LA DECSIÒN DE PEDIRLE LA RENUNCIA DEL CRISTINISTA FEDERICO BASUALDO SUBSECRETARIO DE ENERGÌA FUÈ CONVERSADA CON EL PRESIDENTE EL MINISTRO DE ECONOMÌA Y EL JEFE DE GABINETE
De esa manera Guzmán puso de manifiesto la molestia extrema con uno de los funcionarios cristinistas más duros a la hora de cuestionar el esquema de suba de tarifas
El presidente Alberto Fernández, el jefe de Gabinete Santiago Cafiero y el ministro de Economía, Martín Guzmán decidieron echar que al subsecretario de Energía, Federico Basualdo, al que se le pidió hoy la renuncia.
De esa manera Guzmán puso de manifiesto la molestia extrema con uno de los funcionarios cristinistas más duros a la hora de cuestionar el esquema de suba de tarifas que él mismo detalló en el Presupuesto de este año. La decisión final la tomó el propio Fernández en varios diálogos con Santiago Cafiero, el jefe de Gabinete, y Guzmán. Y optaron por hacerla pública hoy, luego de los anuncios. Fue clave el malhumor sobre el tema en la reunión de gabinete económico de esta semana. Desde que asumió como interventor del ENRE, el mandato de Basualdo fue encontrar la manera de segmentar las subas en las boletas de luz para “direccionar” de forma más eficiente los subsidios. “Nunca lo hizo”, aseguran en Casa Rosada
Ya este jueves por la mañana, con la decisión tomada, Cafiero y Guzmán encomendaron al secretario de Energía, Darío Martínez, superior directo de Basualdo, que le comunique la decisión que había tomado el jefe de Estado, según confirmaron a Infobae fuentes oficiales. De esta manera, un representante del ala del Frente de Todos con terminal política en el Instituto Patria de Cristina Kirchner era despedido del gabinete.
Cerca de Basualdo aseguran que no es así. “Nunca existió el pedido de renuncia a Federico Basualdo”, aseguraron esta tarde desde el cristinismo desmintiendo a los altos funcionarios del Gobierno.
“Basualdo nunca planteó el congelamiento de la tarifa. Las audiencias publicas marcan claramente el sendero: cuidar el bolsillo de la gente y dar previsibilidad al sector. Sostiene que en el marco de la pandemia el aumento nunca podía llegar a los dos dígitos”, agregaron.
Basualdo no fue un nombre nuevo en el plantel de funcionarios del Estado ligado a las boletas de energía: comenzó su trabajo en marzo de 2020 como interventor del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), donde ya había ocupado un cargo durante la segunda presidencia de Cristina Kirchner. En noviembre dio el salto a la Subsecretaría de Energía, luego de que la secretaría pasara de Desarrollo Productivo a Economía.
Ese cambio de roles lo hizo pasar de una dependencia que cuenta con cierta autonomía a quedar bajo el ala de Guzmán, al menos en términos de organigrama. Y fue en ese momento en que las diferencias de criterio entre el ministro y el subsecretario sobre cómo llevar adelante el deshielo tarifario, que ya estaban a la vista, pasaron a ser insalvables.
Sociólogo, hijo del economista Eduardo Basualdo e integrante de las áreas de Economía y de Energía de Flacso, Federico Basualdo marcó en público una distancia sobre el criterio del jefe del Palacio de Hacienda respecto de cómo avanzar con las subas de tarifas. Si bien el ahora ex subsecretario de Energía había hablado de una suba de hasta 9% –tal como se confirmó este viernes– también había sugerido que directamente “podrían no aumentar”, lo que inquietó a las empresas del sector. “Hay un desequilibrio en los subsidios y eso le puede pegar a la brecha, y eso termina en la inflación. Es lo que hay que resolver con gestión. No hay disputas de poder acá”, dicen cerca de Guzmán
En diciembre de 2020, durante un acto en la Ciudad de La Plata donde el Gobierno hizo un balance de su gestión, la vicepresidenta había opinado sobre el tema. Allí llamó a alinear “los salarios y jubilaciones con los precios de los alimentos y las tarifas” y remarcó que esa iba a ser una “tarea fundamental” durante este año. Bajo esa mirada es que actuaba Basualdo, ahora dentro del propio gabinete de Economía.
El planteo significaba una afrenta abierta al “plan Guzmán” de tarifas para este año, que tiene un elemento central: que este año los subsidios no superen –medidos en términos del PBI– a los que el Estado destinó para cubrir las tarifas durante 2020. Y la demora en la aplicación de un esquema de actualización ya se hace sentir en las cuentas públicas: en los primeros tres meses de 2021, la cuenta de subvenciones a la energìa ya acumuka una suba de 73% en relaciòn con el primer trimestre del año pasado.
La decisión de pedirle la renuncia a Basualdo se cocinó en los últimos días con reuniones entre Guzmán, Cafiero y el propio Alberto Fernández, quien escuchó la frase terminante del ministro. Incluso este miércoles durante la reunión de gabinete económico se volvió a hablar de establecer un sendero de tarifas con aumentos “racionales”. No es casualidad que el despido tenga lugar en este momento en particular: en los próximos días deberá quedar definida por decisiones administrativas del Ministerio de Economía la primera tanda de incrementos, tanto de energía eléctrica como de gas.
De todas formas, la idea rondaba desde hace más tiempo. Desde que asumió como interventor del ENRE, el mandato presidencial fue encontrar la manera de segmentar las subas en las boletas de luz para “direccionar” de forma más eficiente los subsidios. “No se avanzó en nada”, comentaron a este medio desde la Secretaría de Energía, y aseguraron que lo mismo sucede con el gas.
Cerca de Guzmán fueron más duros para resumir la gestión del área tarifaria: “Fue inoperancia”. Y aseguran que la disyuntiva entre aumentar los valores de la energía y conseguir un buen resultado electoral este año es falsa: “Hay un desequilibrio en los subsidios y eso le puede pegar a la brecha, y eso termina en la inflación. Es lo que hay que resolver con gestión. No hay disputas de poder acá”, aseguran allegados al Palacio de Hacienda.
La lectura que hacen desde el Ministerio de Economía es que Guzmán consiguió un respaldo político de Alberto Fernández en un tema que consideraba decisivo no solo para la gestión de la política económica doméstica sino también para las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional, en la que la cuestión del gasto en subsidios tiene especial relevancia.
La salida de Basualdo generó resquemores en el ala cristinista del Frente de Todos, hábitat del ahora ex subsecretario de Energía. Incluso en grupos de WhatsApp políticos circuló la bronca contra el jefe del Palacio de Hacienda. Cerca de la vicepresidenta hasta mencionaban incluso que no existía ningún pedido de renuncia formal y que esperaban que hubiera una declaración pública.
Hay una segunda interna energética que queda sin resolver, aun después del despido de Basualdo. Y tiene que ver con las tarifas de gas. Federico Bernal es el interventor del Enargas y, a diferencia de Basualdo, no depende formalmente del Ministerio de Economía. De todas formas las visiones contrapuestas ya salieron a la luz.
Hace pocas semanas Bernal había confirmado que “los servocops pùblicos de transporte y distribuciòn de gas por redes tendrán un aumento en factura para 2021 del orden del 6% para residenciales y menor del 4% para pymes”. Desde Energía afirmaron ante Infobae que, en rigor, esos aumentos también podrían ser de 9%, como con la luz.
“Este tema de los subsidios es un tema importante, porque si aumentan los subsidios en relación al producto significa que estamos destinando más recursos a algo que no es gasto de alta calidad”, mencionó en una entrevista poco después.Fte. Infobae