martes 19 de noviembre de 2024 10:03:28

PATRICIA BULLRICH NEGOCIA CON RODRÍGUEZ LARRETA Y DUDA SOBRE SU CANDIDATURA

 Patricia Bullrich, piensa que es muy difícil ir a una batalla electoral contra el poderoso aparato porteño de Rodríguez Larreta sin contar con el apoyo de Mauricio Macri

Patricia Bullrich duda. Hace 48 horas presidió un Zoom con sus dirigentes más cercanos y se mantuvo casi en silencio. Algunos le aconsejaron negociar las mejores condiciones posibles para una lista de unidad en la Ciudad de Buenos Aires que evite una pelea feroz con Horacio Rodríguez Larreta. Otros son partidarios de competir en las PASO con María Eugenia Vidal, la candidata del jefe de Gobierno para encabezar la lista de diputados. Hay quienes creen que debe bajarse de toda postulación. Ella escucha a todos, pero, hasta el momento, sigue sin definirse.

Entre tantos ingredientes en juego, la presidenta del PRO piensa que es muy difícil ir a una batalla electoral contra el poderoso aparato porteño de Rodríguez Larreta sin contar con el apoyo de Mauricio Macri. Y Bullrich siente que el ex presidente la dejó prácticamente sola. ¿Será lo que terminará de pesar en su decisión? “Es un factor determinante más, aunque no es el menor”, admitió un allegado.

A Bullrich ya le había caído mal cuando el ex mandatario dijo hace quince días que esperaba que la dirigencia de Juntos por el Cambio pudiera “contener los egos” porque intuyó que también le hablaba a ella. Ahora, aseguran en su entorno, el malestar creció porque Macri se declaró neutral en la pelea interna de la oposición y que en estos días se reunió con Larreta y con Vidal, pero no con la jefa del PRO, alguien que, en sintonía con él, ha sostenido una postura implacable contra el Gobierno, alineada con el espíritu de ese 41% de votantes de 2019.

Macri no sólo les regaló dos fotos de importancia política a los líderes del ala dialoguista de JxC con los que tiene muchas diferencias sino que después de llegar a Madrid para presentar su libro, publicó en las redes sociales un comunicado en el que señaló: “No peleo lugares ni me meto en discusiones”. No es lo que Bullrich esperaba. Aseguran que en los últimos días se cortó la comunicación entre ambos.

Por eso la ex ministra de Seguridad duda. ¿Se podría bajar de la candidatura porque siente que Macri le quitó el respaldo? “Están todas las opciones sobre la mesa”, admitió alguien que pasa con ella muchas horas por día. Mientras, Bullrich sigue negociando con el larretismo. Trascendió que había rechazado una oferta para ocupar el tercer lugar en la lista, después de Vidal y del segundo candidato (que tiene que ser un hombre por la ley de cupo), aunque ahora sus colaboradores aseguraron a que “no descartamos nada”. Las tratativas son tan reservadas como vertiginosas porque el jefe de Gobierno buscaría anunciar el eventual acuerdo, o no, este fin de semana. El 14 de julio vencerá el plazo para la presentación de las alianzas electorales y el sábado 24, para oficializar las precandidaturas para los comicios.

En las oficinas de la Jefatura de Gobierno porteña hay un unánime pacto de silencio sobre la pelea electoral en la Ciudad, aunque desde allí dejaron trascender un mensaje para que fuera reproducido en los medios: “Los vínculos con Patricia avanzan bastante. Ella lidera las negociaciones en todo el país (incluyendo CABA y Provincia de Buenos Aires) para lograr la mejor oferta electoral, asegurando la unidad”.

¿Qué están negociando en estas horas? No sólo lugares en las listas de diputado y de legislador porteño, sino cómo llegar a un reparto equilibrado de poder en el PRO. El larretismo incluso llegó proponer que haya “unas PASO nórdicas” si fracasa la unidad y todo se dirime en las urnas. Cerca de Bullrich ironizan: “Nórdicos son tanto los personajes civilizados de la serie Borgen como los violentos de Vikingos”.

Los dirigentes más duros que rodean a la jefa del PRO le aconsejan que compita contra el eje Larreta-Vidal porque es lo que el electorado más antikirchnerista le está pidiendo para no transformar a JxC en un espacio complaciente hacia el Gobierno. Si Bullrich subió en las encuestas, argumentan, fue justamente porque mostró una intransigencia sin fisuras. Y negociar mansamente una lista de unidad con los moderados o bajarse de las candidaturas en 2021 puede ser visto por esa porción de la sociedad como una traición a las banderas opositoras a ultranza.

Además, aun perdiendo las PASO ante Vidal, Bullrich obtendría un porcentaje significativo de los votos y podría contar con un pelotón de legisladores propios, indispensables para comenzar a disputarle el poder al jefe de Gobierno en su propio distrito antes de 2023.

En la vereda de enfrente, quienes le recomiendan llegar a algún acuerdo con Rodríguez Larreta están convencidos de que la sociedad quiere que los políticos se unan y no se peleen por un cargo. Sobre todo está en juego una disputa sin cuartel en un mismo partido, sin garantías de un triunfo en las primarias y con el riesgo de que una derrota en las PASO le ponga un freno a sus aspiraciones presidenciales para 2023.

Hay incluso una minoría de allegados a Bullrich que creen que su imagen podría crecer más si pega un portazo, se baja de toda postulación este año y se queda atrincherada en la jefatura del partido para resistir lo que algunos referentes del ala dura de Juntos por el Cambio vislumbran como “una domesticación del PRO” ante el kirchnerismo si se impone el jefe de Gobierno en las PASO del 12 de septiembre.

En estas horas decisivas, Bullrich escucha a todos y medita, aunque no se queda quieta. Este jueves estuvo en el Congreso con Alfredo Cornejo, de la UCR, y Maximiliano Ferraro, de la Coalición Cívica, para hacer un mapeo electoral de todo el país y analizar la conformación de alianzas, mientras seguía en contacto con los operadores larretistas para tratar de avanzar en las negociaciones para una lista de unidad. Sabe que cualquier decisión que tome marcará a fuego no sólo su propia carrera en la política, donde aparece el 2023 con luces de neón. También está en juego qué tipo de oposición tomará forma este año para intentar frenar al Gobierno y soñar con un regreso al poder. fTE. iNFOBAE