UN GOBIERNO SIN BRÚJULA ECONÓMICA POR CARLOS SENA
Cuando todo parecía indicar que explotaba la bomba “dólar” el señor Presidente sale a bancar el ritmo y lanza una frase cuasi humorística de “no vamos a devaluar”
POR CARLOS SENA. Es de películas de ciencia ficción o de una novela de esas que ya sabemos el final feliz, quizá aquí la diferencia se establezca en que no sabemos a ciencia cierta cuál será nuestro final. Es la Argentina de todos los días, esta que no deja de sorprendernos y llega al punto del hastío total. Lo bueno es que, tal como lo dicen los estudiosos, el futuro viene aparejado con una necesidad a la adaptación a los cambios y créame que los argentinos estamos desarrollando una habilidad para adaptarnos a los cambios envidiable a los ojos del mundo.
Esta semana no es la excepción a la regla justamente, cuando todo parecía indicar que explotaba la bomba “dólar” el señor Presidente sale a bancar el ritmo y lanza una frase cuasi humorística de “no vamos a devaluar”. No me voy a poner a desarrollar el tema en demasía, si usted es de los que compra o vende dólares, sabe a lo que se atiene y las peripecias que debe afrontar para hacerlo “legalmente” a los ojos de este Gobierno. No hace falta que le cuente que esa brecha entre el peso y el dólar anda a niveles siderales y tampoco hace falta que le cuente que esto se traslada a los precios, aunque gritones por todos los medios y redes sociales que eso no es así. En fin, como decía un viejo conocido nuestro “no hay más verdad que la realidad”, en este sentido digo ¿No hay una devaluación de hecho?
Por otro lado, como si fuera poco apareció un viejo conocido que andaba por las penumbras de la FIFA… Sí apareció Mauri y “TODOS” se pusieron como locos y, como cuando aparece un gato entre la jauría, ¡a ladrarle al gato! Como si los argentinos estuviéramos de ánimo para esas comedias políticas. Hasta los que eran propios del “gato” lo atendieron, como Ernesto Sanz quien sostuvo el ex presidente debería haber limitado la autocrítica a su figura y no a sus negociadores políticos, a los que tildó de «ala filoperonista». Una ensalada de grieta a las que venimos acostumbrados.
Mientras tanto, con una economía paralizada, con parámetros al rojo vivo en todo el tablero económico y social, la Argentina continúa su rumbo sin una brújula económica. El presidente dijo en el coloquio de ideas que los empresarios y el Gobierno deben trabajar juntos… a lo que me pregunto, ¿El gobierno piensa en el sector empresario? ¿Les limpia el camino para que puedan desarrollarse como nuestra amada Nación lo necesita? En mi humilde opinión, la cuarentena infinita es una muestra de que no se piensa con claridad en el sector más importante de la economía.
En definitiva, sería deseable que los que pretenden candidatearse a futuro, comiencen a desarrollar un plan de verdad y que sea un proyecto de Nación en serio, porque un gobierno sin brújula económica no beneficia a este hermoso país. Es bueno que sepa el mundo entero que los argentinos están cansados de las comedias políticas y un Gobierno sin brújula económica es lo peor que le podía pasar al país en estos tiempos que corren; es más, es lo peor de hoy, de ayer o de cuando usted lea este artículo y como reza el viejo refrán «A quien le quepa el sayo…» PRISMA.