QUE HAY DETRÀS DEL PROYECTO DEL KIRCHNERISMO PARA QUE HAYA NUEVO «FÙTBOL PARA TODOS»
El senador Oscar Parrilli presentó una iniciativa que va en la misma línea del dictamen de la Comisión Nacional de la Competencia sobre la fusión Fox-ESPN: el avance del Gobierno sobre el fútbol premium
El senador Oscar Parrilli (Neuquén, Frente de Todos) llevaba más de siete meses trabajando en la televisación del fútbol de primera. Era un tema que estaba al tope de su agenda. La difusión de su proyecto de ley para estatizar el 30% de los partidos del Pack Fútbol fue el último paso. Y se dio dos días después de la resolución de la Secretaría de Comercio Interior sobre la fusión entre Fox (una de las empresas del fútbol pago) y ESPN. La firmó Roberto Feletti. Los dos son alfiles políticos de la misma mujer: la vicepresidenta Cristina Kirchner.
Quienes siguen de cerca el tema de la política y el fútbol no dudan: “Cuando a la señora (por Cristina Kirchner) se le mete un tema en la cabeza, avanza”. ¿Qué pasó entonces para que el fútbol televisado pase a ganar tanta importancia? Un poco de memoria: hace exactamente un año, la AFA rechazó una oferta de TeleCentro, la empresa de Alberto Pierri, para quedarse con el 50% de Disney-Fox en el pack fútbol. Eran 55 millones de dólares por cuatro años (2021-2025). Esa negativa no cayó nada bien en Balcarce 50.
Días más tarde, otra negociación también quedó trunca: el Gobierno charló durante semanas con Disney y con TNT (la dueña del otro 50% del pack fútbol) para poder transmitir cuatro partidos por fin de semana de la Liga Profesional. Disney terminó aceptando, tras acordar la renovación de su propio contrato hasta 2030. TNT, en cambio, no se sumó y mantuvo sus partidos en el abono premium. Meses más tarde, el aterrizaje de Enrique Sacco (pareja de María Eugenia Vidal, referente de Juntos por el Cambio) a la gerencia de la señal deportiva de Turner tensó aún más la relación. En el cristinismo (”que no es La Cámpora, ni el albertismo, ni el massismo”, según las fuentes) pusieron manos a la obra para ver cómo podían hacer para concretar el sueño. Cuatro partidos por fin de semana por la TVP.
Así fue como Daniel Ferreiro (exvicepresidente de Nueva Chicago y exvocero de Claudio “Chiqui” Tapia, presidente de la AFA) se reunió dos veces con Parrilli en su despacho del Congreso. Ferreiro tiene vasos comunicantes con el cristinismo a partir de Leandro Santoro, quien encabezó la lista de candidatos a diputados del Frente de Todos en la Capital Federal. El exdirectivo del Torito de Mataderos le mostró al legislador neuquino el mapa de la TV del fútbol. Ante la consulta de LA NACION, el propio Ferreiro confirmó el dato. A partir de aquellos encuentros (y de más información que le proporcionaron otros actores de la industria), Parrilli armó su iniciativa, que en en principio será acompañada por todos los senadores del bloque del FdT. Incluida la vicepresidenta de la Nación, por supuesto.
La intención del Gobierno de transmitir cuatro partidos por fin de semana sigue viva en el “proyecto Parrilli”: a partir de esta temporada, la Liga Profesional tendrá 28 equipos. Es decir, 14 partidos por fin de semana. La iniciativa presentada proyecta transmitir por TV abierta “el 30%” de los encuentros de cada fecha. Ese porcentaje equivale a…4,2 partidos cada siete días. Los mismos cuatro que el Gobierno había arrancado a negociar en marzo de 2020, y cuya primera reunión con las empresas dueñas de los derechos de TV del fútbol de primera debía realizarse en el Centro Cultural Néstor Kirchner. La pandemia del coronavirus postergó aquel encuentro inicial. Y paró la pelota.
El texto de la iniciativa propuesta por Parrilli dice también que los dos partidos más atrayentes para la audiencia deben estar entre los cuatro encuentros liberados. De confirmarse, y más allá de que ya hay un fallo judicial de 2018 que pone a resguardo los derechos de Fox y Turner al suspender la aplicación de tres artículos de la Ley de Servicios Audiovisuales, sería un golpe de nocaut para el pack fútbol, un negocio que da ganancia y que tiene cerca de dos millones de abonados. Los clubes, a la larga, también lo sufrirían, porque con menos suscriptores habría menos dinero para repartir.
Si en TNT al Gobierno le hace ruido la presencia de Sacco (por Vidal), en el cristinismo no pasa desapercibido que el máximo ejecutivo de Disney en el país sea Diego Lerner, amigo del expresidente Mauricio Macri. Quienes analizan el tablero lo resumen mejor: “Esto es muy simple: la pelea por la TV del fútbol es Cristina vs. Macri”.