POR LOS PASILLOS EL ÚNICO OBJETIVO QUE LE PUSO CRISTINA KIRCHNER A SERGIO MASSA Y LO QUE PASA EN EL 3ER. PISO DE HORACIO RODRÍGUEZ LARRETA
Cómo fue la charla determinante entre la vicepresidenta y el ahora ministro de Economía. Y las caras nuevas en la Jefatura de Gobierno porteña
Tras la renuncia intempestiva de Martìn Guzmàn al Ministerio de Economía, todo se precipitó en la cúpula del Frente de Todos. Después de seis meses sin hablar, Alberto Fernández y Cristina Elisabet Kirchner retomaron el diálogo, de modo tenso y desconfiado. Eso sirvió para una poco durable transición de Silvina Batakis y culminó con la entronización de Sergio Tomàs Massa como nistro empoderado para decidir por sí solo las medidas económicas del gobierno nacional.
¿Cuándo decidió la vicepresidenta que era el momento de Massa, lo que tanto anhelaba el nacido en San Martín pero con origen político en el municipio de Tigre?. «Cuando pasó una semana de la gestión Batakis y el dólar blue llegó a $ 350, Cristina vio el abismo», señala un interlocutor privilegiado de la ex Presidenta en esas horas de rictus rígidos para los caciques de la coalición gobernante.
Por eso, Cristina accionó: lo llamó al entonces titular de la Cámara de Diputados y lo convocó a su despacho en el Senado. La conversación no se dilató. Ella fue al grano y le puso un solo objetivo a quien se coronaría como nuevo ministro de Economía: “Tiene que terminar el gobierno, tiene que llegar al 10 de diciembre del año que viene”.
Cristina Kirchner junto a Sergio Massa en su despacho del Congreso. Foto Senado
Así, CFK encomendó a Massa a tomar las medidas económicas necesarias para que la gestión del Frente de Todos finalice en término, y que sea con Alberto Fernández sentado en la silla de Presidente de la Nación: ni renuncias ni adelantamiento de elecciones, solo llegar al final del ciclo establecido democráticamente sin sobresaltos de orden institucional.
No hubo en esa charla menciones a plazos para obtener réditos ni requerimientos vinculados a lo electoral: «Cristina cree que las próximas elecciones están perdidas. Pero si Sergio puede mejorar un poco la situación, mejor», vuelve a conceder el interlocutor de la vicepresidenta que comparte el destino de derrota pero con cero autocrítica sobre su responsabilidad en la crisis actual del gobierno que ella craneó. La Vice no lee encuestas pero sí mira indicadores, como el consumo, los ingresos, evolución del empleo, producción industrial así como importaciones y exportaciones. Pero Sergio Tomás Massa se tiene fe y cree (cada uno elige su propia aventura) que puede poner al peronismo en modo competitivo. Por lo pronto, tiene una encomienda de Cristina Kirchner que no piensa defraudar. Continuará…
Sergio Massa. Foto REUTERS
Prioridades
Ya en su semana y media de gestión como ministro nacional, Massa trasmitió hacia las oficinas de la jefa del Senado (y ante los colaboradores principales del Presidente) sus cuatro prioridades: financiar el Estado, conseguir dólares, reducir la brecha cambiaria y alinear precios y salarios. Ese ambicioso objetivo lo compartió en sus charlas con Cristina y lo repasó con Alberto. Pero una relación fue clave en todo este período: el vínculo político pero también personal que construyó Massa con Máximo Carlos Kirchner. Esa relación contribuyó a la llegada del tigrense al Poder Ejecutivo. Y ahora, es la base del apoyo que el ministro d Economìa recbe de la Càmpora que no bancó a Martín Guzmán con medidas del mismo tenor; o incluso más duras, como el alza de tarifas por venir. Vengo bancando este proyecto, reza la canción principal de La Cámpora. ¿La entonarán en este arranque de gestión massista?
El presidente Alberto Fernández y el ministro Sergio Massa en Cañada de Gómez. Foto: Juan José García
Gatos y palomas
En tanto, en el campamento opositor la cocina electoral no solo se suscribe a la pelea nacional y presidencial sino a la distrital. Y una discusión que está vigente es la sucesión de Horacio Rodrìguez Larreta en la Jefatura de Gobierno porteña, Los ministros locales Soledad Acuña y Fernán Quirós miran de reojo esa posibilidad. Quien está encaminado a competir para ese destino es Jorge Macri, ya establecido en la Ciudad y mudado, con vivienda familiar en Libertador y Ocampo. Y para sorpresa de muchos y muchas en la Ciudad. Jorge Macri sumó a su proyecto porteño a Fernando De Andreis, el ex secretario General de Presidencia de la gestión de Mauricio Macri.
El fiel colaborar de MM ya se mueve con libertad en el tercer piso del edificio de la calle Uspallata, en Parque Patricios, donde Jorge Macri tiene oficina (como ministro de Gobierno) pero donde también tiene su despacho el propio Larreta, hoy enfocado en su «maratón» presidencial. Es más: este miércoles, los dichos rabiosos de Elisa Carrió despertaron miradas recelosas en ese lugar, ya que varios ven la mano de Mauricio Macri en los rayos paralizantes de Lilita contra Rogelio Frigerio, Gerardo Morales y Cristian Ritondo por su supuesta relación con Sergio Massa. Gato con guantes no caza ratones…Fte. Identidad Correntina