MÁXIMO KIRCHNER NO ESTARÁ PRESENTE EN LA APERTURA DE SECIONES ORDINARAS

El diputado nacional y dirigente de La Cámpora, Máximo Kirchner, no asistirá al discurso del presidente Alberto Fernández de apertura de sesiones ordinarias en el Congreso, según adelantaron fuentes oficiales del gobierno.

Kirchner se encuentra en Santa Cruz y esgrimió cuestiones familiares para no viajar a Buenos Aires. Su entorno recordó que el año pasado tampoco estuvo en la Asamblea Legislativa del 2021. Sin embargo, con su ausencia envía un nuevo mensaje político hacia la interna del Frente de Todos, luego de su renuncia a la jefatura del bloque oficialista en la Cámara de Diputados, que expuso una nueva fractura por las diferencias del kirchnerismo con el principio de acuerdo firmado entre el Gobierno y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

El faltazo de Kirchner se suma a otros gestos de La Cámpora: el ministro del Interior, Eduardo «Wado» de Pedro, viajó a Barcelona para participar del Congreso Mundial de Móviles, en el que se encontró con la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. La militancia de base de la agrupación tampoco decidió marchar a la puerta del Congreso para respaldar al Presidente.

Quien sí estará en el Congreso es la vicepresidenta Cristina Kirchner, que conducirá la Asamblea. No comparte escenario público con Fernández desde el 10 de diciembre, cuando celebraron los dos años de gestión frente a Casa Rosada.

A partir de las 12 el presidente Alberto Fernández se dirigirá al pleno de los legisladores del Congreso con el tradicional mensaje de apertura del período 140° de sesiones ordinarias, que se celebra todos los 1° de marzo. El acto institucional tiene el objetivo de exponer el balance del Poder Ejecutivo sobre la marcha de la gestión y anticipar los ejes de gobierno y proyectos de ley que buscará darle sanción el jefe de Estado.

Lo previsible del discurso inaugural de este martes es que Alberto Fernández mencione el memorándum de entendimiento entre el Gobierno y el FMI. Los detalles técnicos y el documento final del acuerdo permanecieron sin definición en la última semana. La Casa Rosada y el staff del organismo multilateral mantenían diferencias sobre algunos puntos sobre el rumbo económico, el déficit fiscal y las condiciones del pago de la deuda de 44.000 millones de dólares contraída por la administración de Mauricio Macri.

El aspecto más ríspido de la negociación involucra el ajuste en las tarifas eléctricas y servicios públicos. Desde Estados Unidos pedían un aumento del 60% y en el Poder Ejecutivo no están dispuestos a aplicar un incremento superior al 20 por ciento.

La expectativa está centrada en si el Presidente anunciará hoy el envío al Congreso del proyecto final del acuerdo con el Fondo o si esperará uno o más días para diferenciar el mensaje del 1° de marzo.

Desde la campaña por las elecciones legislativas de 2021, el oficialismo ingresó en un clima interno en el que se agravó su descoordinación y los reproches internos sobre la orientación del gobierno. Las negociaciones con el FMI se convirtieron en una nueva cuña que pone en riesgo la unidad del Frente de Todos, y que se vio reflejada en la carta de renuncia de Máximo Kirchner a la conducción de la bancada parlamentaria en Diputados.

El desafío para el oficialismo en este primer tramo de la gestión es darle ratificación parlamentaria al acuerdo final con el organismo, una compromiso que la coalición oficialista asumió al impulsar y sancionar en 2021 la ley 27.612, que obliga a autorizar en el Congreso cualquier refinanciación de la deuda con el FMI. En ese recorrido, el Frente de Todos podría perder algunos votos de los sectores más díscolos, entre ellos, los dirigentes que se encolumnan detrás de la figura de Máximo Kirchner y los diputados nacionales de extracción sindical.

Además de la mención a la deuda externa, está previsto que el mensaje de Alberto Fernández reivindique la recuperación de la actividad económica del último año y pondrá el foco en la creación de empleo genuino como otro de los objetivos a consolidar en los próximos dos años. El texto está elaborado en base a los informes de cada ministerio, y con la asistencia del secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello; y el asesor presidencial Alejandro Grimson.

La convocatoria institucional se produce en un contexto internacional que, tras dos años de pandemia de COVID-19, se involucra en un nuevo tembladeral: la guerra entre Ucrania y Rusia. El presidente Alberto Fernández se referirá a la invasión al territorio ucraniano, que trae como consecuencias no solo una crisis humanitaria en los territorios en conflicto sino en los los precios globales de los commodities de la energía y los cereales, dos factores que inciden directamente la realidad económica de la Argentina.Fte.I