FUERTE OPERATIVO EN LAS REDES SOCIALES QUE PROMUEVE UN CACEROLAZO CONTRA LA LIBERTAD DE LOS PRESOS
En una breve texto que comenzó en las últimas horas, principalmente a través de whatsapp, los impulsores de la protesta se preguntan: “¿Qué será de los policías y gendarmes, de los fiscales y jueces que los encerraron y condenaron
Luego del fallo de Casación, donde se pidió la liberación de grupos de presos considerados en «población de riesgo», surgió todo un debate respecto a qué hacer ante el posible ingreso del coronavirus en los penales provinciales. Desde las redes sociales, comenzó a viralizarce un «cacerolazo nacional»a modo de repudio a la libertad de los presos. «Estamos hartos de la falta de seguridad y de la complicidad de funcionarios y jueces con el delito, y queremos que se proteja y se privilegie a las víctimas y no a los asesinos, violadores, narcotraficantes y corruptos de toda laya», señala la convocatoria para manifestarse este jueves a las 20 horas.
En una breve texto que comenzó en las últimas horas, principalmente a través de whatsapp, los impulsores de la protesta se preguntan: “¿Qué será de los policías y gendarmes, de los fiscales y jueces que los encerraron y condenaron y de las familias de todos ellos, que serán amenazadas ahora por los delincuentes nuevamente en libertad?”.
«Tarde o temprano, quienes hayan emprendido esta campaña para permitir el armado de un nuevo ‘Vatayón Militante’, formado por sicarios al mejor estilo de las milicias paramilitares chavistas, deberán responder por ello». Algunas voces dicen que la promoción de esta medida tiene que ver con la oposición aunque el hecho real es que ya son miles de presos que obtuvieron su libertad domiciliaria o condicional.
Además, señalan: «No olvidemos preguntar a #NiUnaMás por qué guarda silencio ante la liberación de un abusador de menores autorizado a vivir al lado de la niña», señalan a modo de interpelación en otro párrafo del texto, y se advierte sobre el riesgo de conceder más prisiones domiciliarias: «Ya hay más de 2.800 excarcelados y el Estado no puede controlarlos porque carece de tobilleras electrónicas y de personal para afectar a su vigilancia».