lunes 18 de noviembre de 2024 15:50:13

POLÍTICA: EN EL G20 ARGENTINA ADHIRIÓ A «LA ALIANZA CONTRA EL HAMBRE QUE PROPUSO BRASIL» PERO INCLUYÓ UNA DECLARACIÓN DE PRNCIPIOS CONTRA ELSOCIALISMO

Para evitar la ruptura, el Gobierno argentino pidió la adición de una declaración de principios propios contra el socialismo.

En una movida inesperada durante la Cumbre del G20 en Río de Janeiro, la Argentina de Javier Milei decidió adherirse a la «Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza» propuesta por el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva. Esta alianza, integrada por 80 países, busca coordinar esfuerzos para erradicar el hambre y la pobreza a nivel mundial mediante un sistema de acuerdos flexible.

El gobierno argentino emitió un comunicado oficial detallando las condiciones bajo las cuales se sumó a la Alianza. «La República Argentina, expresando la voluntad democrática de su pueblo, se compromete a luchar contra el hambre y la pobreza mediante reformas de mercado que, además de su probada eficacia para alcanzar el doble objetivo de esta Alianza, respeten la igualdad de derechos de todos los individuos», señala el documento oficial. Además, Argentina enfatizó que la adhesión no implica la aprobación colectiva de instrumentos o programas de políticas específicos. Destacando así la inclusión de «enfoques impulsados y orientados por el mercado».

Declaración de principios propia
Para distanciarse ideológicamente de la propuesta original de Lula, el comunicado argentino incluye una declaración de principios: «Las políticas socialistas violan los derechos de los individuos y, al asfixiar las economías de los Estados nacionales que las implementan, siguen provocando un subdesarrollo insostenible que impide cualquier lucha viable contra el hambre y la pobreza». Esta declaración subraya la intención de Argentina de adherirse a la alianza bajo sus propios fundamentos económicos, alineados con una visión de mercado libre.

El presidente Milei ha mantenido una postura firme respecto al rol del Estado en la economía, promoviendo métodos vinculados a la economía de mercado para combatir la pobreza y el hambre. Aunque la adhesión a la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza representa una colaboración multilateral, el mandatario argentino no ha modificado sus opiniones personales sobre la intervención estatal, prefiriendo soluciones basadas en el mercado.

Durante la cumbre, se destacó que la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza comparte similitudes con la Agenda 2030 de la ONU, aunque Argentina busca adaptar su participación para que refleje su enfoque económico. «Adherimos con nuestros propios fundamentos sobre macroeconomía estable, condiciones de inversión y generación de empleo», afirmó una fuente oficial de la delegación argentina.

Rechazo a los principales ejes de la agenda
A pesar de esta adhesión, el presidente argentino rechazó continuar alineándose con otros ejes de la agenda presentada por Lula, como el impuesto a las grandes fortunas o las políticas sobre cambio climático e igualdad de género. «La República Argentina se suma a esta Alianza Global recordando, de conformidad con su Documento Inicial, que no implica la aprobación colectiva de instrumentos o programas de políticas específicos», agregó el comunicado, subrayando la flexibilidad de la alianza para aceptar diferentes modalidades de participación.

La adhesión de Argentina a la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza marca un punto de inflexión en su política exterior, mostrando una disposición a colaborar en iniciativas globales bajo sus propios términos. Sin embargo, Milei continúa rechazando otras propuestas de Lula que no se alinean con su visión económica, manteniendo una postura independiente en temas geopolíticos como la guerra en Ucrania y la crisis en Medio Oriente.

Un panorama de diferencias ideológicas
El acuerdo diplomático entre Argentina y Brasil en el marco de la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza no se extiende a otros asuntos del G20, dejando abiertas las diferencias ideológicas que han caracterizado la relación entre ambos líderes. La participación argentina en la Alianza Global refleja un intento de equilibrar la cooperación multilateral con la preservación de sus principios económicos, destacando la capacidad del país para negociar dentro de foros internacionales sin comprometer su agenda política interna.