LAVAGNA Y URTUBEY PIENSAN QUE SE TERMINÓ LA POLARIZACIÓN Y LUCHARÁN POR SER LA SEGUNDA FUERZA NACIONAL Y LLEGAR AL BALLOTTAGE
El lavagnismo considera que «la polarización se derrumbó» porque «era la opción ‘Macri o Cristina’ y Macri ya no está» y, así, «ya no hay más polarización
En medio de la turbulencia de los mercados, el candidato presidencial por Consenso Federal, Roberto Lavagna, reunió a todo su equipo con la mira en las elecciones del 27 de octubre y el objetivo de superar el 8,3% de votos que obtuvo en las PASO del domingo. El norte que se fijó el equipo va mucho más allá: atraer a los votantes desencantados de Mauricio Macri para convertirse en la «segunda fuerza nacional y ubicarla en un ballottage».
Lavagna y su candidato a vicepresidente, Juan Manuel Urtubey, habrían llegado a la conclusión de que podrían obtener votos desencantados de Juntos por el Cambio, que sacó el 32% y sufrió una derrota aplastante a manos del Frente de Todos, que con Alberto Fernández obtuvo el 47 por ciento.
Lavagna tampoco descarta trabajar para captar votantes del kirchnerismo que puedan visualizar en el exministro de Economía una alternativa menos extrema para ganarle a Macri.
Lavagna y Urtubey «coincidieron en que la crisis económica obedece al derrumbe de la polarización construida por el gobierno de Macri y el kirchnerismo». También aseguraron que «Consenso Federal ya había advertido que el fin de los procesos de polarización extrema viene acompañado de situaciones críticas».
Evaluaron, así, que su alianza «es la única fuerza con proyección de crecimiento con miras a octubre, lo que la convertiría en segunda fuerza nacional y la ubicaría en un ballottage», pese a la enorme distancia que los separa de los candidatos principales.
El lavagnismo considera que «la polarización se derrumbó» porque «era la opción ‘Macri o Cristina’ y Macri ya no está» y, así, «ya no hay más polarización».
El segundo paso es convencer al electorado, con estrategias de comunicación, de que Lavagna es una mejor alternativa para ganarle al kirchnerismo, porque no tiene tanta resistencia. «Es ahora la única alternativa con perspectivas de crecimiento», dicen. También buscan seducir al votante blando del kirchnerismo que siente que ya derrotó a Macri y no necesita a Fernández. Fte. textua La Nación