EL BCRA SUFRE UNA SANGRÍA DE RESERVAS Y ALERTAN QUE CASI NO HAY «PODER DE FUEGO» PARA ENFRENTAR OTRO CIMBRONAZO DEL DÓLAR
En el Gobierno se mantiene la postura de resistir una devaluación del tipo de cambio oficial oficial y «aguantar» hasta que lleguen los soja-dólares.
El drenaje de dólares que sufre el Banco Central no se detiene y posiblemente la autoridad monetaria terminará noviembre con un saldo negativo «parecido» al que sufrió en octubre y septiembre. O sea, similar a cuando se decidió a endurecer el mega cepo cambiario.
Según datos oficiales, a pocos días de terminar el mes, las reservas internacionales se hunden 1.125 millones de dólares. Todo esto a pesar del «veranito financiero» y el rally de los mercados del mundo. Pareciera que, al menos para detener la caída de reservas, el Gobierno no encontró la «vacuna».
Por eso, el equipo económico se esfuerza en llegar a un entendimiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en forma rápida. La teoría de Martín Guzmán es la misma que tenía cuando cerró el canje de la deuda: la apuesta a que mejoren las expectativas con la Argentina.
«No va a ser suficiente para la Argentina tener un acuerdo con el Fondo para calmar la crisis cambiaria. Porque eso, de alguna manera, está descontado. Creo que la mejor noticia que puede tener el Gobierno es la soja a u$s440 y que la cosecha que se va a liquidar el año que viene va a ser buena. Pero el FMI le va a pedir que libere un poco el cepo, al menos para las empresas, y eso va a generar tensiones«, describió un banquero del exterior. Guzmán y Pesce se resisten a acelerar la suba del tipo de cambio oficial y esperan «aguantar» a que liquide la soja.
El Ministerio de Economía y el BCRA apuestan a llegar a marzo del año próximo para que empiece la liquidación de la cosecha y el Central tenga «holgura» para comprar dólares y recomponer las reservas. Pero la fecha en el calendario queda aún muy lejos y, de producirse algún cimbronazo con el dólar (los financieros y el blue) habrá poco poder de fuego con reservas en caída libre.
El BCRA lleva 4 meses consecutivos de pérdida de cuantiosas reservas. A los más de 1.000 millones que caerán en noviembre, se le suma el saldo negativo de octubre (se fueron u$s1.522 millones), septiembre (estuvo otros 1.463 millones de dólares abajo) y agosto cedió 544 millones.
En el Gobierno se mantiene la postura de resistir una devaluación del tipo de cambio oficial oficial y «aguantar» hasta que lleguen los soja-dólares. Pero ya hay muchos que advierten por un atraso cambiario en la Argentina.
Porque el tipo que reciben los que se ven obligados a vender dólares está muy por debajo de los precios en el canal financiero. El Instituto de Finanzas Internacionales (IIF por sus siglas en inglés), el organismo que representa a bancos y fondos de inversión más poderosos del mundo, calcula que el peso argentino está casi 8% «sobrevaluado» contra el dólar.
En el mercado creen que si bien es importante ver los dólares financieros con menores volatilidades y manteniéndose en niveles más estables, preocupa de cara al futuro la aceleración de la inflación más las constantes ventas de reservas por parte del BCRA. Creen que podría no ser suficiente el plan «aguantar». El Gobierno intenta frenar una devaluación pero el mercado cree que se está generando atraso cambiario.
Esto, además, porque habrá una mega emisión de pesos a fin de año (estacionalmente muy demandada de pesos) que podría ponerle mucha presión a los dólares paralelos a partir de enero. El Ministerio de Economía hará uso de todas las utilidades del BCRA disponibles hasta fin de año, llevando a la entidad monetaria a emitir cerca de $344.000 millones más.
Para Portfolio Personal Inversiones (PPI), «toda esta combinación, podría volver a generar volatilidad en el MEP y CCL, como también en el dólar informal».
Por ende, el Gobierno tendrá un gran desafío en este fin de año donde luchará por mantener calmas las variables financieras como lo hizo este mes, impactando positivamente en los mercados.
«La alta inflación y la mayor emisión harán su trabajo, presionando al dólar al alza con un BCRA con escasas reservas y cada vez menos poder de fuego. Aunque Guzmán tiene a favor un mayor viento de cola hacia emergentes, gracias al triunfo de Joe Biden, sumado a las apariciones de las vacunas con efectividad por encima del 90%», dicen.
Las dudas en el exterior son las mismas. La calificadora de riesgo Moody’s recientemente advirtió que el tema más relevante para la argentina en 2021 será el dólar y las reservas.
«El gobierno puede estabilizar en el corto plazo, porque están dispuestos a utilizar recursos, como las reservas, endeudarse, o poner un cepo. Pero no pueden hacerlo en el largo plazo. No puede luchar contra las mareas de los fundamentos. Si la población no confía o considera que va a subir el dólar, no va a quedar otra que devaluar. La cuestión es la velocidad de la devaluación», afirmó.
Es más, el analista de Moody’s Gabriel Torres -al ser consultado si cree que habrá más cepo para detener la caída de reservas- sostuvo que «pareciera que el Gobierno va en camino a endurecer más el cepo en la medida que sigan cayendo las reservas». Cree que un acuerdo rápido con el FMI podría tranquilizar al mercado y así que las arcas del Central no se evaporen tan rápido.
¿Prevalecerá el plan «aguantar»? Por ahora, el Gobierno sigue sin encontrarle la vacuna para la caída de reservas. Fte. IP