaron en la Argentina: aumento sostenido de la pobreza, cepo al dólar, default selectivo, fuga de capitales, manipulación del INDEC, cooptación de organismos estatales y casos de corrupción que involucraron a su entorno más cercano, como José López, Lázaro Báez, Ricardo Jaime y el propio De Vido.
Lejos de generar una autocrítica, Cristina volvió a convocar a la militancia para reorganizarse: «El pueblo tiene que volver, pero tiene que volver organizado», afirmó. Sin embargo, su figura divide al peronismo, desgasta el discurso institucional y representa un obstáculo para una renovación política real en la Argentina. Fte.Ei