viernes 22 de noviembre de 2024 07:52:35

EL VOLANTAZO DE CAPUTO, LA NEGOCIACIÓN SECRETA CON LOS BANCOS Y REAPARECE MACRI

El ministro de Economía optó por una intervención en el mercado para frenar la suba de precios y la especulación por la brecha cambiaria. El FMI se endureció. Milei apuesta a que Trump le tienda una mano en caso de ganar

Por Marcelo Bonelli. Al “rockstar” esta semana no le respondió la botonera. Luis Caputo anunció una inesperada intervención cambiaria que confundió a los banqueros. El “volantazo” -el fin de semana- fue una decisión arriesgada para frenar una cuestión: un caliente inicio inflacionario en julio. En el avión a EE.UU. -costoso y privado- Caputo se sinceró con el Presidente: hubo un recalentamiento de los precios. Toto adjudicó el problema a la avaricia de los empresarios y la especulación por brecha cambiaria.

Un día antes estuvo con los formadores de precios y hablaron del tema. También estuvo la nueva mandamás de COPAL, Carla Bonito. La reunión duró solo una hora: Caputo insistió con su monserga: defendió la tablita, prometió bajar el impuesto PAIS y exigió prudencia en las remarcaciones. COPAL, en sus análisis secreto de inflación, detectó: suba en la primer semana de los alimentos estacionales.

Caputo sugirió que algo iba a hacer. El viernes -un día después- en el avión, el ministro recomendó la receta heterodoxa: intervenir el mercado. La misma decisión que adoptó cuando fue jefe del BCRA, con Mauricio Macri. Después fue eyectado por pedido del FMI, de Christine Lagarde. Ahora, Milei avaló a Caputo. Son medidas intervencionistas. Lo contrario a lo que pregona “Javo”.

Pero Milei compró el paquete: Toto le prometió que va a encauzar la lucha contra la inflación, principal activo político del “León”. Caputo argumentó ante Milei que el paquete tendría tres efectos: desplomar el dólar, desplomar –aún más– el consumo por la restricción monetaria y perforar la inflación del 4%. Pero -otra vez- la instrumentación provocó turbulencias y a Caputo se lo vio con falta de reflejos. Atrás de los acontecimientos y fuera de distancia.

Primero, habló Milei. Y después salieron los twitter y al final Toto tuvo que explicar el complejo tema en un programa deportivo radial que interrumpió porque -obvio- estaban con la Copa América.

Un día después -y de urgencia el tuitero tardío Pablo Quirno tuvo que aclarar más cosas. Lo hizo para evitar un derrumbe mayor en los bonos y acciones. Igual, cayeron fuerte ese lunes. Ayer, el BCRA perdió US$62 millones.

Hubo mucha opacidad e improvisación. Santiago Bausili –quien debe instrumentar las medidas– no apareció por ningún lado. Entre banqueros se especuló con que había cortocircuitos con Caputo. “Toto” pulverizó la independencia del BCRA que pregona la “patria libertaria”: Bausili actúa como un funcionario más de su equipo.

Tanta confusión oficial hizo que los mercados reaccionaran mal. El primer día hubo un garrotazo contra el dólar. Pero después repuntó y ayer la brecha estaba otra vez cerca del 40%. En la semana, el riesgo país subió y los bonos cayeron. Las acciones de los bancos se desplomaron. Obedece a la exigencia del BCRA de que acepten rescindir los contratos “PUTS”.

Se trata de una operación en apariencia voluntaria. Bausili se reunió en privado y en forma personal con los “capos” de cada banco. Estuvieron todos en su despacho.

Bausili -emulando a Ford Coppola en El Padrino- les hizo una propuesta que no podían rechazar. Así les dijo: “Es una invitación a rescindir los contratos”. Los bancos más importantes sacaron números. La cifra es millonaria. La mayoría de los informes financieros internos de los bancos desaconsejaban la operación y proponían rechazar la exigencia de Bausili. Esos textos argumentan una cosa: que debilita a los bancos, porque elimina una cobertura sobre los bonos.

