LA CGT PIDIÓ A LA JUSTICIA QUE DECLARE INCONSTITUCIONAL EL DNU DE MILEI Y SUSPENDA LA REFORMA LABORAL
La cúpula de la central ealizó la presentación judicial previo a la marcha que convocó para mañana a Tribunales. Pablo Moyano canceló una reunión con Belliboni y los piqueteros quedaron fuera de la coordinación de la protesta
La CGT pidió este martes a la Justicia que declare la inconstitucional del DNU de Javier Milei en el marco de una presentación que incluyó un recurso de amparo para que se suspenda la aplicación del todo el capítulo de reforma laboral incluido en el mega-decreto presidencial, reclamo que será el principal propósito de la movilización que mañana realizarán los gremios de la central obrera al palacio de Tribunales.
La presentación judicial lleva la firma de los miembros del triunvirato de conducción cegetista, Héctor Daer, Carlos Acuña y Pablo Moyano, y quedó radicada en el juzgado laboral número 69, a cargo del juez José Ignacio Ramonet, quien deberá definir en las próximas horas si avanza con el planteo, confiaron a Clarín fuentes sindicales.
El planteo cegetista, elaborado por los abogados de la central obrera con el asesoramiento de los constitucionalistas Alberto García Lema y Pablo Topet, abarca un pedido de declaración de certeza de constitucionalidad del mega-decreto, un recurso de amparo que solicita la suspensión urgente de la aplicación de las normas que modifican derechos laborales individuales y colectivos y hace reserva federal sobre la posibilidad de recurrir en per saltum a la Corte Suprema de Justicia.
El texto de la presentación fue definido durante una reunión reservada que Daer, Acuña y Moyano mantuvieron por la mañana con los constitucionalistas que los asesoraron y los abogados de la central obrera. Luego el escrito fue elevado ante la Justicia laboral y quedó en manos del juzgado que encabeza Ramonet, a diferencia del resto de las demandas colectivas contra el DNU que ingresaron en los tribunales del fuero contencioso administrativo.
«Atendiendo a la representación de la CGT se pide la inconstitucionalidad de todo el capítulo sociolaboral, tanto en las modificaciones de derechos individuales como colectivos y se plantea el amparo para frenar la aplicación del DNU hasta que se resuelva la cuestión de fondo», explicaron desde la central obrera.
Además de la definición del texto contra el DNU, la reunión del triunvirato cegetista sirvió para definir los alcances de la movilización de este miércoles al mediodía a Tribunales, que la cúpula sindical imagina como una puesta en escena para fortalecer su reclamo ante la Justicia. «No queremos que la marcha se convierta en un show», advirtió uno de los jefes de la central y apuntó que el objetivo es movilizar entre 8.000 y 10.000 manifestantes durante la protesta.
Esa pretensión explica en buena medida la sugestiva suspensión de la reunión que este mediodía el propio Pablo Moyano iba a mantener con el líder del Polo Obrero, Eduardo Belliboni, para organizar la participación de los movimientos piqueteros en la marcha. «No había nada que coordinar porque es una marcha de los gremios para elevar el pedido a la Justicia», aseguró un dirigente de la primera línea cegetista y remarcó: «No le impedimos a nadie que se movilice pero está claro que quienes lo hagan cuando no es el sentido planteado, solo le hacen el juego en favor al Gobierno».
Otro gremialista, incluso, admitió haber conversado con Pablo Moyano para pedirle que suspenda la reunión con Belliboni por entender que no era el espíritu de la convocatoria sumar la adhesión de los piqueteros a la marcha. «A veces Pablo no entiende que hay dos planos, uno jurídico y otro político. La CGT nunca se prestó a ningún movimiento contra la Corte o la Justicia y no lo va a hacer ahora», advirtió el dirigente en referencia directa a la ofensiva del kirchnerismo contra los jueces. La decisión también supone cierta intención de la conducción sindical de no cerrar todos los canales de diálogo con el gobierno de Milei.
Por eso, y además de una protesta acotada , la marcha prevista para el mediodía de este miércoles a la Plaza Lavalle, frente a Tribunales, se circunscribirá a la entrega formal de la presentación ya efectuada ante la justicia laboral y a la lectura de un pronunciamiento. No habrá ni oradores ni banderas alusivas ni una movilización masiva de los gremios y solo se sumarán delegaciones reducidas de las dos CTA y el Movimiento Evita.
En paralelo, el triunvirato de conducción de la entidad avanzará con la ronda de encuentros con sectores políticos como el que mantuvo la semana pasada con el bloque de diputados de Unión por la Patria y este martes repitió con la bancada de senadores. La intención es sumar a ese esquema una ronda de contactos con el resto de los bloques que también expresaron su rechazo al megadecreto presidencial.
Para el jueves, en tanto, la CGT reunirá a su Comité Central Confederal con el propósito de definir un plan de lucha en repudio al DNU, aunque por ahora no hay consenso interno para convocar a un paro general. Los sectores dominantes de la cúpula de la central, los «gordos» (grandes gremios de servicios) y los «independientes» (Uocra, UPCN y Obras Sanitarias) aspiran a que el confederal habilite al triunvirato de conducción para definir los tiempos y la metodología de las futuras medidas de fuerza.
«La voluntad de diálogo de la CGT es permanente. Hasta ahora los interlocutores del Gobierno han dicho cosas que después no cumplen, pero para ir a un paro todavía falta», indicó otro sindicalista. La entidad no convocó a ninguna huelga general durante la gestión de Alberto Fernández y el último paro lo concretó en mayo de 2019 cuando gobernaba Mauricio Macri.