CRISTINA KIRCHNER AFIRMÓ QUE NO HUBO «NI RENUNCIAMIENTO, NI AUTOEXCLUSIÓN, SINO PROSCRIPCIÓN»
La vicepresidenta de la Nación se refirió a su no candidatura en 2023 y denunció “proscripción”. ¿Cambiará de parecer?
La vicepresidenta Cristina Kirchner reapareció en un acto público en la localidad bonaerense de Avellaneda tras la condena que recibió en el juicio de la Causa Vialidad. Semanas después de manifestar que no iba a postularse “a nada” para los próximos comicios luego de conocer la sentencia del Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº2, la exmandataria afirmó este martes que de su parte no hubo “ni renunciamiento, ni autoexclusión, sino proscripción”.
“No hice un renunciamiento. Anuncié que no iba a someter a nuestra fuerza política a alguien que le dijeran que está condenada y así ser absolutamente funcional a lo de ellos”, pronunció Cristina Kirchner durante la inauguración del Polideportivo Diego Maradona del barrio de Villa Corina. Allí estuvo acompañada por el intendente local y exministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi, y el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, entre otros dirigentes y funcionarios kirchneristas.
Al iniciar su discurso, la dos veces jefa de Estado destacó el rol de los polideportivos en la sociedad, en especial en los más chicos para su desarrollo. Sin embargo, el eje de sus palabras estuvo en el fallo en su contra en la Causa Vialidad. “Hoy venía para acá y veía algunos videograph en los canales de televisión o en los diarios. ‘Uy, es el primer discurso de Cristina después de su renunciamiento’… Bueno, vamos a hablar clarito porque soy peruca y hablamos clarito”, dijo jocosamente.
Inmediatamente, aclaró: “No era eso… Escúchenme, no sean malos… A lo que voy es a lo siguiente: ni renunciamiento ni autoexclusión. El único renunciamiento que tuvo el peronismo fue el de Eva Perón”, enfatizó la vicepresidenta, y aseveró: “Acá hay proscripción”. A lo cual, remarcó: “El día que yo hablé no estaba enojada, no es que el fervor de un discurso y dije algo… No. Fue algo meditado”.
“No soy una loca, como nos tildan a las mujeres, mientras los hombres pueden decir cualquier barbaridad. A ellos todo se les disculpa; a nosotras, todo se nos tergiversa, confunde, agranda y miente”, vociferó Cristina Kirchner, y reiteró: “Ni renunciamiento ni autoexclusión: proscripción”. “Ese procedimiento, esa estrategia de proscripción, no es nueva”, sostuvo la titular del Senado.
En este sentido, repasó: “Creo que la comenzaron a pergeñar al día siguiente de aquel 9 de diciembre en el que nos despedimos en la Plaza y cantaron ‘Volveremos’. Ese día empezaron a pensar en la proscripción, y lo primero que hicieron fue armar un juicio con denuncias, pero con una precisión y una cronología electoral francamente casi quirúrgica”, recordó la dos veces presidenta.
“Luego de un juicio ‘armado’ de tres años, (Julián) Ercolini era el juez, decidieron que el juicio oral en el que me iban a sentar en el banquillo de los acusados era el 21 de mayo de 2019. Nadie se acuerda de esa fecha, pero ese día planificaron sentarme en el banquillo de los acusados, 15 días exactos antes de que cerraran los plazos electorales para armar los frentes electorales en donde se disputaría una vez más la Presidencia de la Nación”, denunció.
Y destacó: “Nadie se acuerda nada de eso porque yo, tres días antes, desarticulé esa maniobra cuando anuncié que íbamos a ir a un frente electoral con quien hoy es el Presidente de la República Argentina. Luego siguió el juicio, lo estiraron para que llegara al próximo turno electoral. Y el 9 de marzo, ahora, van a leer los fundamentos de la proscripción”, vaticinó Cristina Kirchner.
Sobre esa fecha, señaló: “Curiosamente, un 9 de marzo de 1956 en el Boletín Oficial se publica el decreto 41/61, con el cual se prohibía decir las palabras ‘Perón’, ‘Evita’ y se prohibía cantar la Marcha Peronista”. Al respecto, la vicepresidenta definió a la proscripción como “un acto de disciplinamiento hacia el conjunto de la dirigencia política argentina”, y advirtió sobre varios aspectos.
“Para que nadie se vuelva a animar a tanto, a recuperar las AFJP o YPF, o sancionar la Ley de Medios, o mejorar la distribución del ingreso de modo tal que los trabajadores participen en más de 50% del Producto Bruto Interno (PBI) y que tengan el mejor salario, o que la educación tenga el 6% del PBI, o desendeudar al país y decirle al Fondo Monetario (Internacional) ‘chau, no te necesitamos más’”, se explayó. Y concluyó: “Tiene un efecto disciplinador y vaya que lo logra”. Fte.Ei