miércoles 30 de octubre de 2024 18:45:53

EL ASEDIO MILEÍSTA TIENE A VICTORIA VILLARRUEL CON LA GUARDIA EN ALTO

El entorno del Presidente mantiene sus críticas y sospechas sobre la vice. Ella mira con desconfianza los fondos reservados para la SIDE

Por Eduardo Van der Kooy. Victoria Villarruel, la vicepresidenta, quedará a cargo del Poder Ejecutivo, otra vez, cuando Javier Milei emprenda su viaje a París para la inauguración de los Juegos Olímpicos y un encuentro con Emmanuel Macron. La mujer ha dejado fijo en sus redes aquel mensaje que desató el insólito conflicto diplomático con Francia después que se filtrara un tramo del cántico de los jugadores de la selección de fútbol con alusiones racistas. “Nunca tuvimos colonias ni ciudadanos de segunda”, disparó duramente contra su entender de la historia francesa. Villarruel debería acompañar al Presidente al acto de inauguración de la Sociedad Rural el próximo domingo. ¿Dará una recorrida informal, con antelación, en el predio de exposiciones de Palermo?.

El interrogante aflora porque el conflicto entre las dos principales figuras del Ejecutivo viene escalando en la última semana. Aunque convendría señalar algo. La pelea parece espoleada antes por sus círculos cercanos que por ellos mismos. Villarruel añadió solo un elogio a la selección tras su declaración altisonante luego que la Argentina conquistara en fútbol su segunda Copa América consecutiva. El Presidente declaró, con cuidado, en una entrevista radial que aquel tuit “no fue feliz”. Dijo que no era conveniente mezclar los asuntos políticos con el deporte. Punto final.

Los malestares, sin embargo, se continúan procesando en las vecindades de uno y otro. El senador Fernando Paoltroni salió en defensa de la vicepresidenta. Es apenas uno de los siete que en la Cámara Alta posee La Libertad Avanza. Es el mismo que anticipó que no votará el pliego del juez Ariel Lijo para que pueda convertirse en miembro de la Corte Suprema. No le perdona una maniobra que terminó favoreciendo al gobernador Gildo Insfrán en la causa Ciccone por la cual terminó condenado Amado Boudou.

El senador formoseño marcó dos aspectos que llamaron la atención, al margen de la defensa que hizo de la figura de la vicepresidenta. “Si la política manda malas señales será más difícil resolver los problemas económicos”, planteó. Le apuntó, por otro lado, al sistema de toma de decisiones en el Gobierno. “Es una dificultad que la mesa sea tan chica para gobernar un país tan grande. Ya hemos tenido experiencias con gobiernos que no escuchan”, alertó.

La referencia pudo haber contemplado el pensamiento de Villarruel. También la opinión de funcionarios mileístas que observan como filtro demasiado infranqueable aquel que Milei comparte con su hermana, Karina, y con el joven asesor Santiago Caputo. Muy cerca de ellos está Luis Caputo, el ministro de Economía. Todavía falta precisar la ubicación precisa de Federico Sturzenegger, nuevo ministro de Transformación del Estado. Guillermo Francos, el Jefe de Gabinete, se aboca a la rosca con “la casta”, que tantas veces necesita el mandatario.

Karina, El Jefe, fue la persona encomendada por Milei para acomodar la relación enturbiada con Francia. Se trasladó a la sede diplomática gala y se excusó delante del embajador Romain Nadal. Nada bien quedó Villarruel. La Secretaria General es una de las que más recela del comportamiento de la vicepresidenta. No cree, como su hermano, que la titular del Senado acompañe en “un 95%” los postulados del Gobierno.

Villarruel se diferencia de Cristina
Villarruel se empeña en hacer una clara disección en el conflicto que lleva adelante. No está dispuesta a confrontar con Milei, el Presidente. Aquella vez que el Senado decidió rechazar el DNU presidencial (que tiene vigencia porque Diputados nunca lo consideró) sostuvo que “no me voy a convertir en aquello que vinimos a cambiar”. La alusión apuntó a las fricciones de Cristina con Alberto Fernández. Es cierto que la versión de este conflicto no tiene aquella dimensión escandalosa, que atentó contra la gobernabilidad. Tampoco resulta saludable que exista en una administración débil, cercada por una gran crisis económica, que lleva apenas recorridos siete meses.

Villarruel siente que el desafío de la tropa mileísta no la resiente para nada. Una última encuesta de la Universidad de San Andrés revela incluso que, respecto de la medición anterior, habría registrado un ascenso. Posee un 43% de aceptación. Apenas dos puntos por debajo de los mejor ponderados: Milei y Patricia Bullrich. Existiría otro diferencial a su favor, a priori, que enseña la experiencia política: a los funcionarios encargados de las tareas muchas veces subterráneas del poder, en las sombras, les suele costar la buena inserción en la consideración pública. Tal vez, un llamado de atención para Karina a cargo ahora de una importantísima tarea: el armado nacional de la Libertad Avanza para enfrentar las legislativas del 2025. ¿También una posible candidatura en la Ciudad?.

Los desencuentros de Karina con Villarruel son anteriores a la victoria de Milei. Nunca le convenció como compañera de fórmula del mandatario porque presumió falta de fidelidad y la pretensión de construir un proyecto diferenciado. Nadie sabe con qué herramientas. La Secretaria General y el joven Caputo tuvieron mucha incidencia en la poda inaugural que sufrió la vicepresidenta. Pensó que podía ejercer alguna influencia en las áreas de Defensa y Seguridad. Sus especialidades. Allí el Presidente resolvió colocar a la fórmula electoral de Juntos por el Cambio: Luis Petri en la primera cartera; Bullrich para que se encargue, sobre todo, de restablecer el orden callejero, extraviado desde hace décadas por los reclamos piqueteros.

Los asesores de Villarruel han comenzado a poner el foco en otro asunto que los inquieta. La resurrección de la Secretaria de Inteligencia del Estado (SIDE), maquillada por Cristina como Agencia Federal de Inteligencia (AFI) antes de finalizar su segundo mandato. Estará dividida en cuatro áreas (Servicio de Inteligencia Argentino; Agencia de Seguridad Nacional, Agencia Federal de Ciberseguridad; División de Asuntos Internos) pero tendrán dos mandos superiores. O mirados bien, uno. Serán Sergio Neiffert y Santiago Caputo. El primero fue designado por el segundo.

La remozada SIDE poseerá facultades ampliadas que le permitirá, por caso, controlar recursos de inteligencia destinados a Defensa y Seguridad. En las últimas horas Milei firmó un decreto para asignarle $ 100 mil millones al organismo en carácter de gastos reservados. Es decir, podrán ser utilizados de manera discrecional. Nada nuevo que no conozca la Argentina y que no haya sido puesto en práctica habitualmente por “la casta”.

Los peores fantasmas vuelven a sobrevolar el destino que podrían tener aquellos fondos. ¿Para misiones especiales? ¿Para prevención interna? ¿Para espionaje ilegal? ¿Para dirimir pleitos palaciegos? Esas mismas preguntas empezarían a incomodar en el Senado. Por esa razón, tal vez, Villarruel no esté dispuesta nunca a bajar su guardia.Clarín. Fte. Identidad Correntina