JUSTICIA: EXTRADITAN DE MÉXICO A UN TESTAFERRO DE DANIEL MUÑOZ QUIÉN HABÍA SIDO SECRETARIO DE LOS KIRCHNER
El árbitro federal Julián Ercolini y el fiscal Carlos Stornelli tienen hasta el 31 de octubre para dirigir una comisión de policía para buscarlo, traerlo y preguntar por él el destino de 40 millones de dólares perdidos
La Justicia ha facultado la extradición desde México del patrón Isaac Eugenio Esparza Hidalgo, uno de los testaferros del ex secretario privado de Néstor y Cristina Kirchner, Daniel Muñoz.
El árbitro federal Julián Ercolini y el fiscal Carlos Stornelli tienen hasta el 31 de octubre para dirigir una comisión de policía para buscarlo, traerlo y preguntar por él el destino de 40 millones de dólares perdidos en la enorme red de lavado de peculio de Muñoz en el foráneo.
Muñoz había comprado ingresos raíces para 70 millones de dólares en Miami y Nueva York pero los vendió, luego de enterarse de la investigación de los Papeles de Panamá en 2016. Invirtió 30 millones en la transacción de un contorno para construir un hotel en las paradisíacas Islas Turcas y Caicos, pero el destino de los otros 40 sigue siendo un enigma. Por otro flanco, Muñoz tenía inversiones por 50 millones de dólares en Argentina.
Ercolini fue informado esta semana por la Cancillería que el Justicia de México había facultado la extradición de Esparza Hidalgo ser investigado por el delito de lavado de ingresos de origen delictivo agravados por su comisión por una asociación ilícita, informaron a Clarín fuentes judiciales.
Vence el plazo para extraditarlo el 31 de octubre de 2022 de conformidad con el artículo 12 numeral 3 del Tratado de Extradición entre México y Argentina.
En diciembre del año pasadoErcolini pidió a la neutralidad mexicana la extradición de Esparza Hidalgo, quien había sido detenido por la Interpol una semana ayer.
En una orden, enviada a pedido del fiscal Stornelli yna causa residual de los Cuadernos de CoimasErcolini resumió el papel de Esparza en la última etapa del impresionante mecanismo de lavado que Muñoz había montado en el foráneo para ocultar al menos 70 millones de dólares de sobornos.
En el escrito, Ercolini sostuvo que “Muñoz fue un engranaje clave en el circuito de acumulación y transferencia de dinero de esa asociación ilícita (encabezada por Néstor y Cristina Kirchner), en particular en lo que se refiere al cobro de fondos ilícitos”.
Mas de sesenta entregas de coimas de empresarios de la construcción recaudadas por el exsecretario de Planeación, Roberto Baratta y que quedaron registradas en los famosos Cuadernos “Fueron recibidos personalmente por Muñoz” en el departamento de Recoleta de los Kirchner o en la residencia de Olivos.
Además, tras la orden judicial de Ercolini, Muñoz fue a cargo de la transferencia semanal de dinero en bolsas y a través de aviones del Grupo Aéreo Presidencial Los envió desde el sector militar del Aeropuerto Metropolitano “Jorge Newbery” a los aeropuertos de Río Gallegos y El Calafate, en Santa Cruz.
Tras la muerte de Kirchner a finales de 2010, su séquito comenzó la lucha por el “tesoro”como lo llamó el excontador de los Kirchner, Víctor Manzanares, en su confesión.
Entonces Muñoz creó 16 empresas en los Estados Unidos invertir esos $70 millones en bienes raíces. Entre ellos un piso en el Hotel Plaza de Nueva York, donde le gustaba veranear con Cristina Kirchner. Otros 50 millones de dólares los invirtió en Argentina donde, por ejemplo, compró la empresa de nebulizadores San Up e invirtió en otra empresa de blindaje de autos.
En 2010, el exsecretario privado de los Kirchner puso su patrimonio primero a nombre de un matrimonio de los operadores inmobiliarios marplatenses y Perla Aydeé Puente Resendez, esposa de Carlos Gellert, prima hermana de su esposa Carolina Pochetti e hijo de un ex diputado K de Santa Cruz. Gellert vivía en México y era conocido de Esparza.
En febrero de 2019, el juez federal Claudio Bonadio -fallecido en 2020- ordenó la detención de los que ayudaron a Muñoz y luego a Pochetti a sacar el dinero de Estados Unidos.
Así, Bonadio solicitó la captura internacional de Anthony Robert D’Aniello, Jorge De La Hoz, Peter Karam, Charles Serfaty y Sean Lawrence Sullivan, quienes fueron arrestados o procesados.
El que faltaba era Esparza, un jugador que se dedica a los juegos de futbol y beisbol online.
Por Ercolini, Esparza Hidalgo prestó su nombre a la constitución de nuevas sociedades a la que se destinarían los fondos tomados de EE.UU. Poco antes de la muerte de Muñoz, el mexicano se reunió personalmente con Gellert y le dijo que liquidaría los negocios que había puesto a nombre de su esposa y los pondría a su nombre.
Posteriormente el mexicano fue, por ejemplo, colocado como “propietario” por las acciones de las empresas fantasmas “GOLD BLACK LTD” y “OLD WOLF LTD”.
Luego, Esparza se registró como fideicomisario para llevar a cabo los negocios de “MARBLE HILL LTD” y “WOODHAVEN LTD” en las Islas Turcas y Caicos.
Y finalmente, el 5 de enero de 2017 se registró previamente que Esparza había adquirido, como testaferro, el paquete accionario de esas dos firmas y asumía las funciones como director y secretario de una empresa para construir el apart hotel que Muñoz había soñado en el Caribe.
Paralelamente, las viejas empresas fantasma de Muñoz comenzaron a transferir los fondos a las nuevas. Así, GOLD BLACK LTD “prestaría” a la primera una cantidad no superior a US$29.300.000. Ese dinero provino de las ventas de las propiedades en Estados Unidos.
“British Caribbean Bank Ltd” transfirió, con base en una autorización firmada por Esparza como director y secretario de la firma, los derechos sobre cuatro parcelas de diez acres cada una en las Islas Turcas y Caicos.
El hotel no se pudo construir debido al inicio de la investigación Bonadio y Stornelli y su repercusión internacional.
Pero había pistas sobre quién era el verdadero dueño de los 70 millones de dólares.
En su investigación, Pochetti dijo que Muñoz le reveló una vez que “él estaba poniendo el dinero en ladrillos, que tenía que invertir, que tenía que poner el dinero en ladrillos, ‘como dice el jefe’. Entendí que el dinero salía de ahí. Realmente no sé si el dinero era de Néstor (Kirchner) o si lo compartían. Es un secreto que ambos se llevaron a la tumba”.
En ese sentido, el exministro de Economía de Santa Cruz, Juan Manuel Campillo, citó una charla con Muñoz: “Cuando me refiero a sus legítimos dueños (de la plata negra), aunque no lo dijimos a tiempo, se entendió y quedó ‘en el clima’ que eran de Néstor y Cristina. Le repetí, desármenlos, reintégrenlos y todos sus problemas se solucionarán”. Campillo concluyó: “Con la asesinato de Muñoz hubo una especie de ‘silencio final’”. Por Daniel Santoro. Fte. Clarín