TRAS EL VIAJE DE ALBERTO FERNÁNDEZ, JUNTOS INSISTE CON LA CREACIÓN DE UNA AGENCIA ANTÁRTICA
El viaje de Alberto Fernández a la Antártida reactivó el pedido de Juntos por el Cambio para crear una Agencia Antártica Argentina que unifique la estrategia nacional sobre el continente blanco.
El presidente viajó con una comitiva gigantesca a la Base Marambio tan sólo para hacer anuncios de nulo impacto geopolítico como la apertura de una corresponsalía de Télam y de una sede de la Biblioteca Nacional. Pero en la oposición reclaman que el país debe recuperar años de atraso de infraestructura y evolución institucional de la política antártica nacional.
La Antártida es el único continente no explotado en sus recursos naturales y contiene una de la reservas de agua dulce congelada mas grande del planeta. Su explotación está protegida por el Tratado Antártico firmado en 1959. Argentina es uno de los 12 países que firmó el Tratado y por ende en algún momento esos países originarios tendrán que resolver definitivamente los reclamos de cada miembro.
«Cuantos mas programas antárticos dependan de nuestros medios logísticos y de nuestra infraestructura, mas solido va a ser nuestro reclamo y podremos negociar desde una posición de fortaleza», dijo a LPO Federico Frigerio, diputado nacional de Juntos por el Cambio por Tierra del Fuego y autor del proyecto para crear la Agencia Antártica.
Argentina tiene dos problemas principales. Uno es la deficiencia absoluta de infraestructura. El muelle antártico es una deudas mas grande de la política, planificado por la Armada Argentina desde 1978 y nunca ejecutado. Por esta razón el rompehielos Irízar pasa 7 meses del año amarrado en Puerto Madero, cuando debería estar en Tierra del Fuego que es el punto más cercano a la Antártida en todo el mundo, junto con el resto de la flota antártica. El Museo Antártico, paradójicamente, está en La Boca y no en Ushuaia.
Además tiene un problema institucional: el control de las actividades relacionadas a la Antártida está dividido entre Cancillería y el ministerio de Defensa. Las operaciones logísticas las coordina Defensa, pero la relación de Antártida con el mundo depende de Cancillería.
Es común que programas antárticos de otros países firmen convenios con Cancillería para poder hacer ciencia en el reclamo argentino y en nuestras bases. El ministerio de Relaciones Exteriores absorbe esos fondos pero le traslada las tareas a Defensa sin los recursos, por lo que Argentina viene perdiendo programas antárticos por nuestra falta de coordinación y seriedad.
Por eso en los últimos años el mundo se volcó a la ciudad chilena de Punta Arenas, otra de las cinco ciudades del mundo que como Ushuaia sirven como puerta de entrada a la Antártida. A pesar de que para viajar a la Antártida desde Chile se demandan dos días más de navegación que desde Ushuaia, en el país trasandino cuentan con la infraestructura para cumplir con las demandas de los países que quieren ingresar al continente blanco.
«La presencia Argentina en la Antártida se la tenemos que agradecer al gran esfuerzo de las Fuerzas Armadas que a pesar del abandono de las políticas publicas nacionales, sostienen con mucho patriotismo el despliegue Antártico Nacional en el continente blanco», dijo Frigerio.
En este contexto, Tierra del Fuego en general y Ushuaia en particular, no se beneficia ni con el 1% de lo que otros países invierten en logística antártica, hoy gastan mas 1200 millones de dólares anuales: pese a que tiene potencial para capturar el 100% de esas operaciones, Argentina no cuenta con la infraestructura necesaria. Si sólo capturara el 30 o 50%, el programa argentino antártico, que exige alrededor de 5000 millones de pesos anuales, sería superativario.
En este contexto Frigerio presentó en 2021 el proyecto para crear la Agencia Antártica Argentina, que sería un organismo rector único que centralice y coordine la actividad y dependería de la jefatura de gabinete.
La Agencia propone mudar a Ushuaia todas las dependencias relativas a la Antártida que con el objetivo de hacer que los programas mundiales dependan de Argentina, tanto por la infraestructura, el combustible, como de la búsqueda y rescate.
Además de esa mudanza, el proyecto comprende la creación de un centro antártico internacional, la base naval integrada y la construcción del muelle antártico, con el que se centralizaría la flota antártica hoy dividida entre Puerto Madero, Mar del Plata y Bahía Blanca.
«De como desarrollemos Tierra del Fuego va a ser directamente proporcional a la posibilidad argentina de dominio del Atlántico Sur, Malvinas y Antártida», dijo Frigerio. Fte.LPO