EL JEFEDE GABINETE RECONOCIÓ QUE NO SOLICITARON MÁS VACUNAS AL FONDO COVAX PORQUE NO HABÍA PLAZO DE ENTREGA Y PARA AHORRAR DÓLARES
La explicación de Cafiero sobre el tema Covax se dio frente a la pregunta número 55 del informe, realizado por el senador radical Pablo Daniel Blanco
Según el jefe de Gabinete, si adquiría un porcentaje mayor debería haber gastado US$ 60 millones. Y no había garantías de entrega.
El jefe de Gabinete Santiago Cafiero reconoció que el Gobierno podría haber pedido más vacunas al Fondo Covax, pero que no lo hizo porque debería «haber anticipado mayor cantidad de dólares» a un contrato que no ofrecía, en ese entonces, garantías respecto del plazo de entrega, argumentó.
El Gobierno, según el funcionario, gastó US$ 31 millones en comprar dosis del Mecanismo Covax, cuando pudo haber adquirido más cantidad si desembolsaba US$ 60 millones, aunque no estaban garantizados los tiempos de entrega. Ese fue el principal argumento utilizado por el jefe de ministros.
«De las nueve millones de dosis que pedimos, todavía no llegamos a que nos entreguen dos millones»,sostienen fuentes ejecutivas explicando el por qué de la decisión de no pedir más. La demora en los envíos de vacunas viene siendo una constante: otros ejemplos son los de AstraZeneca y Sinopharm, que aún no enviaron millones de dosis que previeron mandar por contrato.
Los dichos de Cafiero surgen del análisis que hizo Clarín del informe que el jefe de Gabinete dio ante el Senado de la Nación, en el que respondió un total de 1.100 preguntas, la mayoría vinculadas a la estrategia sanitaria nacional frente al Covid-19 y a los pormenores sobre la compra de vacunas. Cafiero se presentará formalmente ante la Cámara alta este jueves, pero ya comunicó sus respuestas a las preguntas enviadas por los senadores.
La explicación de Cafiero sobre el tema Covax se dio frente a la pregunta número 55 del informe, realizada por el senador radical Pablo Daniel Blanco. La misma se dio luego de que el titular del Fondo, Santiago Cornejo, asegurara que Argentina rechazó recibir dosis de Pfizer incluidas dentro del acuerdo. Cornejo luego se desdijo, pero sus declaraciones reavivaron los cuestionamientos al Gobierno, que ya había desestimado dosis de Pfizer previamente, según consta en diálogos que se conocieron entre la compañía estadounidense y el Ministerio de Salud.
En una de sus consultas al jefe de Gabinete, Blanco preguntó:
– ¿Por qué el Gobierno optó por solicitar el piso mínimo del 10% del total de hasta 9 millones que nos correspondían por ser miembros de la Alianza Covax siendo que el mecanismo permitía reservar un máximo equivalente al 40% de la población vulnerable y prioritaria?
La respuesta de Cafiero, luego de una larga introducción, fue que Covax estableció «dos modelos de contrato» con los países, el «compra opcional» y el «compra compromiso».
En el primero, «por cuestiones vinculadas con procedimientos de aprobación de la vacuna y precio, le tocan a cada país que haya suscrito ese tipo de convenio una determinada cantidad de dosis», explicó.?
El segundo, que es la compra que hicieron la Argentina y México, «es más adecuado para los países que tienen formato de compra bilateral». Cafiero comentó que «ese modelo de compra permite que, a medida que el Fondo Covax va celebrando contratos con distintos desarrolladores y proveedores de vacunas, ponga a disposición de los países lo que ellos llaman una pre asignación de dosis».
Y a partir de esa argumentación señaló que «se optó por un mecanismo del 10% de las dosis por una evaluación de costo-beneficio y oportunidad». Sobre ese punto, agregó: «De haber sido una mayor cantidad de dosis, se debería haber anticipado mayor cantidad de dólares contra un contrato que no ofrecía, en ese momento, ninguna garantía respecto del plazo de entrega, vacunas a entregar y condiciones contractuales».
