DIRIGENTES DE MOVIMIENTOS SOCIALES QUE INTEGRAN EL GOBIERNO AMENAZAN CON DEJAR SUS CARGOS EN EL GOBIERNO EN MEDIO DEL CONFLICTO POR LOS PLANES SOCIALES
Hoy marcharán al Puente Pueyrredón. Harán una asamblea y votarán un plan de lucha para la semana próxima
Los movimientos sociales oficialistas, enrolados en la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), analizan por estas horas abandonar el gobierno de Alberto Fernández. La tensión fue generada por la decisión de la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz, de solicitarle a la Justicia que levante el secreto fiscal para que la AFIP entregue la lista nominal de los beneficiarios del Potenciar Trabajo que cobraban el plan con incompatibilidades, como haber comprado dólares o tener más de dos propiedades.
“Entre el Gobierno y nuestros compañeros elegimos a nuestros compañeros, no vamos a convalidar ni ser cómplices de un ajuste directo a nuestra base social”, dijo Gildo Onorato, dirigente del Movimiento Evita y secretario gremial de la poderosa UTEP.
Consultado por la posibilidad de que Emilio Pérsico y Fernando “Chino” Navarro dejen sus cargos, Onorato aclaró: “Mi posición dentro del Movimiento Evita es que todos deben dejar el Gobierno. Eso se está analizando. Vamos a ser una oposición furiosa contra el Gobierno si se ajusta a los más necesitados, a los más vulnerables, a los que menos tienen. No podemos seguir convalidando las decisiones del Frente de Todos que se negó a votar en el Congreso el pedido para que se levante el secreto fiscal de los que fugaron las divisas del país, y ahora la ministra Tolosa Paz lo pide para los de abajo. Al Gobierno desde el Evita le decimos que vayan a buscar a los que la fugaron, fíjense quienes son los que ganan siempre, los que especulan con su riqueza, siempre vamos a acompañar las medidas que apunten a la justicia social, pero la persecución y el ajuste a los y las de abajo, que la pelean todos los días, no lo vamos a permitir”.
De concretarse la renuncia de los dirigentes sociales, sobre todo del Movimiento Evita, será un golpe muy duro para Fernández, hasta ahora se habían mostrado en favor de sus políticas económicas y sociales y salieron a “bancarlo” cada vez que Cristina Fernández de Kirchner lo atacaba, por ejemplo, a través de cartas públicas. Hasta organizaron un acto para “relanzar” la segunda parte de su mandato después de ser derrotado en las pasadas elecciones legislativas.
La mayoría de los dirigentes-funcionarios -más de teinta- están ubicados en Desarrollo Social, jefatura de Gabinete y Agricultura Ganadería y Pesca y Obras Públicas. Permanecen en el cargo desde el 10 de diciembre de 2019. Entre ellos destaca Pérsico, secretario de Economía Social, y Daniel Menéndez, subsecretario en la misma cartera y coordinador nacional de Somos Barrios de Pie.
El otro referente del Evita es Fernando “Chino” Navarro, actual secretario de Relaciones con la Sociedad Civil y Desarrollo Comunitario, un área que depende de la Jefatura de Gabinete a cargo de Juan Manzur. Si se toma esta drástica resolución, también podría dejar su cargo Fernanda Miño, actual Secretaria de Integración Socio Urbana. Ella es dirigente del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), la organización social liderada por Juan Grabois.
En diálogo con este medio, Grabois anticipó que en el caso del MTE y el partido Frente Patria Grande dejará en libertad de acción a los funcionaros del espacio ya que “la función pública es totalmente autónoma de la organización y el partido” y aclara: “Formamos un ecosistema militante con objetivos comunes pero con roles totalmente diferenciados. Evaluamos cada dos años el desempeño de funcionarios y legisladores que promovimos en función del contexto y las metas fijadas colectivamente, y les hacemos una devolución”.
Las deserciones serían de alto impacto también dentro de la estructura del Ministerio de Tolosa Paz, que los ratificó en el cargo cuando asumió en reemplazo de Juan Zabaleta. La ex diputada nacional cargó con el sayo desde que juró el 13 de octubre pasado por el retraso en la entrega de alimentos para comedores y merenderos, y la decisión ya tomada por su antecesor y ratificada por ella, de no incorporar más beneficiarios al Potenciar Trabajo.
El 4 de noviembre pasado Alberto Fernández firmó el decreto 728 a través del cual beneficia de manera directa a las cooperativas de trabajo que dependen de los movimientos sociales, mayoritariamente oficialistas, al otorgarles el 30 por ciento “de la Obra Pública Nacional bajo la modalidad de contratación que corresponda, en la realización de obras de hasta $300.000.000?. El Evita celebró a través de sus redes sociales ese logro. Pérsico, Onorato y Esteban “Gringo” Castro, secretario general de la UTEP, gestionaron ante el propio Presidente el contenido del decreto. La normativa también impedía que nuevos beneficiarios fueran incorporados al Potenciar Trabajo. Hasta ese momento, nada hacía prever la actual tensión entre el Poder Ejecutivo y la UTEP.
