sábado 23 de noviembre de 2024 18:45:44

LO QUE PASO ¿PASO? POR EL CONSULTOR POLÍTICO CARLOS FARA

Fara dice: Si la lógica de los algoritmos careciente de política complica gestiones, y la política careciente de algoritmos complica elecciones, quizá haga falta una “tercera posición”

Los ganadores y perdedores del cierre de listas. Como ya dijimos predominaron las ortodoxias: en el kirchnerismo se impuso La Cámpora, en el macrismo se desplazó al ala política en favor de Peña, y en el lavagnismo ganó el ala sindical – peronista en detrimento del ala progresista. La política volvió a tener más valor que el cálculo electoral. Massa quedó desdibujado hacia el futuro: su gran esperanza ahora es que el barco de los Fernández llegue a buen puerto. Por último: pasó de todo bajo cuerda, con un libro de pases agitado y, de a ratos, caníbal.

La cuestión es entonces: por qué pasó lo que pasó? Y qué consecuencias tiene para las elecciones en particular, y para la política, en general?

Por qué pasó lo que pasó?

Como dijimos hace 2 semanas en la columna “Perón tenía razón”, así como las 3 principales fórmulas se definieron más por factores políticos que electorales, la misma lógica predominó en la conformación de listas legislativas: “Es legítimo preguntarse si el excesivo desapego del macrismo hacia la política –y el balance negativo que da el gobierno según la opinión pública- no obligó a todos a compensar con más política y menos encuestocracia”.

En segundo término, ya había acontecido una importante dosis de creatividad con el diseño de las fórmulas presidenciales. Anduvimos de sorpresa en sorpresa, y eso tenía un límite. La política –en general- tiende a ser más bien conservadora / incrementalista en sus apuestas.

Qué consecuencias puede tener esto para las elecciones?

Si los candidatos legislativos fueron elegidos más por lo político que por lo electoral ¿tendrán campañas destacadas? ¿o se refugiarán más bien en el arrastre de boleta de las cabezas presidenciales? ¿serán importantes los candidatos o serán más importantes las marcas de las coaliciones?

Al quedar tantos heridos en los principales campamentos ¿será que “todos unidos triunfaremos”? o que las heridas mal cerradas promoverán cortes de boleta por doquier (traiciones) y/o mucho operarios trabajando a reglamento? Cuánto empeño pondrá un gobernador peronista que se vio obligado a teñir su lista de diputados nacionales con gente de La Cámpora? ¿cuántos “incentivos” recibirán los heridos de campamentos ajenos para ser “poco disciplinados” con lo que le ordenen de arriba para abajo?

Qué consecuencias puede tener todo lo sucedido para la política?

Al no haber tantas estrellas ¿nos debemos preparar para bloques altamente disciplinados que respondan a las negociaciones de las cúpulas, simplificando el proceso político en las cámaras? ¿será que la política toma revancha, un tanto cansada de los “libre pensadores”, “independientes”, “cuentapropistas”, o estrellas con luz propia, que atraen votos del segmento despolitizado pero que luego significan un dolor de cabeza para generar responsabilidad política?

¿Será que los errores conceptuales de la administración Macri generaron un boomerang, revitalizando “la política” que querían desvalorizar?

Finalmente: ¿cómo procesará el electorado todo lo acontecido? Mayor dosis de política ¿la alejará o la acercará a las campañas? Si la lógica de los algoritmos careciente de política complica gestiones, y la política careciente de algoritmos complica elecciones, quizá haga falta una “tercera posición”. Como ven, la sustancia peronista aparece por todos lados.