MILEI YA ESTA EN LA CASA BLANCA Y PLANEA REGRESR A BUENOS AIRS PARA CONTINUAR CON LA TRANSICIÓN
Las reuniones en el Tesoro y el FMI quedaron a cargo de Luis Caputo y Nicolás Posse
Javier Milei salió del hotel Hay-Adams, saludó a un puñado de simpatizantes que se habían acercado a saludarlo –”¡Tiene miedo!¡La casta tiene miedo!”, cantaron–, y se subió a la camioneta Suburban negra para emprender rumbo a la Casa Blanca, donde fue recibido por el asesor de Seguridad Nacional de Joe Biden, Jake Sullivan, y Juan González, principal asesor de la administración demócrata para América latina.
Es la única reunión que Milei tendrá en Washington: luego de ese encuentro, del que también participa Gerardo Werthein, quien se prepara para mudarse a la embajada argentina, Milei tiene planeado regresar a Buenos Aires junto a su hermana, Karina Milei, y su mano derecha, Santiago Caputo, a continuar con la transición.
A la par de esa reunión en la Casa Blanca, Nicolás Posse y Luis “Toto” Caputo fueron al Tesoro con el embajador norteamericano en Buenos Aires, Marc Stanley, y se reunirán esta tarde con funcionarios del Fondo Monetario Internacional (FMI). “Fue una muy buena reunión”, dijo Caputo sobre el encuentro en el Tesoro, al regresar al hotel.
El encuentro más importante de su visita será con Sullivan y González, director para el Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad Nacional, y hombre de confianza de Biden para América latina. La reunión ocurre un día después del almuerzo de Milei en Nueva York con el expresidente Bill Clinton y Chris Dodd, exsenador demócrata y asesor Especial para las Américas del presidente, Joe Biden, a quien conoce literalmente desde hace décadas y de quien es amigo personal
“Tuvimos un excelente almuerzo con Chris Dodd y Bill Clinton en el que les expresamos nuestra visión para la Argentina y los cambios que hacen falta. Ambos se mostraron muy alineados con nuestras ideas”, dijo anoche Milei al llegar al hotel. “Tenemos una reunión en Casa Blanca con Jake Sullivan en la que vamos a expresar nuestra posición y las medidas que vamos a implementar a partir del 10 de diciembre”, adelantó.
Milei no irá al Fondo ni al Tesoro. Luego del encuentro con Sullivan, regresará a Buenos Aires. Las reuniones técnicas –o “protocolares”, en la mirada de la comitiva– quedarán en manos de Caputo, quien se encamina a ocupar la oficina del 5º piso del Ministerio de Economía, y Posse, futuro jefe de gabinete.
La llegada de Milei a Washington fue el punto final de un día agitado. Aterrizó a las 4 de la mañana, hora local, en el aeropuerto Teterboro, en Nueva Jersey –el comunicado oficial lo llamó erróneamente “Tererboro”-, y comenzó su periplo en Estados Unidos con una visita muy temprana a “El Ohel”, la tumba del rabino Menachem Mendel Schneerson, mejor conocido como “el Rebe de Lubavitch”, un lugar sagrado para el judaísmo ortodoxo. “Voy a dar gracias”, había anticipado en una entrevista LN+. Milei estuvo allí menos de una hora, con su hermana Karina y con Werthein, quien se perfila como futuro embajador en Washington.
Unas horas después, mientras Milei almorzaba con Clinton y Dodd, el embajador Marc Stanley y sus asesores, la Casa Blanca le brindó la primera señal de bienvenida.
“Queremos seguir buscando formas de cooperar con la Argentina”, dijo en la sala de prensa de la Casa Blanca el director de Comunicaciones del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, al ser consultado sobre la visita de Milei. “Esperamos obviamente escuchar las ideas del presidente electo y dónde quiere ir con sus políticas y asegurarnos de mantener el canal de comunicación abierto”, completó.
Con su paso por la Casa Blanca, Milei tendrá la oportunidad de brindar su visión para el país, los principales temas de la agenda global, y despejar las dudas y los interrogantes que dejó su campaña para forjar, cara a cara y en persona, una primera impresión en Washington. Las declaraciones de Kirby volvieron a dejar en claro la férrea intención de la Casa Blanca de minimizar las inocultables diferencias ideológicas entre Milei y Biden en pos de las afinidades y el fortalecimiento del vínculo bilateral, una actitud que el gobierno de Biden ya ha desplegado con otros socios regionales. Pero la Casa Blanca se ha preocupado de todos modos de reforzar una agenda de “prioridades compartidas” entre las que mencionó la democracia, los derechos humanos y el cambio climático, que Milei niega.
La visita tiene como foco ineludible la ardua tarea de reparar la economía argentina. En el Tesoro y en el FMI, Caputo y Posse discutirán el perfil del programa económico, que apunta a imprimir un fuerte ajuste fiscal y un reacomodamiento de las variables monetarias para comenzar a estabilizar la economía. Caputo ya ha mantenido contactos virtuales con el staff del Fondo, una primera aproximación para poner en marcha una nueva negociación a partir del 10 de diciembre. Por Rafael Mathus Ruiz. Fte.LN