En las últimas semanas la relación se rompió. Quizás el adelanto a la tormenta política interna fue la cena entre Emilio Pérsico y el diputado nacional Máximo Kirchner, el líder de La Cámpora dos dirigentes que se disputan un mismo territorio político en la provincia de Buenos Aires. El lugar elegido para guardar armas no fue casual, la casa que el dirigente social habita en Isidro Casanova, en La Matanza.
Como preludio al debate interno que se da en el seno de la UTEP, la organización popular emitió un duro comunicado: “Los trabajadores y las trabajadoras de la economía popular organizados en la UTEP seguimos en estado de alerta y movilización frente a la persecución del estado con diferentes amenazas y medidas arbitrarias en detrimento del fortalecimiento de nuestro sector. Pareciera que en tiempos de crisis el problema son los y las trabajadoras excluidas, y no paran de incentivar un ajuste con operaciones mediáticas, judiciales, auditorías arbitrarias, cruces de información miserables que buscan simplemente estigmatizar y perseguir a las familias que menos tienen. Ser fuertes con los débiles no es la estrategia que vamos a permitir, contarle las costillas a los de abajo y no ser firme con los que más tienen, con los que se la fugaron en el macrismo, nunca es el camino”.
La movilización de este viernes al Puente Pueyrredón es consecuencia de ese estado de lucha y movilización y del creciente malestar que existe entre los movimientos sociales oficialistas con la administración Fernández. No será un simple corte en la circulación entre la ciudad de Buenos Aires y el conurbano, a la altura de Avellaneda. Según pudo saber este medio, a partir de las 10 de la mañana se realizará una asamblea con todos los representantes de las organizaciones que componen la UTEP para definir “un plan de lucha a partir de la semana que viene”.
Entre esos movimientos destacan el Evita, Somos Barrios de Pie, la Corriente Clasista y Combativa, el Movimiento de Trabajadores Excluidos, Somos América y, entre otros, el Frente Popular Darío Santillán encabezado por Dina Sánchez, también secretaria adjunta de la UTEP.
La dirigente feminista también apuntó contra la integrante del gabinete de Alberto Fernández como motor de la tensión que existe con el Gobierno que hasta ahora apoyaban de manera incondicional: “La ministra de Desarrollo Social Victoria Tolosa Paz estigmatiza y ajusta a los y las trabajadoras de la economía popular. Quieren dar de baja a beneficiarios del Potenciar Trabajo, ajustar el salario social complementario que está estipulado que sea la mitad del salario mínimo y estigmatizan el laburo de la Economía Popular. ¿En serio creen que el problema son el millón de personas que cobran un Potenciar Trabajo? El problema son los millones de personas que aún hoy viven en la indigencia en Argentina”.
Y ratificó: “Desde el Frente Popular Darío Santillán repudiamos que se viole la Ley que ampara el secreto fiscal de los beneficiarios del Potenciar Trabajo y reclamamos que se levante el secreto fiscal de los jueces, los que fugaron dólares y los políticos. Mañana (por hoy) salimos a la calle y preparamos jornada de lucha para la próxima semana”.
Onorato, pero también otros dirigentes sociales de peso que aún forman parte del Gobierno, expresaron su descontento con Fernández y su ministra: “Durante la pandemia pusimos el cuerpo, salimos a la calle a distribuir comida, a higienizar, pusimos los muertos por COVID-19 mucho antes que nos vacunen y ahora que el FMI pide un ajuste en el gasto social le quitan a los que menos tienen”.
“No somos un gasto, somos trabajadores y trabajadoras que inventamos el trabajo para alimentar a nuestras familias, no somos el problema, somos parte de la solución, el día que lo entiendan podremos empezar a transformar la realidad para el lado de la justicia social, mientras tanto seguiremos luchando por nuestros derechos”, reflexionó Onorato desde el Movimiento Evita.
Uno de los primeros dirigentes en cuestionar a Tolosa Paz por el pedido del levantamiento del secreto fiscal para los titulares del Potenciar Trabajo fue Juan Grabois: “Se quiere levantar el secreto fiscal de quien cobra un salario social? ¡Bien! Que se levante el secreto fiscal de políticos, jueces, comisarios, contratistas del Estado, fugadores, periodistas con pauta, dirigentes sindicales y sociales ¿o el sogazo es siempre para los pobres?”, recriminó y apuntó: “¿Se quieren reducir las transferencias del Estado a los pobres? ¡Pero si los diputados se acaban de aumentar las suyas!”, criticó. “Mínimamente que todos los funcionarios del ministerio de Desarrollo Social se reduzcan las que reciben ellos”.
Grabois, un dirigente más ligado al kirchnerismo que al albertimo, como hasta ahora era el Movimiento Evita, opinó: “Lo que estamos viviendo es un intento canalla de ocultar la catástrofe macroeconomica responsabilizando a los pobres de su propia pobreza y a los movimientos que le dieron un cause positivo a esta catastrofe. Es la utilización pseudoperonista de la artillería gorila en función de un ajuste que como siempre comienza por los de abajo, sigue por los del medio y a los de arriba no les llega nunca”.
Así como están planteadas las cosas, los reclamos entre los espacios afines al Frente de Todos volverá a las calles, como antes que asumiese Alberto Fernández. Una mecha encendida en un diciembre que se presenta complicado para al Gobierno y hay que sumarle las marchas ya anunciadas por los piqueteros de izquierda. Fte. I