WALL STREET ADVIERTE QUE POR LA SUBA DEL PETROLEO POR LA INVSIÓN RUSA PUEDE COMPLICARSE EL ACUERDO CON EL FMI
Un fondo inversor consideró que será menos factible la reducción de 0,6% del PBI que incluye el programa económico de este año. Consultoras alertan sobre un impacto adicional sobre el nivel de actividad
Un fondo inversor de Wall Street consideró que el shock de precios internacionales que se disparó por la guerra en Ucrania tendrá consecuencias en el programa económico acordado entre el Gobierno y el FMI y anticipó que complicará la viabilidad del recorte de subsidios a las tarifas al que se comprometió el Poder Ejecutivo ante el organismo.
Así lo expresó un informe del fondo Amherst Pierpont, firmado por la analista Siobhan Morden, que apuntó en un principio que “la aprobación final del programa del FMI debería aliviar un importante evento de riesgo y volver a centrar la atención en la vigilancia de datos y el riesgo de ejecución”, explicó en una nota a clientes.
“El shock (de precios) energético ciertamente complica la factibilidad política de los ajustes tarifarios y de la estrategia de ajuste gradual. La audiencia pública debe aclarar los detalles con un enfoque progresivo dirigido a los consumidores residenciales de altos ingresos”, especificó Armherst Pierpoint.
El objetivo de reducción de subsidios es uno de los que genera mayor escepticismo entre analistas del sector privado. La meta planteada para este año implica -implementación de la nueva segmentación de tarifas de por medio- un recorte equivalente a 0,6% del Producto Bruto Interno. Para algunas consultoras locales, el nuevo escenario de valores en el mercado global incluso exigirá al sector público un gasto mayor al que tuvo el año pasado.
“No hay mucha flexibilidad presupuestaria para la reticencia a reducir inversiones en bienes de capital con un compromiso de aumento real del gasto corriente que evite el sesgo de austeridad contracíclica. Es por eso que no sorprende que las noticias actuales sugieran el riesgo de más impuestos a la exportación al compartir los beneficios de la inesperada ganancia agrícola”, mencionó el informe, en referencia al incremento de alícuotas de derechos de exportación para subproductos de la soja.
“El único objetivo que importa es el ancla fiscal para un círculo virtuoso de confianza que reduce la emisión monetaria del Banco Central y estabiliza la tasa de cambio. El objetivo fiscal a corto plazo es más relevante que el objetivo monetario en el colchón de los desembolsos iniciales del FMI, así como los préstamos adicionales de otros organismos multilaterales”, apuntó Armherst Pierpoint. Además alertó: ”El objetivo de acumulación de reservas puede comenzar a complicarse para los objetivos de fines de junio”.
“El progreso en el objetivo fiscal debería complicar o tranquilizar las relaciones con el FMI y el sentimiento general de los inversores para un ajuste gradual. La amenaza latente de incumplimiento del FMI en pagos aún onerosos que requieren desembolsos de préstamos debería alentar el cumplimiento. No existe una solución rápida para los desequilibrios macroeconómicos todavía severos que sostenga los niveles aún deprimidos de los precios de los bonos”, consideró el fondo inversor.
Pero además hizo una recomendación de inversión sobre un bono provincial: “Nuestra estrategia de inversión sigue este giro lento con un potencial alcista asimétrico de los bajos precios de los bonos y un alto rendimiento actual de los cuasi-soberanos y corporativos. La Provincia de Buenos todavía ofrece un alto rendimiento actual de 9%, así como un menor riesgo de incumplimiento recurrente que se traduce en rendimientos a mediano plazo potencialmente mucho más altos en relación con el soberano”.
La meta planteada para este año implica -implementación de la nueva segmentación de tarifas de por medio- un recorte equivalente a 0,6% del Producto Bruto Interno. Para algunas consultoras locales, el nuevo escenario de valores en el mercado global incluso exigirá al sector público un gasto mayor al que tuvo el año pasado
En referencia a la principal preocupación de Armherst Pierpoint -la perspectiva energética para este año- un informe local, además, marca que la situación internacional puede implicar un peligro eventual a la actividad económica, además de un gasto mayor al esperado en subsidios: “Existe riesgo de racionamiento de la energía en el transcurso del invierno, por falta de recursos para importar gas licuado, cuyo precio se ha disparado con el conflicto bélico. Interrupciones de suministro afectarían particularmente al sector manufacturero, de ponderación relevante en las cuentas nacionales”, consideró Fundación Mediterránea.
Otro informe, en este caso de Ecolatina, también alerta sobre un impacto en la actividad económica que no se limitan solo al conflicto en el este europeo. “El impacto global del conflicto Rusia-Ucrania claramente excede al proveniente de la suba en los commodities y las turbulencias financieras: no solo es precios, las disrupciones financieras-comerciales ya tienen consecuencias sobre las perspectivas de actividad. De hecho, las órdenes de compra y proyectos de inversión, sumados a la confianza de los consumidores (tres motores de la economía moderna) se verán afectados en los próximos meses”, apuntó.
“En el plano local, los análisis se han principalmente limitado a la balanza de divisas (agro versus energía) que implica el conflicto. No obstante, la trascendencia de un crecimiento económico global más lento de lo esperado es elevada, y podría tener impactos sobre la economía argentina. En este sentido, el mejor escenario a esperar hacia adelante es una rápida solución al conflicto bélico seguido de una rápida reacción coordinada para paliar estos impactos”, concluyó Ecolatina.