JAVIER MILEI BAJA LÍNEA PARA QUE NO ESCALE LA PUJA CON LA CGT: «LOS GREMIOS NO SON PARTE DEL PROBLEMA»
El Presidente dice no estar preocupado por la marcha convocada por la central obrera. Se muestra abierto a recibir a la cúpula para explicar los detalles del decreto
«Yo no creo que los sindicalistas sean parte del problema». Ni la marcha anunciada por la CGT a Tribunales ni el «clima de paro» del que habló Héctor Daer, uno de sus líderes, hicieron cambiar la postura de Javier Milei. En la previa a la Nochebuena, el Presidente bajó línea a su tropa de poner un freno en la confrontación pública contra los gremios y buscará tender puentes la próxima semana y hasta no descarta, si así fuera necesario para destrabar un conflicto, recibirlos para «explicarles» que el DNU «a ellos no los jode».
A diferencia de las críticas que este sábado hizo Federico Sturzenegger, autor de la reforma del Estado del Gobierno, cuando se preguntó «por qué no marcharon cuando Alberto Fernández publicó el DNU para encerrar a los argentinos en pandemia», Milei no se muestra enojado con la CGT. Ni siquiera se irritó cuando la central obrera anunció que el miércoles marchará a Tribunales e impugnará el decreto de necesidad y urgencia que incluye cambios en material laboral.
«Lo de la CGT no me preocupa, si ellos leen bien el decreto es algo que favorece a los trabajadores y que a ellos no los jode: de hecho a ellos los favorece», fue el balance que, hizo el Presidente en privado, en el cierre de la semana y luego de que se conociera la convocatoria hecha por los popes sindicales.
En el Gobierno habían dado señales en la misma línea que Milei. De hecho, el secretario de Trabajo, Omar Yasín, dijo que el diálogo está abierto y que «en la reglamentación (del decreto) se aclararán algunas cosas que les dejan dudas a los dirigentes gremiales”. «No disminuye ningún derecho de ningún trabajador”, indicó.
Por eso sorprendió que este sábado Sturzenegger fuera especialmente duro con los gremios: «Cuando veo a la CGT, que va a marchar a la Corte Suprema para pedir que saquen el DNU, me pregunto por qué no marcharon cuando Alberto Fernández publicó el DNU para encerrarnos en pandemia. Nunca dijeron nada antes y es una manera de no abordar que lo que verdaderamente molesta del DNU es su contenido», lanzó el presidente del Banco Central.
Aunque rápidamente desde Casa Rosada aclararon que se trató de «una opinión personal» y no el inicio de una cruzada del Gobierno contra el sector. Al menos en la previa en la movilización: la historia puede cambiar si efectivamente el miércoles se concreta la convocatoria a un paro, como impulsa la dirigencia más radicalizada.
«Los puentes están tendidos», indicaron en el Gobierno donde buscan diferenciar los planteos políticos de Unión por la Patria del vínculo con los gremios: «No son lo mismo. No tenemos nada contra los gremios y creemos que a ellos tampoco les sirve convocar a un paro inmediatamente», es el mensaje. De hecho, el Gobierno busca la próxima semana dar señales hacia el sector. En eso trabajan la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, y su secretario de Trabajo, Omar Yasín, quienes vienen manteniendo diálogo subterráneo con distintos sectores del sindicalismo.
Milei, por su parte, evalúa retomar sus conversaciones con Gerardo Martínez, titular de la UOCRA, a quien destaca especialmente: «Hablaría horas con él porque entiende todo y hace que todo sea más fácil».
Tampoco descarta, en medio de la tensión, convocar a los gremios si eso ayuda a descomprimir la relación. como le dijo a un interlocutor que le consultó al respecto: «No creo que ellos tengan mala intención y yo no tengo con ellos un problema previo. Yo no quiero que me quieran sino que podamos trabajar juntos. Así que los recibiría encantado de la vida, porque no tengo un modelo contra ellos y hay que explicarles que el decreto no los perjudica».
De todos modos, al menos por el momento, no parece estar dado el contexto para que eso ocurra. Ni siquiera con el ministro del Interior, Guillermo Francos, hombre de extrema confianza del Presidente y con vínculo «permanente» con los gremios. «El tema laboral es grave y lo vamos a defender, eso no pasa en la Justicia laboral ni loco», fue el desafío de Daer, que tampoco descartó una medida de fuerza: «¿Cómo no va a haber clima para un paro?».
Entre varios cambios, la central obrera rechaza el nuevo sistema de indemnizaciones y los límites al derecho de huelga que se establece en diversas actividades que son consideradas servicios esenciales o de importancia «trascendental», a las que se exigirá una prestación de trabajo normal que oscila entre el 75 y el 50 por ciento según el rubro.
Con todo, la postura conciliadora de Milei no sorprende si se tiene en cuenta que en su campaña electoral, cuando pregonaba la «motosierra» para combatir a la casta política, advertía que no tenía un plan contra la CGT: «Como Poder Ejecutivo no tengo que meterme en sindicatos», decía el líder libertario. Hoy, según confían quienes lo escucharon en las últimas horas, lo reafirma: «No nos vamos a meter con los gremios. La pelea es para liberar la economía y bajar la inflación. Y la culpa de la inflación no es de los sindicalistas».Fte. Identidad Correntina