LA SANGRE Y EL RÌO
El panperonismo todista y JxC crujen por sus internas, pero evitan la ruptura. El prestidigitador, la king maker y el espejo de las provincias. Oficialismo, posmacrismo y ultraderecha
El ministro de Economía pasó en limpio varios días de declaraciones on y off the record que contuvieron advertencias al filo del reglamento sobre una posible salida del FR del Frente de Todos y hasta de su propia renuncia al cargo. Reiteró su convicción de que lo mejor sería la existencia de una precandidatura única en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias, pero estableció que «si se decide que haya PASO (competitivas), anótennos en las PASO, ahí también vamos a estar».
Los mensajes del Gran Prestidigitador
Como te dijo desPertar desde el primer momento, también a Cristina le habría gustado ponerle su sello a una fórmula de unidad, pero Todos no está para esas muestras de autoridad. Scioli está muy lanzado y hasta podría sumar a su armado rebelde a ese electrón suelto que es Sergio Berni, llamativo intocable del gabinete de Axel Kicillof a pesar de tantas salidas de pista. Por eso Massa cambia los avisos de ruptura por el desafío: «Anótennos en las PASO».
Ahora bien, ¿a quién habría que anotar? ¿Al gobernador reelecto de Salta, Gustavo Sáenz, alguien en gran medida desconocido fuera de su provincia, como también habían sugerido ciertas usinas renovadoras hace poco para amenazar con una balcanización de Todos que hiciera entrar en razones a los fundamentalistas de las primarias? ¿O a él mismo?
Massa, un hábil prestidigitador, fue calculadamente ambiguo al respecto, dando pie a que medios importantes entendieran que sí, que si no hay unidad, el ministro de Economía sumará a las PASO.
Ahora bien, ¿les habló solo a Alberto Fernández, a Scioli y a Rossi? ¿O también a Cristina Kirchner?
Bien podría interpretarse esto último porque el jefe del Palacio de Hacienda está quemando todos los cartuchos que le quedan para que esta lo unja como «su» presidenciable.
Argumentos y discusiones
Massa está convencido de que las mediciones hechas tras el lanzamiento de Eduardo «Wado» de Pedro confirman lo que él señaló desde el inicio: que la premura hace difícil terminar de instalar a alguien que mantiene niveles altos de desconocimiento, que eso no lo convierte ni siquiera en el mejor recipiente del núcleo duro de Cristina y que una fórmula tan monocolor –con el ministro del Interior como número uno o, incluso, con la opción mejor que sería Kicillof– equivaldría a renunciar a dar pelea.
Quienes impulsan a De Pedro agitaron el fin de semana una encuesta de Aresco que, afirman, desmiente esa lectura. Sin embargo, bien mirada, la misma dista de convertir al ministro del Interior en una garantía y lo muestra –hoy, aclaremos– superando a Scioli dentro del margen de error y disputando el segundo y el tercer puesto con Javier Milei.
Ante eso, Massa entiende que si Todos accediera al ballotage, pese al grave problema de la inflación y la debilidad de los ingresos populares, él sería la mejor carta. Si enfrente quedara Milei, podría contener a la izquierda peronista y dar pelea por el voto no propio, pero racional y temeroso de semejante salto al vacío. Si se apareciera Horaci Rodrìguez Larreta, podría disputarle a este el electorado moderado. Y si la puja final fuera con Patricia Bullrich, beneficiarse de parte del voto larretista que acaso no fluya en su totalidad hacia esta.
Para Massa la clave está en el centro y el centro es él. La pregunta que espera respuesta es si CFK piensa igual o si cree que no hay alquimia que le permita al peronismo retener el poder con una inflación anual que el mercado ya proyecta en casi el 150%. En tal caso, el cristinismo puro sería un modo de atrincherarse para resistir.
Entonces, ¿se anotaría Massa en las PASO si CFK bendijera a De Pedro? No. A esta altura, sus alternativas oscilan entre el aval de la vicepresidenta y, en caso de que eso no ocurra, una negociación ventajosa para el FR en el armado de las diversas listas.
La ruptura depende de Rodríguez Larreta
Esa definición había dejado Bullrich hacia el final de la semana, pero tampoco en Juntos la sangre debería llegar al río. El affaire Juan Schiaretti se fue difuminando y, atento a la irreductible resistencia de aquella y a ciertas pistas que ha dado Rodríguez Larreta, también se confirma que quedaría pendiente o como parte de algún dibujo que el jefe de Gobierno pueda pergeñar bajo el rótulo «promoción solo valida para el sector paloma»… si gana las PASO.
Con independencia de las enormes gaffes de su discurso económico, la exministra de Seguridad parece coherente. Es posible que la coherencia sea un producto sobrevalorado, pero lo cierto es que denota tranquilidad, todo lo contrario de lo que sugieren los bandazos del alcalde porteño. Las encuestas siguen arrojando una paridad inquietante para este, más cuando Mauricio Macri no deja de operar, dice Clarín, para que el Círculo Rojo empresarial le suelte la mano.
La tierra habla
El ciclo de comicios provinciales había arrojado hasta ahora –salvo el discutible caso de Neuquén– una revalidación de los oficialismos locales. La tendencia se prolongó en las elecciones realizadas ayer en Tucumán, Corrientes y Mendoza; San Luis fue la esperada excepción a la regla.
La impactante victoria de Osvaldo Jaldo, que festejó con De Pedro, revalidó la hegemonía peronista en el sexto distrito en importancia, que contiene en 3,7% del padrón nacional.
Juntos por el Cambiofestejó en las legislativas correntinas y en las PASO mendocinas, en ambos casos una vez más en clave radical. En el segundo caso, si bien el ahora favorito para volver a la gobernación, Alfredo Cornejo, había recibido tanto el respaldo de Bullrich como de Larreta, la decisión del segundo de bajarse de la foto del festejo y limitar su presencia a Corrientes y a San Luis –ejemplos de triunfos con alianzas amplias– da cuenta de quién capitalizó en verdad ese resultado.
La división de los hermanos Rodríguez Saá derivó finalmente en el tantas veces anunciado cambio de ciclo, aunque El Adolfo sea una de las fuerzas detrás de Claudio Poggi, hombre vinculado desde hace tiempo a Juntos, en este caso con participación fuerte del PRO.
Ya es claro que si habrá voto castigo nacional y giro político, este no tendrá un anuncio en las elecciones provinciales. Por algo tantos distritos desdoblaron sus comicios…Fte. P