Pero los “capos” bancarios también evaluaron la cuestión política: temen que Milei enloquezca y los acuse de “golpistas” si no aceptan la transacción. Tambien Bausili ayer utilizó vaselina para facilitar que la cuestión sea menos dolorosa a los financistas: el BCRA bajó la tasa para prestar por liquidez.

Anoche, el balance era el siguiente: bancos importantes –el principal extranjero y otros– aceptaron 100%. Otros, entre el 30 y 50%. Pero sobre las medidas de Toto, los informes de los “lobos” de Wall Street decían: Caputo propone usar los dólares que no tiene el BCRA, para controlar el precio del billete.

Hacen referencia a una cuestión: las reservas de libre disponibilidad siguen negativas en alrededor de US$ 2000 millones. Por eso los “papers” secretos de Manhattan sostienen que la intervención cambiaria no resuelve nada de fondo. Son trabajos de casas importantes. JP Morgan, Barclays, HSBC, Morgan Stanley. Textos privados que marcan cuatro problemas.

Primero, diagnostican que las medidas “debilitan” la garantía de pago de la Argentina. También, que el epicentro del problema son las escasas reservas del BCRA. Insisten con el atraso del dólar y con que el acuerdo con el FMI está “cada vez más lejos”. Washington está en contra del dólar “blend” y rechazan la intervención. El silencio del FMI fue sonoro. Para los burócratas de Rodrigo Valdés las medidas son blasfemia.

Están que arden. Gita Gopinath hizo una sola manifestación pública: “Felicitaciones por ganar la Copa América” y absoluto silencio sobre anuncios. Muchos lo interpretaron como un ninguneo a “Toto”. El FMI se endureció. Caputo lo esconde, pero sabe que hasta fin de año no hay posibilidad de abrir un acuerdo y menos con estas medidas. Para empezar a hablar, Caputo tendría que devaluar y Toto repite: “antes de devaluar renuncio”.

El “León” apuesta todo a Donald Trump. En Olivos, eufórico, dice que Trump le va a tender una mano en caso de ganar. Milei quiere repetir la historia de Mauricio: que Trump interceda para sacarle un megapréstamo al FMI y solucionar todo. El problema son los tiempos: eso podría madurar solo recién a fines del verano de Argentina. Y la traba es que Argentina ya tiene un “megapréstamo”.

Vladimir Werning, el vice del BCRA, esta semana, intentó calmar a los “lobos” de Manhattan. Su exposición fue polémica, frente a las críticas por las medidas. Werning contragolpeó: “achicar la brecha es imprescindible para juntar reservas”. Y después se sinceró: “Milei quiere bajar la inflación, para ganar elección de medio término”.

Teddy Karagosian metió una bomba. El ex asesor de Milei decidió cuestionar duro al ministro. “Javo” ya lo alertó: “no voy a dejarle que le toquen el culo a Toto”. Karagosian cometió un sincericidio: habló de la recesión y del grave atraso del dólar. Quería irse del Consejo Asesor del Presidente. Ayer Milei lo trató de “traidor”.

En encuentros privados ya era muy crítico de Demian Reidel y de la inactividad del organismo: “Son vagos, no se reúnen”. Sobre “Satanás” – así le dicen a Reidel – repetía: “es un irresponsable. Vive en Manhattan y asesora desde EE.UU.”. También – varias veces– dijo que era mentira su construida historia de financista exitoso: “encima delira con la inteligencia artificial”.

Karagosian –un fuerte empresario textil– expuso en público la preocupación de los “popes” fabriles: la recesión que no cede. Hasta la prudente UIA de Daniel Funes de Rioja salió a decirlo. “Isidorito”, por primera vez, sacó un documento advirtiendo la cuestión: hay temor de caer en una hiper-recesión.

Macri -con su equipo- evalúa la situación. Prepara una fuerte reaparición pública. Hablará después de un silencio de ocho meses. Será en dos semanas, en un acto del PRO en Vicente López. Será después del maltrato que recibió en Tucumán: le marcará la cancha a Milei. Clarin. Fte. Identidad Correntina