LO QUE EL PUEBLO QUIERE SABER
Hay una realidad más sensible y que influye a todo el grueso de los contribuyentes; quienes se preguntan día tras día ¿cuándo lanzará un destello de luz, un guiño o algo a los trabajadores y jubilados
Por Carlos Sena. El viaje del presidente a Davos tiene a todos los argentinos alertados por lo que dijo, cómo lo dijo y ante quienes lo dijo. Pero más allá de que ese viaje pueda traer buenas nuevas para la Nación, en el territorio nacional hay ojos que lo están observando muy atentamente y están atentos a un guiño de parte del mandatario argentino, se trata de los trabajadores y los jubilados.
Es de conocimiento público que los precios de las cosas andan a los cachetazos limpios, por el efecto de la inflación y todos estaban avisados respecto del tema. Pero hay una realidad más sensible y que influye a todo el grueso de los contribuyentes; quienes se preguntan día tras día ¿cuándo lanzará un destello de luz, un guiño o algo a los trabajadores y jubilados? Que por cierto, en muchos casos le dieron un voto de confianza para que hoy esté en donde está el “León libertario”.
La hora de la verdad ha llegado, el precio de los bienes y servicios se disparan día a día. Si bien, hay algunos casos que la Ley de oferta y demanda los equilibra, como ha sido el caso de la carne en este pasado fin de año, la mayoría de los precios tienden a la suba en el corto plazo y el pueblo quiere saber cómo apaliar la situación.
Por otro lado, el Salario Mínimo Vital y Movil está en los $156.000 y la Secretaría de Trabajo de la Nación había convocado al “Consejo Nacional de Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo vital y móvil” para el 20 y 30 de enero, con el fin de establecer un nuevo monto. Sin embargo, al quedar ambas fechas entre el paro del 24 de enero, el presidente Milei lo suspendió y no hay indicios de una nueva convocatoria.
Cabe resaltar que aquí lo que importa son los que quedan en medio de la discusión, ellos son los que más necesitan en este momento de zozobra económica y tanto políticos como sindicalistas parecieran perder de vista lo fundamental de la cuestión. Hablando coloquialmente –doña Tita quiere saber cuánto va a cobrar de jubilación para ir al almacén, comprar sus remedios y pagar los servicios – porque seamos honestos, los precios están montados al ascensor y los salarios… los salarios ni han visto la escalera todavía.
