VICTORIA VILLARRUEL, LA VICE QUE ARMA SU PROPIA AGENDA Y NO QUIERE QUEDAR A LA SOMBRA DE JAVIER MILEI
Mantiene contactos con Defensa y Seguridad pese a que la relegaron de esas áreas. No quiere que su rol se limite solo al Senado y se muestra dialoguista
«Victoria es una líder natural, la gente la sigue», destacan en el entorno de la Vicepresidenta para justificar porque está dispuesta a construir una agenda propia y no sólo a abocarse a «ordenar» el Senado. Villarruel, como integrante de la familia militar, sigue en contacto con las FF.AA. pese a haber sido desplazada por Javier Milei de las áreas de Seguridad y Defensa, plantea discusiones en las reuniones de gabinete y se constituye como «el rostro humano» del ajuste libertario.
Esta abogada, hija del fallecido teniente coronel Eduardo Villarruel, saltó a la arena política antes que el propio Presidente cuando creó una Fundación de asistencia a las víctimas del terrorismo. Se mostró firme en el debate con Agustín Rossi, como cuando dijo que «en ningún momento se compara a un héroe de Malvinas (por su padre) con un politiquero como es tu caso”. En esa discusión pudo dar muestra de una «personalidad» que la ha llevado a plantear en una reunión del equipo de gobierno su reparo a «las formas» del DNU desregularizador que viene siendo objetado por la Justicia.
Esta semana rindió homenajeó a los 9 militares y 2 policías que murieron durante el ataque al regimiento de La Tablada en 1989 y participó del sepelio de la pequeña Uma, la hija del custodio de Patricia Bullrich asesinada en Lomas de Zamora. Antes había estado en Tandil, adonde arribó en un avión del Ejército, recordando a los oficiales ultimados en una incursión del ERP, en 1974. En esta última ocasión sí estuvo acompañada por el ministro Luis Petri (Defensa). Pero, como quedó dicho, no necesita pedir permiso para vincularse con integrantes de las fuerzas armadas o de seguridad.
Victoria Villarruel en el festival de Jesús María, donde fue increpada por Peteco carabajal.
A través del Senado, además, mantiene contactos con los «enlaces» de cada arma y tutela la comisión de Acuerdos que aprueba el ingreso y salida de tropas y los ascensos militares. La designación en el cuerpo de Claudia Rucci -hija del ex líder de la CGT asesinado por la guerrilla- podría ser la punta de lanza para el impulso a una ley «reparatoria» a las víctimas del accionar de las organizaciones armadas.
Si bien se molesta cuando se duda de su lealtad hacia Milei, no quiere tampoco quedar como una Vice dedicada a tocar la «campanita» del Senado. Cuenta con el aval de Mauricio Macri pero rechaza haberse reunido en el Sur con el expresidente. Suele hacer las compras en el supermercado -hace unos días se viralizó una foto que la muestra en una conocida cadena- y es consciente del drama inflacionario. «Tiene sentido común», dicen en su entorno.
Esa visión terrenal de la cosa pública -y de las consecuencias de las medidas económicas- podría generar algún tipo de ruido con la Casa Rosada. Por lo pronto, en el propio oficialismo admiten que la Vice tiene una relación distante con Karina Milei. Lo que ocurre es que ese vínculo gélido se remonta a los primeros tiempos de la campaña: en enero de 2023 la entonces candidata había sido relegada de una caminata por Pinamar del locuaz economista.
Victoria Villarruel con Claudio Rucci a quien sumo como directora del Observatorio de Derechos Humanos del Senado.
«Karina tampoco está acostumbrada a que haya debate político. Y Victoria tiene formas distintas de relacionamiento, algo que se vio cuando logró esa mayoría de 39 senadores para quitarle poder al kirchnerismo», explica un dirigente libertario consultado.
Quizás el mayor interrogante hacia dentro de LLA es su sociedad política con el diputado Guillermo Montenegro. Esa cercanía en su momento despertó cierto malestar en más de un senador libertario. Pero el diputado goza de su más absoluta confianza. Ambos integran el Partido Demócrata: la Vice es referente nacional y titular de la seccional Provincia. Pero el escaso tiempo que le dedica al espacio ha generado malestar en dirigentes que la acompañaron en la campaña bonaerense.
Victoria Villarruel en el Senado.
Es celosa con su vida privada. Vive sola en un departamento de zona norte -antes de asumir habitaba una casa de un barrio cerrado de Pilar- y como ferviente católica, suele ir a misa. Recibió en su despacho al obispo castrense Santiago Olivera y mantuvo contactos informales con importantes integrantes del Episcopado. Tras su polémica visita al festival de Jesús María, promete más incursiones en «fiestas populares» y, además, desplegar una «agenda federal».Fte.Identidad Correntina