Además, citó como ejemplo que si Argentina «hubiera elegido cubrir un 20% de la población, se tendría que haber anticipado más de US$ 60 millones en aquel momento». Sobre ello, sostuvo: «La situación que tendríamos hoy sería igual a la actual, se estaría esperando que se celebren contratos y prontos a recibir las primeras vacunas que se ajustaron ahora». «En ese sentido, fue una relación costo-beneficio más que oportuna», puntualizó el funcionario.
Cafiero extendió su respuesta reflexionando sobre por qué fue una decisión acertada la del Gobierno, según su opinión. «El mecanismo Covax no prevé entregas contractualmente. Lo que se prevé es que, conforme la alianza vaya celebrando contratos con los desarrolladores y estos dispongan un cronograma de entrega, se lo comunican a los países. Para el caso de los que tienen compra compromiso se trata solamente de la opción de tomarlo y para los que tienen la compra opcional, es tomarlo o dejarlo. Argentina viene haciendo este último trabajo».
Y concluyó: «Ese fue el motivo por el cual se optó por esa cantidad. El piso mínimo para entrar era del 10% de la población. Argentina optó por el piso mínimo y fue una decisión inteligente, habida cuenta de cómo viene funcionando el mecanismo a la fecha. Actualmente, ningún país del mundo tiene un cronograma de entregas confirmado. Por el contrario, Argentina tiene contratos bilaterales, con cronogramas de entrega comprometidos. El monto total de la inversión fue de US$ 31 millones».
Sobre esos contratos bilaterales, Cafiero detalló en una parte de su informe que en el caso de AstraZeneca se pagó el 60% de las dosis adquiridas y todavía no llegaron al país. Sí arribaron dosis de ese laboratorio, pero mediante el Fondo Covax, un total de 1,9 millones vacunas.
Las negociaciones con Pfizer
?El otro tema saliente del informe de Cafiero fue la negociación con Pfizer, sobre la que se consultó en numerosas ocasiones por representantes de la oposición en el Senado.
El jefe de Gabinete insistió con la versión oficial de que al momento de negociar Pfizer «expuso la necesidad de contemplar cláusulas con mayores requerimientos que superaban las excepcionalidades previstas en la mencionada normativa».
Y describió los motivos del conflicto con el laboratorio. «Las dificultades en relación a la compañía norteamericana no radicaron en quién firma el contrato, sino en dos problemas. El primero tenía que ver con el planteo de excluir la negligencia no solo del contrato, sino también de la ley mencionada, lo que implicaba la modificación de una norma. El segundo problema se relaciona con los criterios para la aceptación de la garantía con contragarantía de ejecución en el exterior. Estos son los dos puntos por los que se ha llegado a un acuerdo», sostuvo en el texto.
No obstante, agregó que en abril, como publicó Clarín, «Argentina retomó las conversaciones con el laboratorio Pfizer para avanzar en un posible acuerdo para la provisión de vacunas contra el Covid-19». En esa línea, ante la pregunta 632 del informe, sobre en qué fecha pueden llegar dosis de Pfizer, consignó que «se han iniciado negociaciones con laboratorios productores de vacunas para prever su provisión en tiempo y forma para el año 2022».
Finalmente, ante otra consulta, la 155, Cafiero negó que Argentina haya rechazado dosis de Pfizer ofrecidas a Argentina, tal cual esgrimieron directivos de la compañía en una carta enviada al Ministerio de Salud en diciembre del año pasado.
Al respecto, declaró: «El Ministerio de Salud informa que no rechazó una oferta de 14 millones de dosis que hubieran sido entregadas prácticamente al costo del laboratorio Pfizer, ni a mediados de julio del año 2020 ni en ninguna otra oportunidad. Tampoco consta en el Ministerio de Salud que el precio que habría ofertado la empresa sea “50% más barato que el establecido por el laboratorio para los Estados Unidos de Norteamérica”.
La trama secreta de la negociación con Pfizer: once reuniones, tres «no» y sospechosas idas y vueltas. CClarín. Fte. Identidad Correntina