LA REUNIÒN DEL PRESIDENTE CON EL FMI COMENZÒ A LA HORA 9,58 hora local ( 4 DE ARGENTINA)
Es poco probable que el Presidente y la directora gerente del FMI anuncien un principio de acuerdo cuando concluya el cónclave en el hotel Sofitel
Como estaba previsto, comenzó el encuentro entre Alberto Fernández y Kristalina Georgieva para negociar la deuda y debatir la agenda global post COVID-19. “Buen día, contenta de estar acá”. Así ingresó al hotel Sofitel de Villa Borghese la directora gerente del Fondo Monetario, a las 9.58 (hora local), junto a sus asesores y custodia luego de descender de un Mercedes Benz negro. Tras subir al primer piso, inició la reunión de trabajo con el Presidente.
A los dos minutos de acceder al salón, los protagonistas volvieron a salir para posar ante los fotógrafos. “Al fin nos vemos”, alcanzó a decir Georgieva a Fernández. El detalle grafica que solo habìa visto al Jefe del Estado argentino vìa Zoom.Se los veía muy sonrientes e incluso lucieron una bandera nacional. Luego, todo se volvió más serio para la captura protocolar.
Llevan adelante el cónclave solos. En un salón del hotel, aparte, conversan el ministro de Economía Martín Guzmán y Julie Kozack, Encargada para America Latina del FMI. Ambos se sumarán más tarde a la reunión de Fernández y Georgieva.
Por estas horas, Roma será el epicentro de un debate global que busca respuesta a los interrogantes que abrió la pandemia tras su golpe mortal a un sistema de equilibrio poder que exige un modelo de reemplazo antes que la anomia institucional multiplique la tragedia que ya causó el COVID-19.
En este contexto, la Iglesia Católica que lidera Francisco y la Casa Blanca que maneja Joseph Biden iniciaron un debate que beneficiará a la Argentina, jaqueada por el Fondo Monetario Internacional y el Club de Paris que pretenden cobrar sus deudas a favor por casi 50.000 millones de dólares.
Kristalina Georgieva está en Roma para participar de una jornada académica organizada por el Vaticano que tiene un capítulo titulado “el alivio de la deuda para los países en vías de desarrollo y la arquitectura internacional y fiscal”.
Junto a Georgieva, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), estará online Janet Yellen, secretaria del Tesoro de los Estados Unidos, el premio Nobel de economía, Joseph Stiglitz, y Martín Guzmán, titular del Palacio de Hacienda, entre otros connotados oradores que conocen como funciona el sistema global.
Francisco organizó el seminario y Biden decidió acompañar. No se trató de una decisión azarosa del presidente de los Estados Unidos que resolvió apoyar a su amigo el Papa nacido en Argentina. Al contrario, Biden y Francisco asumen que la pandemia inició un efecto dominó que puede complicar al planeta -en su economía y en su medio ambiente-, y por eso decidieron actuar.
Este pensamiento común puso a Georgieva en Roma, y también a Alberto Fernández. Pero a diferencia de la directora gerente, que sólo expondrá acerca de cómo debería funcionar la economía en pleno siglo XXI, el Presidente llegó a Italia después recorrer miles de kilómetros para avanzar en dos objetivos que se vinculan entre sí: obtener respaldo para su estrategia de negociación con el FMI y proponer nuevas reglas de juego que deberían establecer un nuevo modelo de sistema global.
Georgieva está de acuerdo en cambiar las normas que están vigentes desde Bretton Woods. La directora gerente cree que el modelo post Segunda Guerra Mundial se agotó y que los organismos multilaterales -FMI y Banco Mundial, por ejemplo- deberían remozar sus instrumentos jurídicos que enmarcan las condiciones de ayuda financiera.
Alberto Fernández piensa igual que Georgieva, aunque su formación personal e ideológica es muy distinta. Y en este punto, está el valor de las coincidencias: dos protagonistas políticos, con diferente función institucional, consideran que la pandemia puso al descubierto el agotamiento del sistema por su débil respuesta a los efectos mortales del coronavirus.
El jefe de Estado propone un cambio estructural que no implica una búsqueda de ventajas frente a la deuda de 44.000 millones de dólares con el FMI y otros 2.400 millones de dólares con el Club de París. La intención de Alberto Fernández es evitar un nuevo plan de ajuste, pero ese objetivo esencial no contradice su deseo de articular nuevas reglas en una época distópica con bloques geopolíticos que pujan entre sí rumbo al caos.
Esta doble matriz de pensamiento presidencial -lograr un nuevo acuerdo con los acreedores y proponer una reforma al sistema económico- marca la reunión que Alberto Fernández y Georgieva protagonizan en el hotel Sofitel de Roma.
El presidente preparó con Guzmán su encuentro con la directora gerente. Y la propuesta de negociación tiene las siguientes características:
1. Suspender el pago de los super cargos establecidos por el FMI para los países que han tomado deuda por encima de su cuota parte.
2. Distribución de los Derechos Especiales de Giro (DEG) que pertenecen a los países centrales y no necesitan para mantener equilibradas sus cuentas publicas.
3. Ampliación de los plazos previstos en los créditos de Facilidades Extendidas.
4. Reducción de las tasas que se cobran cuando el FMI concede créditos Stand-By o de Facilidades Extendidas.
5. Refinanciar los vencimientos de capital que caen en septiembre y diciembre.
6. Insistir con el concepto de sustentabilidad de la deuda. Es decir, Argentina honrará sus compromisos pero no aceptará hacerlo bajo un tradicional plan de ajuste.
La propuesta inicial del Presidente contempla los dos parámetros que Francisco y Biden pensaron para el seminario que inicia hoy en Roma. Resolver con urgencia los problemas de deuda que exhiben los países más débiles, y a su vez, establecer una hoja de ruta que permita cambiar las normas de funcionamiento de un sistema internacional que cruje y hace agua.
Georgieva ya conoce la lógica de pensamiento de Alberto Fernández -hablaron por teléfono, se enviaron mails y compartieron videos conferencia- y sabe qué plantea el jefe de Estado. Siempre se mostró proclive a colaborar con Alberto Fernández y su ministro Guzmán, y esa lógica de funcionamiento no cambiará en Roma.
En este contexto, es poco probable que el Presidente y la directora gerente del FMI anuncien un principio de acuerdo cuando concluya el cónclave en el hotel Sofitel. Era importante que Alberto Fernández y Georgieva se encuentren personalmente, y que la conversación fluya sin los limites de seguridad que imponen un zoom o un call vía celular.
Pero es aventurado pronosticar que Argentina está acerca de un crédito de Facilidades Extendidas.Fte. Textual Infobae