ECONOMÍA: MERCADOS EN ALERTA, ANTICIPAN UNA SEMANA EN ROJO PARA ACCIONES Y BONOS ARGENTINOS
Se espera un arranque de semana en rojo a la vista de los sucedido en Wall Street durante los dos días de feriado nacional. Principales aspectos
La pasada semana, marcada por los feriados del jueves y viernes en Argentina, dejó a los mercados locales en pausa. Las acciones que cotizan en Wall Street bajo la forma de ADR mostraron caídas significativas, sugiriendo un posible inicio de semana negativo para la bolsa local.
No obstante, es crucial contextualizar estos movimientos y evitar evaluaciones precipitadas. Desde 2022, las acciones argentinas han experimentado una tendencia alcista notable. Papeles como YPF y Grupo Galicia (GGAL) casi quintuplicaron su valor en dólares, aunque no sin sufrir importantes tomas de ganancias a lo largo del año pasado. Desde los mínimos de 2023, estos valores se han triplicado, y aunque están entre un 10% y un 15% por debajo de sus máximos recientes, esta corrección puede verse como una toma de ganancias natural.
La suba de las acciones en el último año estuvo impulsada por expectativas de mejora económica asociadas a un cambio de gobierno.
Sin embargo, para que el mercado continúe ascendiendo, estas expectativas deben materializarse en mejoras concretas en la economía real.
Argentina entró en recesión en el último trimestre del año pasado y esa tendencia se intensificó a principios de este año, acompañada por una alta inflación, una combinación conocida como estanflación.
Este contexto económico mantuvo al índice Merval lateralizando entre febrero y abril, con un intento de subida en mayo que finalmente se agotó, entrando ahora en una fase de corrección. Un producto ba?sico que no para de subir de precio
Semana en rojo para bonos y acciones: ¿cuáles son los indicadores y factores clave?
A pesar de noticias positivas como la sanción de la Ley de Bases y el paquete fiscal, así como el quinto superávit financiero consecutivo, estos eventos han sido más oportunidades de venta que impulsores de una tendencia alcista sostenida.
La sostenibilidad del superávit financiero es una preocupación constante, dado que frecuentemente se ha basado en eventos extraordinarios como la licuación de algunos gastos, la cancelación de consumos con bonos, ingresos del impuesto PAIS por la emisión de Bopreal y una mayor recaudación de ganancias producto de la devaluación de diciembre 2023.
Otro punto crítico son las reservas del Banco Central (BCRA). Aunque ha logrado comprar dólares, las cantidades son inferiores a lo esperado para esta parte del año que estacionalmente suele ser la mejor para la acumulación de reservas.
La recesión podría reducir la demanda de dólares, la relación entre las necesidades de dólares para las importaciones y el PIB es de 3 a 1, pero esto también complica las ganancias corporativas, afectando negativamente el valor de las acciones. Además, se reduce la cantidad de puestos de trabajo, especialmente en pequeñas y medianas empresas, que cuentan con menos recursos para enfrentar la crisis. Este deterioro del empleo afecta directamente al consumo, creando un círculo vicioso que agrava la situación económica.
A esto se suma el atraso cambiario, con un dólar que, en términos reales, está por debajo de su valor tras la devaluación de Massa en octubre del año pasado, y cercano a los niveles de diciembre del mismo año. La inflación, que se espera cierre junio en un rango del 5% al 6%, añade más presión a la economía.
Bonos y acciones argentinos: ¿en qué fase del mercado están?
En resumen, el mercado probablemente continuará en una fase de corrección hasta que los indicadores económicos comiencen a mostrar signos de mejora sostenida. Mientras tanto, es posible que se vean reacciones positivas momentáneas ante noticias aisladas, pero para retomar una tendencia alcista sólida, será necesario un impulso proveniente de mejoras reales en la economía.
La relación entre el desempeño del mercado financiero y la economía real es ineludible. Los inversores deberán mantenerse atentos a estos indicadores clave y ajustar sus estrategias en consecuencia, esperando que las promesas de un nuevo gobierno se traduzcan en realidades económicas tangibles.